NO ES UN EQUIPO TAN AVANZANDO TECNOLÓGICAMENTE COMO PARECE
Rallyman 01/12/2011 (06:00h)
Durante la reciente celebración de las Finales Mundiales Ferrari en el circuito de Mugello, mientras asistía a una pequeña rueda de entrevistas, creí comprender el porqué de los recientes problemas de la marca en la Fórmula 1. Delante tenía a dos experimentados pilotos, Marc Gené y Giancarlo Fisichella, junto a dos jóvenes promesas de la cantera, participantes en categorías de promoción. ¿Adivinan cuál de los cuatro pilotos allí presentes es usuario habitual del simulador de F1? Pues ni Marc ni Giancarlo. De hecho, aparte de los jóvenes pilotos, el principal usuario del simulador es Andrea Bertolini, sin experiencia en monoplazas. Comparen ustedes con su homólogo hasta ahora en McLaren, Pedro de la Rosa.
Ferrari lleva varias temporadas por detrás de sus rivales, siempre con la lengua fuera. Este año ha sido más evidente que nunca. El 150º era un monoplaza desfasado incluso recién comenzado el campeonato. Además, la capacidad de reacción del equipo ha vuelto a ser lenta, cuando no poco efectiva. En definitiva, Ferrari no se ha mostrado durante estos últimos años como el equipo de vanguardia tecnológica que debería haber sido.
Primero, porque la Scuderia no ha apostado lo suficiente por las herramientas modernas de simulación como uno de los pilares básicos para la concepción y el posterior desarrollo de un monoplaza. Y segundo, porque Ferrari tampoco ha creído ni invertido los recursos necesarios para situarse en la vanguardia técnica aerodinámica, que tan poco retorno ofrece para el desarrollo de sus deportivos de calle.
El uso y el abuso de las pruebas en pista
El equipo de Maranello, hasta ahora, ha entendido la simulación como una herramienta para formar pilotos o entrenar nuevos circuitos. Un error imperdonable en una disciplina que ha prohibido los entrenamientos en pista durante la temporada. No es de extrañar, por tanto, la aparente falta de evolución de los monoplazas rojos y la sensación de que van dando palos de ciego en su desarrollo a lo largo del campeonato.
Hay razones históricas para todo ello. Ferrari siempre se distinguió por el uso (y algunos dirán abuso) de las pruebas en pista. Su presupuesto y el antiguo reglamento se lo permitían. Conviene recordar que no solo es el único equipo que posee una pista de pruebas integrada en su fábrica (el circuito de Fiorano) sino que, además, adquirió Mugello a finales de los 90, donde realizó grandes inversiones. Todas estas infraestructuras no se pueden rentabilizar en en la Fórmula 1 moderna con el actual reglamento en la mano ¡Qué lejanos parecen los tiempos en los que Schumacher realizaba 100.000 kilómetros de tests por temporada!
No resulta extraño que esa época coincidiera con el punto álgido de Ferrari en las últimas décadas. Otros equipos con presupuestos más modestos tuvieron que aprender a apoyarse en herramientas de simulación mientras los monoplazas rojos daban vueltas y mas vueltas a Fiorano. Por culpa de esta dinámica, Ferrari parece llevar ahora unos años de retraso en este campo.
Por detrás en aerodinámica
En el área de la aerodinámica se ha escrito mucho esta temporada acerca de los problemas de calibración del túnel de viento de las balas rojas, problemas de correlación (o mejor dicho, falta de la misma) entre los datos teóricos calculados en las simulaciones y en el túnel de viento, y los obtenidos en pista -que son los que cuentan de verdad-, debidos al paso de un modelo de una escala inferior a otra superior.
¿No les sorprende que un problema de esta naturaleza se descubra en el 2011, con la importancia y el peso específico que la aerodinámica ha ganado en esta década? Porque en estos últimos años, con motores de prestaciones similares, neumáticos iguales y electrónica compartida, la aerodinámica se ha convertido en el factor diferenciador.
Beneficios pasados no auguran éxitos futuros
La historia y los títulos pasados no son garantía de éxito para el futuro. No hay más que ver el preocupante paralelismo entre el equipo Williams en el presente y el antiguo Team Lotus, que acabó desapareciendo tras arrastrarse varios años por la cola del pelotón.
No me cabe la menor duda de que en Ferrari son conscientes de esta situación y los recientes cambios en la estructura organizativa del equipo parecen ir en esta dirección. Como seguidor apasionado de la Fórmula 1, nada me gustaría más que volver a ver al Cavallino en lo más alto del podio y que el mito nunca deje de serlo.
fuente: elconfidencial.com
Rallyman 01/12/2011 (06:00h)
Durante la reciente celebración de las Finales Mundiales Ferrari en el circuito de Mugello, mientras asistía a una pequeña rueda de entrevistas, creí comprender el porqué de los recientes problemas de la marca en la Fórmula 1. Delante tenía a dos experimentados pilotos, Marc Gené y Giancarlo Fisichella, junto a dos jóvenes promesas de la cantera, participantes en categorías de promoción. ¿Adivinan cuál de los cuatro pilotos allí presentes es usuario habitual del simulador de F1? Pues ni Marc ni Giancarlo. De hecho, aparte de los jóvenes pilotos, el principal usuario del simulador es Andrea Bertolini, sin experiencia en monoplazas. Comparen ustedes con su homólogo hasta ahora en McLaren, Pedro de la Rosa.
Ferrari lleva varias temporadas por detrás de sus rivales, siempre con la lengua fuera. Este año ha sido más evidente que nunca. El 150º era un monoplaza desfasado incluso recién comenzado el campeonato. Además, la capacidad de reacción del equipo ha vuelto a ser lenta, cuando no poco efectiva. En definitiva, Ferrari no se ha mostrado durante estos últimos años como el equipo de vanguardia tecnológica que debería haber sido.
Primero, porque la Scuderia no ha apostado lo suficiente por las herramientas modernas de simulación como uno de los pilares básicos para la concepción y el posterior desarrollo de un monoplaza. Y segundo, porque Ferrari tampoco ha creído ni invertido los recursos necesarios para situarse en la vanguardia técnica aerodinámica, que tan poco retorno ofrece para el desarrollo de sus deportivos de calle.
El uso y el abuso de las pruebas en pista
El equipo de Maranello, hasta ahora, ha entendido la simulación como una herramienta para formar pilotos o entrenar nuevos circuitos. Un error imperdonable en una disciplina que ha prohibido los entrenamientos en pista durante la temporada. No es de extrañar, por tanto, la aparente falta de evolución de los monoplazas rojos y la sensación de que van dando palos de ciego en su desarrollo a lo largo del campeonato.
Hay razones históricas para todo ello. Ferrari siempre se distinguió por el uso (y algunos dirán abuso) de las pruebas en pista. Su presupuesto y el antiguo reglamento se lo permitían. Conviene recordar que no solo es el único equipo que posee una pista de pruebas integrada en su fábrica (el circuito de Fiorano) sino que, además, adquirió Mugello a finales de los 90, donde realizó grandes inversiones. Todas estas infraestructuras no se pueden rentabilizar en en la Fórmula 1 moderna con el actual reglamento en la mano ¡Qué lejanos parecen los tiempos en los que Schumacher realizaba 100.000 kilómetros de tests por temporada!
No resulta extraño que esa época coincidiera con el punto álgido de Ferrari en las últimas décadas. Otros equipos con presupuestos más modestos tuvieron que aprender a apoyarse en herramientas de simulación mientras los monoplazas rojos daban vueltas y mas vueltas a Fiorano. Por culpa de esta dinámica, Ferrari parece llevar ahora unos años de retraso en este campo.
Por detrás en aerodinámica
En el área de la aerodinámica se ha escrito mucho esta temporada acerca de los problemas de calibración del túnel de viento de las balas rojas, problemas de correlación (o mejor dicho, falta de la misma) entre los datos teóricos calculados en las simulaciones y en el túnel de viento, y los obtenidos en pista -que son los que cuentan de verdad-, debidos al paso de un modelo de una escala inferior a otra superior.
¿No les sorprende que un problema de esta naturaleza se descubra en el 2011, con la importancia y el peso específico que la aerodinámica ha ganado en esta década? Porque en estos últimos años, con motores de prestaciones similares, neumáticos iguales y electrónica compartida, la aerodinámica se ha convertido en el factor diferenciador.
Beneficios pasados no auguran éxitos futuros
La historia y los títulos pasados no son garantía de éxito para el futuro. No hay más que ver el preocupante paralelismo entre el equipo Williams en el presente y el antiguo Team Lotus, que acabó desapareciendo tras arrastrarse varios años por la cola del pelotón.
No me cabe la menor duda de que en Ferrari son conscientes de esta situación y los recientes cambios en la estructura organizativa del equipo parecen ir en esta dirección. Como seguidor apasionado de la Fórmula 1, nada me gustaría más que volver a ver al Cavallino en lo más alto del podio y que el mito nunca deje de serlo.
fuente: elconfidencial.com
No se construirá una nueva era con las armas,sino con las manos que las llevan