DENTRO DEL PADDOCK
¿Está dando Ferrari la razón a Flavio Briatore?
@Javier Rubio.- 18/04/2011 (06:00h)
"Puede sonar absurdo, pero creo que Ferrari debería concentrarse ya en el coche del 2012. Por supuesto, el equipo tiene toda la ingeniería y los recursos necesarios, pero la diferencia de medio segundo con Red Bull es una eternidad". Las palabras de
Flavio Briatore sobre el equipo italiano sonaron a boutade tras la primera carrera de la temporada. Pero, ¿habló así Briatore porque sabía más que el resto? Dada su relación con
Alonso, ¿tenía
información de primera mano y quiso espolear a Ferrari?
Interrogantes que son meras especulaciones, pero sorprendieron declaraciones tan osadas tras solo una carrera. Desgraciadamente, al cerrarse en China el primer ciclo de la temporada, y tras la triste imagen de Ferrari, la sombra de aquellas palabras se cierne sobre Ferrari y Fernando Alonso.
Cuesta arriba y con la lengua fuera
Con un monoplaza, como mínimo a un segundo de Red Bull en entrenamientos, incapaz de situarse en las dos primeras líneas de salida, una escuadra que no responde con eficacia en boxes a los cambios de neumáticos –Ferrari fue séptimo en la media de las paradas de Malasia-, la Scuderia carece de toda opción en su actual estado de forma. Y menos, cuando
el ritmo de carrera, su último recurso defensivo, desaparecía en Shanghai. En un complicado 2010, después de tres carreras,
Massa era primero y Alonso tercero, separados por tan solo dos puntos. En 2011 Alonso está a 42 puntos del piloto con el mejor monoplaza, cuando 47 fue la mayor diferencia en el pasado año.
Desgraciadamente, la foto inicial de 2011 nos retrata a un equipo Ferrari que vuelve a repetir un esquema ya conocido en los últimos años: su
inferioridad técnica al comienzo de la temporada, y la cuesta arriba en que esta se convierte en el terreno técnico como en el deportivo. Arranca tarde, y luego marcha con la lengua fuera.
Algo más que un club
¿Es el talento, la estructura organizativa o sus recursos los que impiden a Ferrari marcar la pauta? Quizás la Scudería viva del mito de su gran poderío técnico y económico y puede que, en este sentido, no sea oro todo lo que reluce. Las noticias sobre su túnel de viento sorprenden a estas alturas de la película. Y las recientes palabras de
Montezemolo quejándose sobre el predominio de la aerodinámica en la Fórmula 1 actual delatan por dónde supura la herida.
¿O existe un conservadurismo técnico congénito por la presión de ser “más que un club”? ¿Cuántas novedades técnicas de vanguardia hemos visto en Ferrari en los últimos años? De todos es sabido –el equipo Williams es el último ejemplo- que arriesgar en conceptos innovadores
puede convertirse en un camino sin retorno. Una escuadra con la dimensión social de Ferrari no puede permitirse fiascos semejantes y quedar neutralizada en caso de que no funcionen. A finales del pasado año, se hablaba
de una revolución para rivalizar con Red Bull al diseñar el monoplaza 2011. La realidad es que ahora se habla de copiar alerones flexibles y 'planes B' de emergencia. Como el pasado año.
¿Funciona la 'crescita interna'?
Desde una perspectiva más amplia, quizás haya que elevar el tiro y preguntarse, en último término, si el equipo italiano necesita otro enfoque técnico y de gestión. En definitiva, la política de la crescita interna que Luca di Montezemolo ha llevado a cabo tras la marcha de
Jean Todt y Michael Schumacher quizás haya tocado techo. Con ella, el presidente de Ferrari buscó italianizar Ferrari elevando a roles de máxima responsabilidad al escalón inferior de Todt,
Ross Brawn y Rory Byrne, es decir,
Stefano Domenicali como máximo responsable del equipo, y
Aldo Costa como director técnico.
Domenicali es un 'producto de la casa', y su experiencia se circunscribe a Ferrari. De cuarenta y cinco años, lleva solo cuatro al máximo nivel. Todt llegó con tres más, y un amplio currículo de gestión y victorias en el Mundial de Rallies, Dakar y Le Mans. En cuanto a Costa, aunque eficaz e inteligente,
nunca se mostró como un ingeniero de ideas rompedoras que permitieran destacar a Ferrari. Y frente al genio de
Adrian Newey hace falta otra agresividad técnica. No se ganan títulos a base de copiar. Desde que terminara la 'guerra de neumáticos' entre Michelin y Bridgestone en la que Ferrari se beneficiaba de la exclusividad japonesa, no ha vuelto a marcar el ritmo a sus rivales.
El tiempo dirá si esta foto esbozada con trazo grueso adquiere mayor nitidez, y será necesario un agresivo bisturí de cirujano a final de año. De momento, este comienzo de temporada y la carrera de China han puesto en dolorosa evidencia que Ferrari necesita acudir de nuevo a
esa especial energía que le distingue, a esa épica a la que se acude en los momentos de crisis. Repasemos la hemeroteca y la dinámica deportiva desde 2006 para confirmarlo.
En 2011 toca otra vez una tarea semejante desde una posición ya complicada. Aún queda margen de maniobra. El radical cambio de fortuna de McLaren –
Hamilton se autodescartaba para el título en los entrenamientos de Barcelona- invita a creer en los milagros.
Porque Ferrari necesita un cambio de rumbo técnico tan radical como el de McLaren. Sobre todo, para no tener que dar la razón a Flavio Briatore tan pronto. En España, habrá que ver cómo se digiere si esto ocurriera. Crucemos los dedos, y confiemos una vez más en la épica de Ferrari.
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