23-05-2011, 23:00
(Extracto de un artículo e interesante punto de vista que nos recuerda que ganar siempre es imposible...)
Con todo, la carrera llegó a su final con Sebastian Vettel primero, otra vez. Había una extraña esperanza entre los periodistas (españoles incluidos, auque parezca inédito), los pilotos y el público porque ganara alguien que no fuera Sebastian Vettel. Incluso preferían que ganara Lewis Hamilton, a quien defenestraron en el pasado. ¿Por qué? ¿Acaso Vettel no ha demostrado una superioridad aplastante? ¿Acaso no se merece ganar? Ya lo dijo Michael Schumacher allá por 1995: "Cuando no ganas, eres un chaval majo. Pero cuando te conviertes en campeón, eres el malo de la película". Es cierto que es bueno para la Fórmula 1 que haya más variedad y emoción, con otros pilotos subiendo al primer cajón del podio, pero no opinaban esto en España cuando Alonso dominaba con Renault. Entonces, y no hace tanto tiempo, los periodistas ingleses llegaron a publicar más de un artículo asegurando que la supremacía del español en Renault era dañina para este deporte. Pero en España nadie opinaba así, claro.
Hoy, Vettel y Red Bull son los malos de la película. Y eso a pesar de los anuncios de Vodafone y McLaren autoproclamándose los "benditos malvados". Nosotros creemos que Vettel es el mismo chaval que, cuando ganó en Monza bajo la lluvia con el Toro Rosso, despertó mil elogios y simpatías por todo el mundo. No deja de ser paradójico, en cualquier caso, que en una temporada en la que la FIA levantó la bandera de la competición y el espectáculo, implantando los adelantamientos con alerones móviles, neumáticos farsantes y demás artificialidades, todo en pos del espectáculo y de los cambios constantes de posición como si fuera una carrera de motos, tengamos sólo dos campeones distintos en cinco carreras disputadas. ¿Realmente funcionan las nuevas normas de la FIA? ¿Realmente hay más emoción? El año pasado, que se supone que fue una temporada 'súper aburrida de la muerte', a estas alturas teníamos cuatro campeones diferentes en cinco carreras. ¿Y acaso no fueron las temporadas de 2007 y 2008 las más reñidas de la historia? Quizá hubiera menos adelantamientos, menos paradas en boxes y menos cambios de posición, pero cada maniobra era pura y real. Veremos qué ocurre este año, y si al final paradójicamente tanta coña con los neumáticos y tanta farsa nos deparan el campeonato más estable de la historia. Sería entonces un milagro de verdad que la FIA no cambiara, por una vez, las normas para la próxima temporada.
Fuente : thef1.com
Con todo, la carrera llegó a su final con Sebastian Vettel primero, otra vez. Había una extraña esperanza entre los periodistas (españoles incluidos, auque parezca inédito), los pilotos y el público porque ganara alguien que no fuera Sebastian Vettel. Incluso preferían que ganara Lewis Hamilton, a quien defenestraron en el pasado. ¿Por qué? ¿Acaso Vettel no ha demostrado una superioridad aplastante? ¿Acaso no se merece ganar? Ya lo dijo Michael Schumacher allá por 1995: "Cuando no ganas, eres un chaval majo. Pero cuando te conviertes en campeón, eres el malo de la película". Es cierto que es bueno para la Fórmula 1 que haya más variedad y emoción, con otros pilotos subiendo al primer cajón del podio, pero no opinaban esto en España cuando Alonso dominaba con Renault. Entonces, y no hace tanto tiempo, los periodistas ingleses llegaron a publicar más de un artículo asegurando que la supremacía del español en Renault era dañina para este deporte. Pero en España nadie opinaba así, claro.
Hoy, Vettel y Red Bull son los malos de la película. Y eso a pesar de los anuncios de Vodafone y McLaren autoproclamándose los "benditos malvados". Nosotros creemos que Vettel es el mismo chaval que, cuando ganó en Monza bajo la lluvia con el Toro Rosso, despertó mil elogios y simpatías por todo el mundo. No deja de ser paradójico, en cualquier caso, que en una temporada en la que la FIA levantó la bandera de la competición y el espectáculo, implantando los adelantamientos con alerones móviles, neumáticos farsantes y demás artificialidades, todo en pos del espectáculo y de los cambios constantes de posición como si fuera una carrera de motos, tengamos sólo dos campeones distintos en cinco carreras disputadas. ¿Realmente funcionan las nuevas normas de la FIA? ¿Realmente hay más emoción? El año pasado, que se supone que fue una temporada 'súper aburrida de la muerte', a estas alturas teníamos cuatro campeones diferentes en cinco carreras. ¿Y acaso no fueron las temporadas de 2007 y 2008 las más reñidas de la historia? Quizá hubiera menos adelantamientos, menos paradas en boxes y menos cambios de posición, pero cada maniobra era pura y real. Veremos qué ocurre este año, y si al final paradójicamente tanta coña con los neumáticos y tanta farsa nos deparan el campeonato más estable de la historia. Sería entonces un milagro de verdad que la FIA no cambiara, por una vez, las normas para la próxima temporada.
Fuente : thef1.com
"Lo que se pierde en subida, no se recupera en la bajada."
Juan Manuel Fangio