18-10-2010, 12:48
Cuando se decide mediatizar la intervención de un piloto poniéndolo al servicio de otro hay que ser sumamente cuidadoso, toda vez que el camino tomado tiene difícil vuelta atrás.
A estas alturas de la película, hasta los más reacios al I want to believe se están quedando sin argumentos ante la acumulación de circunstancias extrañas que rodean a Jenson Button en McLaren. Los otros, nosotros, ya intuíamos que los tiros iban a ir por donde van, más si cabe teniendo en cuenta que Nico Rosberg vio las orejas al lobo a tiempo y declinó la oferta de meterse en la olla caníbal de Woking.
Sí, a Jenson le llevan pasando cosas raras desde que tuvo la ocurrencia de divertirse ensombreciendo a su compañero. No nos engañemos, a partir de un comienzo de temporada deslumbrante, vino el primer correctivo en Mónaco (Button sacaba a Hamilton 21 puntos), después hubo algún que otro problema en calificación tras un inicio de fin de semana prometedor, más tarde una evolución de plataforma demasiado adecuada a la manera de conducir de Lewis, y posteriormente, que si se nos ha ido la mano en la carga de combustible y lo sentimos, que si elige tú lo que hacemos, que si quédate delante de los Red Bull aunque pierdas todas las oportunidades del mundo porque el pibe necesita que aguantes el pelotón hasta que llegue, que llega, seguro, que sí, que no…
Hubo avisos (lo del tamaño y disposición del cockpit del MP4/25 en pretemporada lo fue). Ha habido señales (he relatado algunas). Y ahora no hay soluciones porque Lewis necesita ayuda para levantarse del suelo tras sus espectaculares logros en Monza, Singapur y Suzuka.
¿Descartamos al rubiales? Yo no lo haría, forastero, al menos todavía.
Conociendo el percal de la gente de Ron Dennis (¿Whitmarsh. Quién es Whitmarsh?), van a jugar las últimas cartas con los dos pilotos hasta sus últimas consecuencias, pues aún se dispone en el garaje de repertorio abundante como para enderezar las líneas del destino si se tuercen más de lo debido —desde el tradicional gag del plafón que se cae sobre un vehículo al recurrente desinflado de las gomas, quedan mucho espacio para introducir variables creativas—, razón por la cual me aventuro a pronosticar que en Corea vamos a ver de nuevo a un Jenson exultante porque va a disponer de un monoplaza realmente competitivo, vamos, sin desastrosas peculiaridades, pues para que Hamilton se corone este año, lo primero que hay que hacer es dejar atrás a los Red Bull y eso no puede hacerlo solo el de Stevenage.
Otra cosa es que todo funcione como tiene previsto McLaren, porque si al vigente campeón del mundo le dan un coche conque cubrir a su colega para limar puntos al enemigo, a lo peor se le podría ocurrir poner contra las cuerdas a Lewis, como hizo en Australia, China, Turquía o Canadá, ya que ahora sabe de sobra que su escudería ha escrito su nombre en su lista negra de enemigos a batir por las buenas o por las malas, como hiciera con Alonso en 2007, y por tanto no le veo atendiendo dócilmente al aviso de el gato ha salido de casa (¿era así, no?), después de la cantidad de puntos que ha perdido por nimiedades o tonterías sin importancia…
Salvo error u omisión, pienso que McLaren ha metido la pata apostando demasiado temprano por Lewis hamilton, como hace tres años, lo que nos pone ante un final de temporada tremendamente interesante. ¿La de Woking la cagará del todo, o sólo parcialmente? Oye, ¿y las palomitas?
Fuente: http://elinfiernoverde.blogspot.com/
FORZA FERNANDO y FORZA FERRARI.