29-11-2014, 11:01
UN AÑO DE ÉXITOS, PERO TAMBIÉN DE INCERTIDUMBRE
"Este año ha sido una verdadera montaña rusa emocional para mí y, a veces, era difícil mantener la concentración en ganar”. Así respiraba aliviado Carlos Sainz en el comunicado oficial de Red Bull que confirmaba su paso a la Fórmula 1 después de haber pasado en 2014 por todas las emociones posibles. Hasta la de verse sin asiento en Toro Rosso a pesar de lograr el título de las World Series y los objetivos establecidos por Red Bull.
“Suena el teléfono y es Helmut Marko al otro lado. Supuesto A: el volante del Toro Rosso es para otro piloto”, le preguntábamos a Sainz en su última visita a El Confidencial. “Sería un palo, un palo muy gordo, porque después de lo que he conseguido este año, que no me confirmen, desde mi punto de vista y hacia adentro, sería una injusticia porque creo que no he podido hacer más para merecérmelo. Vería la Fórmula 1 con otros ojos”, contestaba el piloto español ante la incertidumbre en la que vivía. Su camino no estuvo nada claro -más bien al contrario- desde que Helmut Marko se lanzó como un halcón a cazar a Max Verstappen, a quien el austríaco considera el “nuevo Ayrton Senna” y también el compañero de Sainz en 2015.
EL 'TORTAZO' DE VERSTAPPEN
Prácticamente todos los pilotos del Red Bull Junior Team han tenido un camino más directo hacia Toro Rosso aún no ganando las World Series, como Ricciardo o Vergne; a Jaime Alguersuari incluso le tiraron en paracaídas y sin el menor aviso. En el caso de Sainz, a medida que se acercaba al objetivo establecido por Red Bull, los obstáculos y la incertidumbre fueron creciendo según avanzaba la temporada.
El primero y principal fue el fichaje de Verstappen en agosto. El joven holandés pasaba por encima del español con solo media temporada de monoplazas a sus espaldas. Sainz se vio desplazado de sus opciones incluso cuando el título de las World Series estaba cada vez más cerca. El golpe psicológico fue demoledor y hasta Fernando Alonso le dedicó un tuit de apoyo: “La próxima foto que ponga juntos ha de ser en una parrilla de salida de F-1 con la visera bajada, ¿ok?”. En la imagen que acompañaba el mensaje se veía al asturiano con un Sainz niño que empezaba a competir en el karting.
Al fichaje del holandés se unió una racha en el campeonato donde veía como su diferencia frente a Roberto Merhi caía sólo a los 16 puntos desde Moscú a Hungría, a falta de dos para el final de temporada. Sainz pasó por un mal momento anímico que también se correspondió con el deportivo. En Francia, penúltima prueba, Sainz soportaba una presión extrema, pero supo responder y logró el doblete de victorias que resultó vital para lograr el título.
RED BULL, LA PRESIÓN Y EL DESPISTE
Por el camino, Helmut Marko había presionado para que Sainz se subiera a Caterham en las últimas carreras de la temporada, pero ante el riesgo deportivo y económico se rechazó la oferta. Red Bull tampoco garantizaba al piloto madrileño el salto a la Fórmula 1. Ante la situación, se comenzó a sondear otras opciones en diferentes equipos para descubrir los estratosféricos presupuestos que se pedían y las escasas opciones disponibles, sobre todo con la desaparición de Marussia y Toro Rosso. Entonces, la inesperada decisión de Sebastian Vettel abrió una oportunidad. De haber seguido el alemán en Red Bull, hoy sería otro el destino de Sainz.
El paso de Kvyat a Red Bull, rápidamente anunciado, dejaba a Sainz como la mejor opción para Toro Rosso. Sin embargo, IPIC (propietario de Cepsa) comenzó a replantearse su presencia en el equipo. Red Bull empezó a jugar a un juego de la presión y despiste para buscar que la petrolera reconsiderase su decisión con Sainz como posible ‘rehén’. Quizás el de Red Bull era sólo un juego de cara a la galería y pensaba en el español, pero aprovechó la oportunidad.
Con la llegada de Verstappen se anunció el adiós de Jean Eric Vergne en agosto y se comenzó a dar alas a su candidatura como una forma de mantener una continuidad técnica ante la inexperiencia de Verstappen. Alex Lynn, Pierre Gasly e incluso otros pilotos en los escalones inferiores del Junior Team sonaban también para el puesto.
Al final, la petrolera seguirá patrocinando al equipo italiano. Pero Red Bull esperó a los entrenamientos de esta semana con Red Bull. “El test de Abu Dabhi en el Fórmula 1 fue lo que realmente nos confirmó que era el hombre adecuado para el asiento”, declaraba ayer Helmut Marko, confirmó que está listo para la Fórmula 1, tuvo un test muy exitoso, hizo cien vueltas, la velocidad buen buena, el reporte técnico fue bueno, ha hecho todo lo que espereábamos, así que diría que es la elección natural”.
“Supuesto B: “Carlos, eres tú el elegido…”
Sainz iba a correr con Alonso una carrera de karts de 24 horas en Dubai tras los entrenamientos con Red Bull, cuando fue llamado a finalmente a Austria “Me debes unas 24 horas”, le reprochaba ayer Alonso en su tuit de felicitación.
“Supuesto B: “Carlos, eres tú el elegido…”, le preguntábamos también a Sainz en la última entrevista: “Le contestaría (a Marko) : “Has hecho lo correcto, no te preocupes, tienes un campeón delante y voy a hacer todo lo que sea por demostrártelo y por algún día poder devolverte esta oportunidad en forma de resultados”. Ahora es su turno para demostrarlo.
Fernando Alonso y Carlos Sainz podrán finalmente hacerse esa foto juntos, en el próximo Gran Premio de Australia. Y con la visera bajada.
elconfidencial.com
"Este año ha sido una verdadera montaña rusa emocional para mí y, a veces, era difícil mantener la concentración en ganar”. Así respiraba aliviado Carlos Sainz en el comunicado oficial de Red Bull que confirmaba su paso a la Fórmula 1 después de haber pasado en 2014 por todas las emociones posibles. Hasta la de verse sin asiento en Toro Rosso a pesar de lograr el título de las World Series y los objetivos establecidos por Red Bull.
“Suena el teléfono y es Helmut Marko al otro lado. Supuesto A: el volante del Toro Rosso es para otro piloto”, le preguntábamos a Sainz en su última visita a El Confidencial. “Sería un palo, un palo muy gordo, porque después de lo que he conseguido este año, que no me confirmen, desde mi punto de vista y hacia adentro, sería una injusticia porque creo que no he podido hacer más para merecérmelo. Vería la Fórmula 1 con otros ojos”, contestaba el piloto español ante la incertidumbre en la que vivía. Su camino no estuvo nada claro -más bien al contrario- desde que Helmut Marko se lanzó como un halcón a cazar a Max Verstappen, a quien el austríaco considera el “nuevo Ayrton Senna” y también el compañero de Sainz en 2015.
EL 'TORTAZO' DE VERSTAPPEN
Prácticamente todos los pilotos del Red Bull Junior Team han tenido un camino más directo hacia Toro Rosso aún no ganando las World Series, como Ricciardo o Vergne; a Jaime Alguersuari incluso le tiraron en paracaídas y sin el menor aviso. En el caso de Sainz, a medida que se acercaba al objetivo establecido por Red Bull, los obstáculos y la incertidumbre fueron creciendo según avanzaba la temporada.
El primero y principal fue el fichaje de Verstappen en agosto. El joven holandés pasaba por encima del español con solo media temporada de monoplazas a sus espaldas. Sainz se vio desplazado de sus opciones incluso cuando el título de las World Series estaba cada vez más cerca. El golpe psicológico fue demoledor y hasta Fernando Alonso le dedicó un tuit de apoyo: “La próxima foto que ponga juntos ha de ser en una parrilla de salida de F-1 con la visera bajada, ¿ok?”. En la imagen que acompañaba el mensaje se veía al asturiano con un Sainz niño que empezaba a competir en el karting.
Al fichaje del holandés se unió una racha en el campeonato donde veía como su diferencia frente a Roberto Merhi caía sólo a los 16 puntos desde Moscú a Hungría, a falta de dos para el final de temporada. Sainz pasó por un mal momento anímico que también se correspondió con el deportivo. En Francia, penúltima prueba, Sainz soportaba una presión extrema, pero supo responder y logró el doblete de victorias que resultó vital para lograr el título.
RED BULL, LA PRESIÓN Y EL DESPISTE
Por el camino, Helmut Marko había presionado para que Sainz se subiera a Caterham en las últimas carreras de la temporada, pero ante el riesgo deportivo y económico se rechazó la oferta. Red Bull tampoco garantizaba al piloto madrileño el salto a la Fórmula 1. Ante la situación, se comenzó a sondear otras opciones en diferentes equipos para descubrir los estratosféricos presupuestos que se pedían y las escasas opciones disponibles, sobre todo con la desaparición de Marussia y Toro Rosso. Entonces, la inesperada decisión de Sebastian Vettel abrió una oportunidad. De haber seguido el alemán en Red Bull, hoy sería otro el destino de Sainz.
El paso de Kvyat a Red Bull, rápidamente anunciado, dejaba a Sainz como la mejor opción para Toro Rosso. Sin embargo, IPIC (propietario de Cepsa) comenzó a replantearse su presencia en el equipo. Red Bull empezó a jugar a un juego de la presión y despiste para buscar que la petrolera reconsiderase su decisión con Sainz como posible ‘rehén’. Quizás el de Red Bull era sólo un juego de cara a la galería y pensaba en el español, pero aprovechó la oportunidad.
Con la llegada de Verstappen se anunció el adiós de Jean Eric Vergne en agosto y se comenzó a dar alas a su candidatura como una forma de mantener una continuidad técnica ante la inexperiencia de Verstappen. Alex Lynn, Pierre Gasly e incluso otros pilotos en los escalones inferiores del Junior Team sonaban también para el puesto.
Al final, la petrolera seguirá patrocinando al equipo italiano. Pero Red Bull esperó a los entrenamientos de esta semana con Red Bull. “El test de Abu Dabhi en el Fórmula 1 fue lo que realmente nos confirmó que era el hombre adecuado para el asiento”, declaraba ayer Helmut Marko, confirmó que está listo para la Fórmula 1, tuvo un test muy exitoso, hizo cien vueltas, la velocidad buen buena, el reporte técnico fue bueno, ha hecho todo lo que espereábamos, así que diría que es la elección natural”.
“Supuesto B: “Carlos, eres tú el elegido…”
Sainz iba a correr con Alonso una carrera de karts de 24 horas en Dubai tras los entrenamientos con Red Bull, cuando fue llamado a finalmente a Austria “Me debes unas 24 horas”, le reprochaba ayer Alonso en su tuit de felicitación.
“Supuesto B: “Carlos, eres tú el elegido…”, le preguntábamos también a Sainz en la última entrevista: “Le contestaría (a Marko) : “Has hecho lo correcto, no te preocupes, tienes un campeón delante y voy a hacer todo lo que sea por demostrártelo y por algún día poder devolverte esta oportunidad en forma de resultados”. Ahora es su turno para demostrarlo.
Fernando Alonso y Carlos Sainz podrán finalmente hacerse esa foto juntos, en el próximo Gran Premio de Australia. Y con la visera bajada.
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No se construirá una nueva era con las armas,sino con las manos que las llevan