21-05-2012, 09:12
Maldonado, o la pelea contra los prejuicios. Cuando te llevas una victoria al coleto, a muchos no les queda otra que callarse
Fue la última persona con la que tuvo contacto físico antes de la carrera. El asistente que le pasó su casco con las características estrellas de la bandera venezolana no tocó su epidermis; ya estaba embutido en sus protecciones ignífugas, sus guantes ignífugos y su verdugo ignífugo llamada por los pilotos 'el valaclava', así que apenas le tocó.
Cuando su padre, -Pastor también- se le acercó antes de subirse al coche, le dio un breve abrazo y le deseó suerte. A esa hora, las 13:48 horas, sabía que ganar la carrera era una posibilidad, pero no las tenía todas consigo cuando los semáforos de Charlie Whiting se apagaron. De hecho, temía como al demonio a un chico del norte, de una edad parecida, y que llevaba un coche colorao. Las luces se apagaron, sonó el trueno motorizado y el funcionario de turno del Servicio de Información Sísmica del Instituto Geográfico Nacional enarcó sus cejas y le dijo a su Cocacola Zero: "no fallan, siempre puntuales" mientras veía la aguja del sismógrafo bailar como impulsada por una canción de King Africa.
El de Asturias jugó bien sus cartas y llegó primero a la primera curva. El "oohhhhhhhhh" venezolano oído en Caracas no llamó la atención de los agentes de policía de la comisaría del barrio de Las Mercedes; estaban atentos a la pequeña pantalla y apenas apreciaron un murmullo en la calle, pero no adivinaron el que a la postre sería el resultado final de la prueba. Su paisano, el de Maracay, fue el primer venezolano de la historia en someter a la jauría más sedienta del planeta. El que iba para biciclista encontró gusto a eso de no pedalear y finalmente se decantó por ir cómodamente sentado para someter al resto. "Pero es que es un piloto-de-pago", dijo un agorero aguafiestas cuando le vio en lo más alto del cajón. Evidentemente conoce de poco a Pastor.
Nadie que haya seguido mínimamente la carrera deportiva del piloto con la cabeza menos poblada de la parrilla -capilar mente hablando-, debería empezar a arrancar esa pegatina donde se lee "piloto-de-pago", no en vano ha tardado tan sólo 24 carreras en alcanzar lo más alto del podium. Otros como Button, o Rosberg, tardaron más de cien y nadie les echa en cara el coste dinerario de su carrera deportiva.
Un piloto llega a la F1 como puede, y sea cual sea el método utilizado lo usa si en su mano está. Si para llegar tuvieran que operarse y ponerse unas tetas como las de las Vigilantas de la Playa, ten por seguro que lo harían. Afortunadamente esto no es un requisito, pero si el que sean veloces, y Maldo lo es, y mucho, así que si ya ha ganado una carrera en los compases iniciales de de su segunda temporada, los "naysayers", que traducido al verbo de Cervantes podría ser algo así como los "negacionistas", "cascarrabias-quisquillosos" o "enemigos-de-todo" igual se tienen que meter su lengua por donde se sientan.
El viaje que lleva a uno de estos chicos desde el Karting y hasta la F1 cuesta de media una cifra que circunda los cinco minolles de leuros, y esto ha de pagarlo alguien. Pocos, por no decir ningún piloto, nace con esa mortaca en la mochila y es por ello que patrocineitors, ayudas públicas o privadas y esponsorizaciones de diverso tipo y pelaje son los que han de apoquinar ese costoso trayecto; si no pagan antes, pagarán después, y de esto hay pruebas (con IVA en letra negrita). Si por definición un piloto-de-pago es el que llega a la F1 con dinero ajeno y comprando su asiento… killo, todos los son, porque en mayor o menor medida, en algún momento de su carrera así es como ha sido. Ocurre que hay algunos, que en el cenit de su carrera deportiva y justo cuando van a dar el salto final, se distinguen del resto y 'lo del dinero' pesa menos.
Maldo tuvo la enorme suerte de ser escuchado en una ocasión por Hugo Chávez, presidente electo venezolano y factotum último de su país. Pastor le pidió ayuda y al político-militar le gustó el tema, movió sus hilos, y la petrolera PDVSA engrasó el gozne de la puerta por la que entró a Williams el de Maracay. Nunca sabremos si hubiera llegado a la F1 sin ayuda, pero no hay que perder de vista que Maldo fue en 2010 Campeón de la GP2, antesala previa a la categoría reina, y alcanzar la F1 hubiera sido un paso lógico.
Hay varias pistas que indican que un piloto es bueno, regulero o directamente un bacalao, y una de ellas es precisamente la que nos toca ver el finde que viene: Mónaco. En el Principado Maldo ha conseguido lo mejor y lo peor. Quisiera borrar de su memoria aquel terrible accidente que protagonizó al no ver las banderas amarillas y llevarse por delante a un comisario que trabajaba en pista. Aquel fue, de largo, el peor mal rato que se ha llevado el venezolano en su vida. Fueron horas las que pasó al lado de la cama del comisario herido y desde entonces siempre que pasa por Montecarlo pasa a visitarle; ahora son muy amigos.
En la parte positiva de la balanza Maldo ha ganado tres veces en el Principado, una en World Series y dos en GP2, categoría en la que consiguió un segundo puesto. ¿Cuantos pilotos tienen semejante bagaje en la pista de las pistas, el trazado-de-pilotos por antonomasia? Pues pocos, muy pocos. Precisamente en el peor año de la historia deportiva de Williams, su equipo, iba sexto cuando Lewis Hamilton le mandó contra la barrera en una más que discutida maniobra por parte del británico. Sin un buen coche, cuando hablamos de pilotaje puro, el venezolano cumple, así que el estigma de haber llegado de la mano de un sponsor debería empezar a dejar de pesar porque el chico se lo ha ganado a pulso.
Maldo es un loco de la preparación física, de fuertes lazos familiares y muy atado a sus costumbres, tanto que sigue yendo al pequeño gimnasio de Maracay donde lleva años entrenando con gente de lo más normal que ahora le saludan ufanos. El impacto que ha supuesto su victoria en Venezuela ha disparado incluso el interés de acoger una carrera en un futuro. Sigue rodando en bicicleta por los alrededores de su domicilio, come arepas siempre que su estricta dieta se lo permite, en la que se pega festines de frutas y zumos siempre que vuelve a su tierra. Conduce un viejo jeep que cuida con mimo desde hace años, atiende sus cuentas en las redes sociales a través de una Blackberry y un iPhone -tiene dos teléfonos-, teléfonos a los que llamó inmediatamente Hugo Chávez cuando ganó en Montmeló.
La pregunta que muchos se hacen es si Pastor seguiría en la F1 si le fallase PDVSA. Según los politólogos Hugo Chávez lo tiene regular para las próximas elecciones y es posible que la oposición venezolana asalte el poder gracias al democrático voto, y Pastor es "un producto Chávez". Muchas voces políticas se alzan en contra del dispendio que supone el acuerdo con Williams, y en una muestra de marrullería política y triste ejemplo de manejo político, el contrato de ambas partes -sujeto por cláusulas de confidencialidad- apareció publicado en múltiples páginas web absolutamente públicas (y basta con preguntar a Google si quieres echarle un vistazo).
A Pastor le tiene ganas la oposición, pero tras la victoria de la semana pasada, es más que posible que los patrocinios no le falten, al tiempo que se haya ganado la confianza de varios directores de equipo en cuanto a su desempeño. Maldo ha demostrado lo que traía dentro y con ello calla bocas, a bocones y a opositores políticos. ¿Que le van a utilizar de ariete en las elecciones? Pues con toda seguridad, pero el chico no ha ganado ni perdido unas elecciones, sino carreras contantes y sonantes, jugándose el tipo a más de 300 por hora y eso es algo que jamás le podrá quitar nadie (y ahora el que tenga algo que decir, que lo diga… pero que lo diga todo).
http://www.caranddriverthef1.com/formula...na-victori
Fue la última persona con la que tuvo contacto físico antes de la carrera. El asistente que le pasó su casco con las características estrellas de la bandera venezolana no tocó su epidermis; ya estaba embutido en sus protecciones ignífugas, sus guantes ignífugos y su verdugo ignífugo llamada por los pilotos 'el valaclava', así que apenas le tocó.
Cuando su padre, -Pastor también- se le acercó antes de subirse al coche, le dio un breve abrazo y le deseó suerte. A esa hora, las 13:48 horas, sabía que ganar la carrera era una posibilidad, pero no las tenía todas consigo cuando los semáforos de Charlie Whiting se apagaron. De hecho, temía como al demonio a un chico del norte, de una edad parecida, y que llevaba un coche colorao. Las luces se apagaron, sonó el trueno motorizado y el funcionario de turno del Servicio de Información Sísmica del Instituto Geográfico Nacional enarcó sus cejas y le dijo a su Cocacola Zero: "no fallan, siempre puntuales" mientras veía la aguja del sismógrafo bailar como impulsada por una canción de King Africa.
El de Asturias jugó bien sus cartas y llegó primero a la primera curva. El "oohhhhhhhhh" venezolano oído en Caracas no llamó la atención de los agentes de policía de la comisaría del barrio de Las Mercedes; estaban atentos a la pequeña pantalla y apenas apreciaron un murmullo en la calle, pero no adivinaron el que a la postre sería el resultado final de la prueba. Su paisano, el de Maracay, fue el primer venezolano de la historia en someter a la jauría más sedienta del planeta. El que iba para biciclista encontró gusto a eso de no pedalear y finalmente se decantó por ir cómodamente sentado para someter al resto. "Pero es que es un piloto-de-pago", dijo un agorero aguafiestas cuando le vio en lo más alto del cajón. Evidentemente conoce de poco a Pastor.
Nadie que haya seguido mínimamente la carrera deportiva del piloto con la cabeza menos poblada de la parrilla -capilar mente hablando-, debería empezar a arrancar esa pegatina donde se lee "piloto-de-pago", no en vano ha tardado tan sólo 24 carreras en alcanzar lo más alto del podium. Otros como Button, o Rosberg, tardaron más de cien y nadie les echa en cara el coste dinerario de su carrera deportiva.
Un piloto llega a la F1 como puede, y sea cual sea el método utilizado lo usa si en su mano está. Si para llegar tuvieran que operarse y ponerse unas tetas como las de las Vigilantas de la Playa, ten por seguro que lo harían. Afortunadamente esto no es un requisito, pero si el que sean veloces, y Maldo lo es, y mucho, así que si ya ha ganado una carrera en los compases iniciales de de su segunda temporada, los "naysayers", que traducido al verbo de Cervantes podría ser algo así como los "negacionistas", "cascarrabias-quisquillosos" o "enemigos-de-todo" igual se tienen que meter su lengua por donde se sientan.
El viaje que lleva a uno de estos chicos desde el Karting y hasta la F1 cuesta de media una cifra que circunda los cinco minolles de leuros, y esto ha de pagarlo alguien. Pocos, por no decir ningún piloto, nace con esa mortaca en la mochila y es por ello que patrocineitors, ayudas públicas o privadas y esponsorizaciones de diverso tipo y pelaje son los que han de apoquinar ese costoso trayecto; si no pagan antes, pagarán después, y de esto hay pruebas (con IVA en letra negrita). Si por definición un piloto-de-pago es el que llega a la F1 con dinero ajeno y comprando su asiento… killo, todos los son, porque en mayor o menor medida, en algún momento de su carrera así es como ha sido. Ocurre que hay algunos, que en el cenit de su carrera deportiva y justo cuando van a dar el salto final, se distinguen del resto y 'lo del dinero' pesa menos.
Maldo tuvo la enorme suerte de ser escuchado en una ocasión por Hugo Chávez, presidente electo venezolano y factotum último de su país. Pastor le pidió ayuda y al político-militar le gustó el tema, movió sus hilos, y la petrolera PDVSA engrasó el gozne de la puerta por la que entró a Williams el de Maracay. Nunca sabremos si hubiera llegado a la F1 sin ayuda, pero no hay que perder de vista que Maldo fue en 2010 Campeón de la GP2, antesala previa a la categoría reina, y alcanzar la F1 hubiera sido un paso lógico.
Hay varias pistas que indican que un piloto es bueno, regulero o directamente un bacalao, y una de ellas es precisamente la que nos toca ver el finde que viene: Mónaco. En el Principado Maldo ha conseguido lo mejor y lo peor. Quisiera borrar de su memoria aquel terrible accidente que protagonizó al no ver las banderas amarillas y llevarse por delante a un comisario que trabajaba en pista. Aquel fue, de largo, el peor mal rato que se ha llevado el venezolano en su vida. Fueron horas las que pasó al lado de la cama del comisario herido y desde entonces siempre que pasa por Montecarlo pasa a visitarle; ahora son muy amigos.
En la parte positiva de la balanza Maldo ha ganado tres veces en el Principado, una en World Series y dos en GP2, categoría en la que consiguió un segundo puesto. ¿Cuantos pilotos tienen semejante bagaje en la pista de las pistas, el trazado-de-pilotos por antonomasia? Pues pocos, muy pocos. Precisamente en el peor año de la historia deportiva de Williams, su equipo, iba sexto cuando Lewis Hamilton le mandó contra la barrera en una más que discutida maniobra por parte del británico. Sin un buen coche, cuando hablamos de pilotaje puro, el venezolano cumple, así que el estigma de haber llegado de la mano de un sponsor debería empezar a dejar de pesar porque el chico se lo ha ganado a pulso.
Maldo es un loco de la preparación física, de fuertes lazos familiares y muy atado a sus costumbres, tanto que sigue yendo al pequeño gimnasio de Maracay donde lleva años entrenando con gente de lo más normal que ahora le saludan ufanos. El impacto que ha supuesto su victoria en Venezuela ha disparado incluso el interés de acoger una carrera en un futuro. Sigue rodando en bicicleta por los alrededores de su domicilio, come arepas siempre que su estricta dieta se lo permite, en la que se pega festines de frutas y zumos siempre que vuelve a su tierra. Conduce un viejo jeep que cuida con mimo desde hace años, atiende sus cuentas en las redes sociales a través de una Blackberry y un iPhone -tiene dos teléfonos-, teléfonos a los que llamó inmediatamente Hugo Chávez cuando ganó en Montmeló.
La pregunta que muchos se hacen es si Pastor seguiría en la F1 si le fallase PDVSA. Según los politólogos Hugo Chávez lo tiene regular para las próximas elecciones y es posible que la oposición venezolana asalte el poder gracias al democrático voto, y Pastor es "un producto Chávez". Muchas voces políticas se alzan en contra del dispendio que supone el acuerdo con Williams, y en una muestra de marrullería política y triste ejemplo de manejo político, el contrato de ambas partes -sujeto por cláusulas de confidencialidad- apareció publicado en múltiples páginas web absolutamente públicas (y basta con preguntar a Google si quieres echarle un vistazo).
A Pastor le tiene ganas la oposición, pero tras la victoria de la semana pasada, es más que posible que los patrocinios no le falten, al tiempo que se haya ganado la confianza de varios directores de equipo en cuanto a su desempeño. Maldo ha demostrado lo que traía dentro y con ello calla bocas, a bocones y a opositores políticos. ¿Que le van a utilizar de ariete en las elecciones? Pues con toda seguridad, pero el chico no ha ganado ni perdido unas elecciones, sino carreras contantes y sonantes, jugándose el tipo a más de 300 por hora y eso es algo que jamás le podrá quitar nadie (y ahora el que tenga algo que decir, que lo diga… pero que lo diga todo).
http://www.caranddriverthef1.com/formula...na-victori