18-10-2010, 23:40
Fernando Alonso, a pesar de todo
"Escribo estas líneas antes de que se dispute la carrera (e incluso la calificación) del GP de Japón, y no es este un hecho casual. Antes de que prosiga la pequeña locura en que se ha convertido este Mundial de Fórmula 1 de 2010, antes de que las euforias sobre posibles éxitos nos nublen el raciocinio; o antes de que, por el contrario, las momentáneas decepciones nos condicionen nuestro estado de ánimo, conviene por un momento hacer un alto en el camino, y recapitular brevemente, poniendo en contexto la actuación de Fernando Alonso en este campeonato."
Hay veces en que te encuentras comentarios artículos u opiniones en la red que, al instante sabes que debes conservar, guardar y atesorar en tu memoria.
En esos casos si que valen mas las palabras que una sola imagen.
En Efecto suelo he leido esta 'opinión' de uno de sus usuarios.
Un post sobre Fernando Alonso que no tiene ningún desperdicio.
Un post que todos deberíamos releer antes de cada carrera.
Vaya por delante mi saludo y mis mas sinceras felicitaciones al autor.
Me gustaría que los que lo leyerais y consideréis oportuno, conozcáis o no su web, le dejéis un mensaje en el post original: Su trabajo y buen hacer se lo merece.
Por Khan el 13 Octubre 2010 ( link al articulo original)
Escribo estas líneas antes de que se dispute la carrera (e incluso la calificación) del GP de Japón, y no es este un hecho casual. Antes de que prosiga la pequeña locura en que se ha convertido este Mundial de Fórmula 1 de 2010, antes de que las euforias sobre posibles éxitos nos nublen el raciocinio; o antes de que, por el contrario, las momentáneas decepciones nos condicionen nuestro estado de ánimo, conviene por un momento hacer un alto en el camino, y recapitular brevemente, poniendo en contexto la actuación de Fernando Alonso en este campeonato.
Nos acercamos al tramo final de la temporada, en el que cada carrera se torna crucial para el resultado último del campeonato. Las opciones están tremendamente abiertas, y el desenlace del campeonato, por incierto, se presenta interesante como hace unos cuantos años no teníamos el placer de disfrutar (o de sufrir, que la cosa va por barrios).
Este año, además, Fernando Alonso se ha plantado ante las últimas cuatro carreras teniendo opciones matemáticas (y bastantes, como piensan el 82% de los lectores de Efecto Suelo) de hacerse con el que sería su tercer entorchado. Ya ha pasado un tiempo desde 2006, el año en que se convirtió en bicampeón mundial; y también desde 2007, última temporada en la que tuvo oportunidad, hasta la ultimísima carrera, de conseguir el campeonato: echábamos de menos esa sensación.
Y Alonso se encuentra en situación de atacar el campeonato a pesar de una temporada que podríamos considerar como irregular (para sus estándares de regularidad, que son sin duda ostensiblemente más altos que para casi cualquier otro piloto de parrilla), en la que le hemos visto cometer algunos errores hasta entonces inéditos en su quehacer profesional.
No es el momento de repasarlos ahora, pero si bien he sido siempre crítico con los que, contra viento y marea, consideran cada carrera del asturiano una auténtica gesta, y no computan en sus esquemas mentales ni tan siquiera la más remota posibilidad de que el piloto español pueda cometer, efectivamente, errores, es ahora el momento de reconocer que Alonso ha dado la de cal dos veces seguidas en pista, donde debe ser, y por triplicado: esto es, pole, victoria y vuelta rápida en Monza; y lo mismo además del liderato en todas las vueltas (un grand chelem) en Singapur.
Independientemente de lo que pase al final de temporada, el hecho es que Alonso, a pesar de todo lo que ha pasado en ésta, entre errores propios y aciertos ajenos, una vez más ha refrendado su marchamo de piloto fundamental, condición que ya tenía más que ganada (y merecidamente) entre la afición española, pero que debe empezar a ganarse en la que es su nueva escudería, Ferrari, y su nueva afición, los tifosi. Me comentaba hace un tiempo Jors que quizá hayan sido dos los hitos que ayuden al asturiano en el objetivo de marcar su parcela en Maranello: ganar en su debut a bordo de un Ferrari, y la victoria en Monza. En cualquier caso, parece claro que, este año, sólo ha habido un piloto presente de cara a la lucha por el campeonato en la marca italiana.
Y que no nos vengan con milongas anglosajonas recordándonos ciertos episodios acerca de órdenes de equipo, porque a aquellas alturas estaba ya meridianamente claro cuál había de ser el cavallino ganador por el que apostar. Lo dije el otro día acerca de Hamilton, y lo repito ahora con respecto a Alonso: si hay un signo claro de que el piloto español es un referente en la parrilla de la F1, éste es el aire de revanchismo y animadversión hacia su figura que todavía puede palparse con nitidez en gran parte de la prensa y blogosfera anglosajona; así como un cierto temor a sus actuaciones que nos recuerda a la historia, no sabemos si verídica, que glosa la victoria póstuma del Cid, atado su cadáver a los lomos de su fiel compañero Babieca en su última batalla.
Fernando Alonso podrá o no ganar este campeonato, y ya habrá tiempo de hacer un repaso exhaustivo de lo que fue y lo que no fue esta temporada que da sus últimos coletazos. Pero lo que quedará claro, pase lo que pase, es que, en el momento en que su montura ha vuelto a permitírselo, el piloto español ha regresado a la pomada de la lucha por el campeonato, plantando cara a los Red Bull (que debieran ser, por la superioridad de sus monoplazas, campeones esta temporada), así como a una escudería tan temible como McLaren.
Vaya desde aquí mi reconocimiento por todo ello.
Khan
Un saludo, mi verdadero nombre es Alejandro, mi pseudónimo Khan, doble homenaje a medio camino entre dos famosos grandes kanes: uno emperador asiático, el otro arquitecto americano.
A la Fórmula 1 me aficioné de pequeño, en la época en que seguirla por televisión era una verdadera odisea. Aunque paradójico, la tranquilidad que me ofrecía la competición de coches en comparación con las casi siempre agónicas carreras de motos, a las que mi familia era más aficionada, fue un factor fundamental para cimentar mi afición. Esta serenidad se fue transformando en un interés progresivo por los aspectos tanto deportivos, como técnicos, y la tranquilidad se fue desvaneciendo, hasta llegar a los tumultuosos días actuales que vive un aficionado a la F1 en este país…
Con todo mi reconocimiento. El Abuelo.
"Escribo estas líneas antes de que se dispute la carrera (e incluso la calificación) del GP de Japón, y no es este un hecho casual. Antes de que prosiga la pequeña locura en que se ha convertido este Mundial de Fórmula 1 de 2010, antes de que las euforias sobre posibles éxitos nos nublen el raciocinio; o antes de que, por el contrario, las momentáneas decepciones nos condicionen nuestro estado de ánimo, conviene por un momento hacer un alto en el camino, y recapitular brevemente, poniendo en contexto la actuación de Fernando Alonso en este campeonato."
Hay veces en que te encuentras comentarios artículos u opiniones en la red que, al instante sabes que debes conservar, guardar y atesorar en tu memoria.
En esos casos si que valen mas las palabras que una sola imagen.
En Efecto suelo he leido esta 'opinión' de uno de sus usuarios.
Un post sobre Fernando Alonso que no tiene ningún desperdicio.
Un post que todos deberíamos releer antes de cada carrera.
Vaya por delante mi saludo y mis mas sinceras felicitaciones al autor.
Me gustaría que los que lo leyerais y consideréis oportuno, conozcáis o no su web, le dejéis un mensaje en el post original: Su trabajo y buen hacer se lo merece.
Por Khan el 13 Octubre 2010 ( link al articulo original)
Escribo estas líneas antes de que se dispute la carrera (e incluso la calificación) del GP de Japón, y no es este un hecho casual. Antes de que prosiga la pequeña locura en que se ha convertido este Mundial de Fórmula 1 de 2010, antes de que las euforias sobre posibles éxitos nos nublen el raciocinio; o antes de que, por el contrario, las momentáneas decepciones nos condicionen nuestro estado de ánimo, conviene por un momento hacer un alto en el camino, y recapitular brevemente, poniendo en contexto la actuación de Fernando Alonso en este campeonato.
Nos acercamos al tramo final de la temporada, en el que cada carrera se torna crucial para el resultado último del campeonato. Las opciones están tremendamente abiertas, y el desenlace del campeonato, por incierto, se presenta interesante como hace unos cuantos años no teníamos el placer de disfrutar (o de sufrir, que la cosa va por barrios).
Este año, además, Fernando Alonso se ha plantado ante las últimas cuatro carreras teniendo opciones matemáticas (y bastantes, como piensan el 82% de los lectores de Efecto Suelo) de hacerse con el que sería su tercer entorchado. Ya ha pasado un tiempo desde 2006, el año en que se convirtió en bicampeón mundial; y también desde 2007, última temporada en la que tuvo oportunidad, hasta la ultimísima carrera, de conseguir el campeonato: echábamos de menos esa sensación.
Y Alonso se encuentra en situación de atacar el campeonato a pesar de una temporada que podríamos considerar como irregular (para sus estándares de regularidad, que son sin duda ostensiblemente más altos que para casi cualquier otro piloto de parrilla), en la que le hemos visto cometer algunos errores hasta entonces inéditos en su quehacer profesional.
No es el momento de repasarlos ahora, pero si bien he sido siempre crítico con los que, contra viento y marea, consideran cada carrera del asturiano una auténtica gesta, y no computan en sus esquemas mentales ni tan siquiera la más remota posibilidad de que el piloto español pueda cometer, efectivamente, errores, es ahora el momento de reconocer que Alonso ha dado la de cal dos veces seguidas en pista, donde debe ser, y por triplicado: esto es, pole, victoria y vuelta rápida en Monza; y lo mismo además del liderato en todas las vueltas (un grand chelem) en Singapur.
Independientemente de lo que pase al final de temporada, el hecho es que Alonso, a pesar de todo lo que ha pasado en ésta, entre errores propios y aciertos ajenos, una vez más ha refrendado su marchamo de piloto fundamental, condición que ya tenía más que ganada (y merecidamente) entre la afición española, pero que debe empezar a ganarse en la que es su nueva escudería, Ferrari, y su nueva afición, los tifosi. Me comentaba hace un tiempo Jors que quizá hayan sido dos los hitos que ayuden al asturiano en el objetivo de marcar su parcela en Maranello: ganar en su debut a bordo de un Ferrari, y la victoria en Monza. En cualquier caso, parece claro que, este año, sólo ha habido un piloto presente de cara a la lucha por el campeonato en la marca italiana.
Y que no nos vengan con milongas anglosajonas recordándonos ciertos episodios acerca de órdenes de equipo, porque a aquellas alturas estaba ya meridianamente claro cuál había de ser el cavallino ganador por el que apostar. Lo dije el otro día acerca de Hamilton, y lo repito ahora con respecto a Alonso: si hay un signo claro de que el piloto español es un referente en la parrilla de la F1, éste es el aire de revanchismo y animadversión hacia su figura que todavía puede palparse con nitidez en gran parte de la prensa y blogosfera anglosajona; así como un cierto temor a sus actuaciones que nos recuerda a la historia, no sabemos si verídica, que glosa la victoria póstuma del Cid, atado su cadáver a los lomos de su fiel compañero Babieca en su última batalla.
Fernando Alonso podrá o no ganar este campeonato, y ya habrá tiempo de hacer un repaso exhaustivo de lo que fue y lo que no fue esta temporada que da sus últimos coletazos. Pero lo que quedará claro, pase lo que pase, es que, en el momento en que su montura ha vuelto a permitírselo, el piloto español ha regresado a la pomada de la lucha por el campeonato, plantando cara a los Red Bull (que debieran ser, por la superioridad de sus monoplazas, campeones esta temporada), así como a una escudería tan temible como McLaren.
Vaya desde aquí mi reconocimiento por todo ello.
Khan
Un saludo, mi verdadero nombre es Alejandro, mi pseudónimo Khan, doble homenaje a medio camino entre dos famosos grandes kanes: uno emperador asiático, el otro arquitecto americano.
A la Fórmula 1 me aficioné de pequeño, en la época en que seguirla por televisión era una verdadera odisea. Aunque paradójico, la tranquilidad que me ofrecía la competición de coches en comparación con las casi siempre agónicas carreras de motos, a las que mi familia era más aficionada, fue un factor fundamental para cimentar mi afición. Esta serenidad se fue transformando en un interés progresivo por los aspectos tanto deportivos, como técnicos, y la tranquilidad se fue desvaneciendo, hasta llegar a los tumultuosos días actuales que vive un aficionado a la F1 en este país…
Con todo mi reconocimiento. El Abuelo.
¿Tres campeonatos?
El problema es que entonces querré conseguir otro, y otro y otro... La ambición es imparable, infinita.
Fernando Alonso
El problema es que entonces querré conseguir otro, y otro y otro... La ambición es imparable, infinita.
Fernando Alonso
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