26-03-2015, 22:35
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 26-03-2015, 22:36 por Alhrael Svnna.)
Nunca he entendido la animadversión de los medios -en general- hacia Fernando Alonso. No solo es un grandísimo piloto, bicampeón para más inri, sino que también ha abierto el camino para las jóvenes promesas del automovilismo nacional. Quizá es un tipo demasiado franco y directo, lo que las huestes hipócritas no digieren bien. Yo me considero una persona bastante flemática en conducta, ¿pero de qué sirve la educación y las declaraciones comedidas si su único cometido es ocultar la realidad y aprovecharse de la gente?
Así pues, me es indiferente lo que vomiten los periolistos con sus exclusivas falsas y su amarillismo genético; Fernando me parece un tipo recto y con hambre de ganar, y está en su derecho de luchar por su futuro. El problema está en que se granjeó la enemistad de la FIA/Bernie y la envidia de muchos; su problema de palmarés no es la mala suerte, es decir lo que piensa.
Así pues, me es indiferente lo que vomiten los periolistos con sus exclusivas falsas y su amarillismo genético; Fernando me parece un tipo recto y con hambre de ganar, y está en su derecho de luchar por su futuro. El problema está en que se granjeó la enemistad de la FIA/Bernie y la envidia de muchos; su problema de palmarés no es la mala suerte, es decir lo que piensa.
Alea Iacta Est