Hola Safetys, abro este post para contaros la increíble experiencia que viví el pasado sábado en el Circuit de Catalunya gracias a la amabilidad de Ciutat Hotels
Hace un mes, más o menos, se puso en contacto conmigo Anabel, la responsable de atención a los clientes de estos, más que buenos, hoteles, además de piloto. Me propuso, si queríamos conocer sus instalaciones tanto fuera del Circuit, sus hoteles, como dentro, un palco privado en la grada principal, justo delante de boxes, llamado Suit Gold.
Comentar antes de nada, que en uno de estos hoteles, concretamente en el Ciutat de Granollers, se suelen alojar algunos miembros de los equipos de F1, durante los entrenos y carreras, aparte de equipos de muchas otras categorías del motor. En nuestra visita nos encontramos con Eduardo Bandinelli, uno de los dos fisios personales de Fernando Alonso.
Una vez visto el hotel, muy recomendable por precio e instalaciones, tienen un spa más que majo, nos fuimos al Circuit junto con otro invitado de excepción, Jose Armando Gómez, periodista que escribe para motor.es o Autobild.
Lo primero que hicimos nada más llegar al Circuit, fue visitar la Suit Gold, el palco privado. Nos tomamos un refresco, compartimos un rato agradable viendo pasar por la recta de meta unos cuantos coches, unas pruebas de Pis Stop y nos dirigimos hacia el Paddock.
En el Paddock hicimos unas cuantas fotos, como estas a mecánicos de Mercedes, controlando las ruedas, o al camión de Ferrari, además de tomar un refrigerio en el Motor Home de Toro Rosso, el único que está abierto al público en general, así que si tenéis la oportunidad de visitar el Paddock ya sabéis donde podéis entrar.
Después de visitar el Paddock, estuvimos un rato en la “terraza”, la parte de arriba del edificio de Boxes, desde donde se pueden ver los coches desde una perspectiva diferente y hacer unas fotos tan bonitas como estas.
Una vez hechas las fotos, nos ofrecieron una vuelta en autobús por los viales de servicio del Circuit, por donde mueven los coches cuando alguno se queda tirado o hay accidente. Esta experiencia fue increíble al ver los coches a menos de 2 metros y a 300 km/h. Desde aquí pude hacer fotos como esta:
Una vez acabada la vuelta en autobús, nos dieron un rato de “libertad” y nos acercamos a la grada de la Curva 10, donde descubrimos al mecánico de Mercedes con su libretita, apuntando historias cada vez que pasaba Hamilton. Conseguí hacerle una foto a la libreta, pero no entiendo nada de nada de lo que pone, os animo a descifrarlo.
Tras este rato en la grada, nos dirigimos al Pit Wall, o lo que es lo mismo, la calle de boxes. De aquí poco señalable, ya que cierran los boxes a cal y canto y lo único que se puede fotografiar son maquetas antiguas, o la línea de meta de muy cerca, por la que esperemos que pase Fernando Alonso el primero en Mayo o las panallas de los muros de algunos equipos donde vimos los tiempos que llevaban del día.
Después nos fuimos a comer, a descansar, un poco de turismo y a casa.
La verdad es que fue una gran experiencia, ya solo nos queda agradecer de nuevo a Anabel y a Ciutat Hotels el detalle que han tenido y deseando que algún día pueda repetirse de la manera que sea.
Hace un mes, más o menos, se puso en contacto conmigo Anabel, la responsable de atención a los clientes de estos, más que buenos, hoteles, además de piloto. Me propuso, si queríamos conocer sus instalaciones tanto fuera del Circuit, sus hoteles, como dentro, un palco privado en la grada principal, justo delante de boxes, llamado Suit Gold.
Comentar antes de nada, que en uno de estos hoteles, concretamente en el Ciutat de Granollers, se suelen alojar algunos miembros de los equipos de F1, durante los entrenos y carreras, aparte de equipos de muchas otras categorías del motor. En nuestra visita nos encontramos con Eduardo Bandinelli, uno de los dos fisios personales de Fernando Alonso.
Una vez visto el hotel, muy recomendable por precio e instalaciones, tienen un spa más que majo, nos fuimos al Circuit junto con otro invitado de excepción, Jose Armando Gómez, periodista que escribe para motor.es o Autobild.
Lo primero que hicimos nada más llegar al Circuit, fue visitar la Suit Gold, el palco privado. Nos tomamos un refresco, compartimos un rato agradable viendo pasar por la recta de meta unos cuantos coches, unas pruebas de Pis Stop y nos dirigimos hacia el Paddock.
En el Paddock hicimos unas cuantas fotos, como estas a mecánicos de Mercedes, controlando las ruedas, o al camión de Ferrari, además de tomar un refrigerio en el Motor Home de Toro Rosso, el único que está abierto al público en general, así que si tenéis la oportunidad de visitar el Paddock ya sabéis donde podéis entrar.
Después de visitar el Paddock, estuvimos un rato en la “terraza”, la parte de arriba del edificio de Boxes, desde donde se pueden ver los coches desde una perspectiva diferente y hacer unas fotos tan bonitas como estas.
Una vez hechas las fotos, nos ofrecieron una vuelta en autobús por los viales de servicio del Circuit, por donde mueven los coches cuando alguno se queda tirado o hay accidente. Esta experiencia fue increíble al ver los coches a menos de 2 metros y a 300 km/h. Desde aquí pude hacer fotos como esta:
Una vez acabada la vuelta en autobús, nos dieron un rato de “libertad” y nos acercamos a la grada de la Curva 10, donde descubrimos al mecánico de Mercedes con su libretita, apuntando historias cada vez que pasaba Hamilton. Conseguí hacerle una foto a la libreta, pero no entiendo nada de nada de lo que pone, os animo a descifrarlo.
Tras este rato en la grada, nos dirigimos al Pit Wall, o lo que es lo mismo, la calle de boxes. De aquí poco señalable, ya que cierran los boxes a cal y canto y lo único que se puede fotografiar son maquetas antiguas, o la línea de meta de muy cerca, por la que esperemos que pase Fernando Alonso el primero en Mayo o las panallas de los muros de algunos equipos donde vimos los tiempos que llevaban del día.
Después nos fuimos a comer, a descansar, un poco de turismo y a casa.
La verdad es que fue una gran experiencia, ya solo nos queda agradecer de nuevo a Anabel y a Ciutat Hotels el detalle que han tenido y deseando que algún día pueda repetirse de la manera que sea.