13-02-2011, 10:06
Alonso, honesto y auténtico
Raúl Romojaro
Cuando se está en la cima del mundo, los demás te miran desde abajo. Ello provoca conflictos, envidias y también, desde luego, admiración. Un entorno en el que se ha desenvuelto Fernando Alonso desde que era un crío. Corría en kárting y ya debía ofrecer lo mejor, porque de ello dependía su supervivencia; llegó a la élite de la F-1 y debió seguir con esa exigencia máxima para hacerse con un espacio donde nunca antes los españoles lo habían tenido. Y no defraudó. Nos regaló dos títulos y quiere más, pero siempre arropado por ese manto de la controversia que parece arropar a los que marcan las diferencias, desde Cristiano Ronaldo a Lorenzo. Es otro de los tributos que tienen que pagar los que consiguen llegar a ser grandes entre los grandes
Hoy tenemos aquí, en estas páginas, al Alonso más cercano y sincero, el que tantos cuestionan y otros muchos idolatran. Manuel Franco le desnuda para nosotros, descubriendo al hombre ambicioso, honesto y auténtico que se mantiene fiel a sus planteamientos, a su filosofía de vida. Todo o nada, vencer o morir. Es lo que da sentido a su existencia y sólo por ello merece el máximo respeto y consideración. Pero es que además esa vocación de ganador va adornada por un talento descomunal, fuera de toda duda y reconocido de forma unánime. Sólo por ello deberíamos felicitarnos de tenerlo de nuestro lado, de que sea de los de casa. Pero es que, además, sigo plenamente convencido de que lo mejor está por llegar Mientras, disfrutemos de este tránsito hacia la gloria.
Raúl Romojaro
Cuando se está en la cima del mundo, los demás te miran desde abajo. Ello provoca conflictos, envidias y también, desde luego, admiración. Un entorno en el que se ha desenvuelto Fernando Alonso desde que era un crío. Corría en kárting y ya debía ofrecer lo mejor, porque de ello dependía su supervivencia; llegó a la élite de la F-1 y debió seguir con esa exigencia máxima para hacerse con un espacio donde nunca antes los españoles lo habían tenido. Y no defraudó. Nos regaló dos títulos y quiere más, pero siempre arropado por ese manto de la controversia que parece arropar a los que marcan las diferencias, desde Cristiano Ronaldo a Lorenzo. Es otro de los tributos que tienen que pagar los que consiguen llegar a ser grandes entre los grandes
Hoy tenemos aquí, en estas páginas, al Alonso más cercano y sincero, el que tantos cuestionan y otros muchos idolatran. Manuel Franco le desnuda para nosotros, descubriendo al hombre ambicioso, honesto y auténtico que se mantiene fiel a sus planteamientos, a su filosofía de vida. Todo o nada, vencer o morir. Es lo que da sentido a su existencia y sólo por ello merece el máximo respeto y consideración. Pero es que además esa vocación de ganador va adornada por un talento descomunal, fuera de toda duda y reconocido de forma unánime. Sólo por ello deberíamos felicitarnos de tenerlo de nuestro lado, de que sea de los de casa. Pero es que, además, sigo plenamente convencido de que lo mejor está por llegar Mientras, disfrutemos de este tránsito hacia la gloria.