01-10-2010, 09:36
Red Bull materializaba ayer el que posiblemente ha sido su mayor error durante esta temporada, y eso que lleva a lomos unos cuantos, porque tras el término de la carrera que abre el paréntesis asiáticó de final de sesión, nos encontramos conque uno de sus pilotos lidera el mundial de conductores sin ser el tipo adecuado, y el otro, el que disfruta de todas las bendiciones de la escudería, ocupa la cuarta posición, a ventiún puntos de su compañero, pero faltando tan sólo 4 carreras.
Cabe decir que si Red Bull hubiera elegido en Singapur una estrategia que beneficiara a Webber en detrimento de Vettel, es decir, posibilitando que el australiano entrara segundo en vez de tercero, el asunto habría cambiado aparentemente poco: Mark seguiría siendo primero (con 205 puntos en vez de 202), y su compi alemán continuaría ocupando la cuarta plaza de la tabla general (con 178 puntos en vez de los 181 que tiene ahora). Aunque a mi modo de ver todo habría cambiado mucho, pues la hipotética situación planteada como alternativa afectaría directamente a la escenografía en que se desenvuelve el equipo austriaco, ayudando a afianzar las opciones que todavía quedan de cara a la obtención del campeonato.
Confianza. Sí, estoy hablando de confianza, y también de márgenes de reacción, puesto que a resultas de la ocasión desperdiciada, estratégicamente se ha dado un paso atrás, y descomunal, si se me permite la grandilocuencia, porque por evitar que Sebastian quedara descolgado de la pelea contra su compañero de escuadra (¿alguien lo duda?), lo que se ha obtenido a cambio es un líder del campeonato que tiene demasiado claro que lucha contra su propio equipo, sumido en la desconfianza, por tanto, que se ve además en la necesidad de aguantar como pueda y en solitario a un cohete cuyos flancos van adornados con el dorsal número 8 que no va a perdonar ni una miserable oportunidad de sacar tajada de cualquier debilidad mostrada por sus rivales, porque apenas queda tiempo.
¿Hacía falta haber llegado a este escenario? Pues sinceramente pienso que no, a pesar de que me pliego a los dictámenes de los doctores de la Iglesia (al parecer en Red Bull hay muchos) y acepto pulpo como animal de compañía, aunque a regañadientes, porque lo que me sugiere la razón es que a falta de un buen saldo de puntos ayer debería haber primado en la cabeza de Horner un pragmatismo a prueba de bombas, y no una chanfaina como la copa de un pino, resultado que bajo mi humilde entendimiento es lo que ha sido todo esto de dejar a Webber sólo frente a lo que se avecina y asfixiado por la sensación de que haga lo que haga va a tener que hacerlo solo.
¿Podrá Vettel superar la reválida? ¿Llegará entero al final del campeonato? No, no lo veo, ni medio ni al completo de claro, porque gracias a la inoperancia y miopía cortoplacista de Red Bull, él también tendrá que navegar en solitario. ¿Podrá Webber aguantar la apuesta? Pues habrá que verlo...
Qué queréis que os diga si se me está terminando el espacio, lo mismo que al principio: que ayer Red Bull materializaba el que posiblemente haya sido su mayor error durante esta temporada, y eso que lleva encima unos cuantos.
¡Que Dios los coja confesados, y que reparta suerte! Total, si no es este año, otro año será, ¿no?
Fuente:http://elinfiernoverde.blogspot.com/
FORZA FERNANDO y FORZA FERRARI.