10-09-2014, 13:54
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 10-09-2014, 13:59 por German Sanchez.)
Aquí os dejo este excelente artículo de Javier Rubio en El Confidencial.
Quizás debería estar también en el fantástico hilo que abrió el Abuelo recopilando piropos sobre ALO.
ES EL GUERRERO QUE HAY EN ALONSO LO QUE ADMIRO POR ENCIMA DE TODO
Altas horas de la noche, Monza, el circuito vacío, viene Andrea Stella con una nube de datos de telemetría para enseñar a su piloto, que está cenando con compañía, pero tiene todavía ganas de analizarlos con concentración total tras un largo día…Fin de semana desastroso, desmoralizante, y el mismo lunes por la mañana salta otro foto en Twitter con su cara, y en el suelo, el escudo de Ferrari. “Hoy vuelta al trabajo” se puede leer. Nico Rosberg había lanzado otra la misma noche de la carrera. Estaba en Ibiza, tomando un helado.
Sus entrenamientos físicos son implacables, te cuentan las decenas de combinaciones diferentes de carrera que llega a probar en su simulador personal en cada jornada, por no hablar del oficial de Ferrari, horas hasta caerse las pestañas. Te llegan detalles de su absoluta dedicación a su trabajo…Y sí, vale, como decía Vettel, para todos los pilotos de Fórmula 1 es una entrega de 24/7, dedicación total. Pero te reafirmas otra vez cuando lees la pregunta que le hacía Rob Smedley, antiguo ingeniero de Felipe Massa en Ferrari, en la entrevista de la revista británica F1 Racing:
“¿Por qué no te tomaste nunca una semana libre? ¿Y por qué hiciste mi vida tan complicada?”
Como un verdadero perro de presa, todavía en 2015
Y entonces, sí, parece que la leyenda es cierta. Que la entrega obsesiva de Fernando Alonso es como te cuentan, superando los estándares exagerados del ya salvajemente competitivo mundo de la Fórmula 1. “Sí, he trabajado duro, y todavía lo hago...”, le contestaba el piloto español.
Tras el fiasco del pasado fin de semana en Monza, tras la recurrente desilusión de estos años, cabe preguntarse de dónde nace ese venero que alimenta tanta capacidad de automotivación y dedicación. Para afrontar tantas horas volcadas en cuestiones técnicas, viajes, simuladores, actos de promoción, preparación física... Rodeado además de una presión formidable, que quita la respiración a poco que uno tenga la oportunidad de percibirla de cerca.
Se recuerda, por ejemplo, el caso de Mika Hakkinen, que hubo de retirarse porque se había quedado sin energía física y psíquica para seguir después de una década en la Fórmula 1, según propia confesión. Uno piensa entonces en ese chaval que debutó en Minardi en 2001, y que sigue como un verdadero perro de presa en 2014 cuando, paradójicamente, crece la dimensión de su figura según se han escapado los títulos con el equipo más carismático de todos.
"¿Cómo mantienes tu consistencia..?"
No se trata de rodear de incienso al interesado, sino comprender las claves de semejante rocosidad psicológica y desempeño deportivo en condiciones técnicas muy diferentes, al más alto nivel durante tanto tiempo. En el mencionado artículo otro ex piloto, David Coulthard le interrogaba directamente al interesado por esa pregunta que todos nos hacemos “¿Cómo mantienes tu consistencia cuando el material no está a la altura de tu nivel de rendimiento?”
“Es cuestión de mantenerla alta intentando establecer nuevos objetivos cada fin de semana, porque el rendimiento que puedes tener es diferente, así que hace falta readaptarse y lograr lo que se supone que es el máximo. Y sabes, odio perder, así que esto es suficiente para mantenerme motivado, incluso si es una lucha por la sexta o séptima posición, mejor sexto que séptimo, esto es suficiente para mantenerme motivado”.
Por ello, Alonso no puede ser un compañero de viaje cómodo para un equipo como Ferrari, donde a la pasión y los medios quedan menguados por las ineficiencias organizativas. Debe ser extremadamente duro ver cómo, año tras año, los mismas carencias han producido las mismas decepciones.
Vuelta a boxes, paseo a pie, agachada la cabeza, el casco todavía puesto
Daniil Kvyat le preguntaba en el reportaje por cómo se sintió después de “aquellas oportunidades perdidas” de 2010 y 2102. Hay que leer la respuesta de Alonso para comprender lo que tuvo que resultar aquello. Especialmente en el segundo año, donde hasta periodistas británicos especializados declaraban, a mitad de temporada, que si Alonso lograba ese título sería uno de los mayores logros en la historia de la Fórmula 1, dado el diferencial de rendimiento entre Ferrari y Red Bull y la decisiva aportación del piloto. Por muy poco…
El pasado fin de semana resultaba triste ver su imagen caminando de vuelta a boxes, agachada la cabeza, el casco todavía puesto. Y ese obligado tercer título, se antoja hoy lejano. Pero esa foto del dìa siguiente en Maranelllo volvía a recordarnos que la clave de Alonso reside en un fuego interior que solo se agotará con el agua de la victoria, de ese tercer título.
Y para iluminar ese fuego con palabras, nos acogeremos a una frase de uno de los más prestigiosos periodistas británicos, muy crítico en el pasado con el propio Alonso, pero también sincero en su admiración del presente. Y la traemos antes en inglés porque la compartimos plenamente y, hay que reconocerlo, también suena magníficamente. “Is the warrior in Alonso that I admire most of all”. O lo que es lo mismo, “es el guerrero en hay en Alonso lo que admiro por encima de todo…”. Amén.
Fuente: El Confidencial
Quizás debería estar también en el fantástico hilo que abrió el Abuelo recopilando piropos sobre ALO.
ES EL GUERRERO QUE HAY EN ALONSO LO QUE ADMIRO POR ENCIMA DE TODO
Altas horas de la noche, Monza, el circuito vacío, viene Andrea Stella con una nube de datos de telemetría para enseñar a su piloto, que está cenando con compañía, pero tiene todavía ganas de analizarlos con concentración total tras un largo día…Fin de semana desastroso, desmoralizante, y el mismo lunes por la mañana salta otro foto en Twitter con su cara, y en el suelo, el escudo de Ferrari. “Hoy vuelta al trabajo” se puede leer. Nico Rosberg había lanzado otra la misma noche de la carrera. Estaba en Ibiza, tomando un helado.
Sus entrenamientos físicos son implacables, te cuentan las decenas de combinaciones diferentes de carrera que llega a probar en su simulador personal en cada jornada, por no hablar del oficial de Ferrari, horas hasta caerse las pestañas. Te llegan detalles de su absoluta dedicación a su trabajo…Y sí, vale, como decía Vettel, para todos los pilotos de Fórmula 1 es una entrega de 24/7, dedicación total. Pero te reafirmas otra vez cuando lees la pregunta que le hacía Rob Smedley, antiguo ingeniero de Felipe Massa en Ferrari, en la entrevista de la revista británica F1 Racing:
“¿Por qué no te tomaste nunca una semana libre? ¿Y por qué hiciste mi vida tan complicada?”
Como un verdadero perro de presa, todavía en 2015
Y entonces, sí, parece que la leyenda es cierta. Que la entrega obsesiva de Fernando Alonso es como te cuentan, superando los estándares exagerados del ya salvajemente competitivo mundo de la Fórmula 1. “Sí, he trabajado duro, y todavía lo hago...”, le contestaba el piloto español.
Tras el fiasco del pasado fin de semana en Monza, tras la recurrente desilusión de estos años, cabe preguntarse de dónde nace ese venero que alimenta tanta capacidad de automotivación y dedicación. Para afrontar tantas horas volcadas en cuestiones técnicas, viajes, simuladores, actos de promoción, preparación física... Rodeado además de una presión formidable, que quita la respiración a poco que uno tenga la oportunidad de percibirla de cerca.
Se recuerda, por ejemplo, el caso de Mika Hakkinen, que hubo de retirarse porque se había quedado sin energía física y psíquica para seguir después de una década en la Fórmula 1, según propia confesión. Uno piensa entonces en ese chaval que debutó en Minardi en 2001, y que sigue como un verdadero perro de presa en 2014 cuando, paradójicamente, crece la dimensión de su figura según se han escapado los títulos con el equipo más carismático de todos.
"¿Cómo mantienes tu consistencia..?"
No se trata de rodear de incienso al interesado, sino comprender las claves de semejante rocosidad psicológica y desempeño deportivo en condiciones técnicas muy diferentes, al más alto nivel durante tanto tiempo. En el mencionado artículo otro ex piloto, David Coulthard le interrogaba directamente al interesado por esa pregunta que todos nos hacemos “¿Cómo mantienes tu consistencia cuando el material no está a la altura de tu nivel de rendimiento?”
“Es cuestión de mantenerla alta intentando establecer nuevos objetivos cada fin de semana, porque el rendimiento que puedes tener es diferente, así que hace falta readaptarse y lograr lo que se supone que es el máximo. Y sabes, odio perder, así que esto es suficiente para mantenerme motivado, incluso si es una lucha por la sexta o séptima posición, mejor sexto que séptimo, esto es suficiente para mantenerme motivado”.
Por ello, Alonso no puede ser un compañero de viaje cómodo para un equipo como Ferrari, donde a la pasión y los medios quedan menguados por las ineficiencias organizativas. Debe ser extremadamente duro ver cómo, año tras año, los mismas carencias han producido las mismas decepciones.
Vuelta a boxes, paseo a pie, agachada la cabeza, el casco todavía puesto
Daniil Kvyat le preguntaba en el reportaje por cómo se sintió después de “aquellas oportunidades perdidas” de 2010 y 2102. Hay que leer la respuesta de Alonso para comprender lo que tuvo que resultar aquello. Especialmente en el segundo año, donde hasta periodistas británicos especializados declaraban, a mitad de temporada, que si Alonso lograba ese título sería uno de los mayores logros en la historia de la Fórmula 1, dado el diferencial de rendimiento entre Ferrari y Red Bull y la decisiva aportación del piloto. Por muy poco…
El pasado fin de semana resultaba triste ver su imagen caminando de vuelta a boxes, agachada la cabeza, el casco todavía puesto. Y ese obligado tercer título, se antoja hoy lejano. Pero esa foto del dìa siguiente en Maranelllo volvía a recordarnos que la clave de Alonso reside en un fuego interior que solo se agotará con el agua de la victoria, de ese tercer título.
Y para iluminar ese fuego con palabras, nos acogeremos a una frase de uno de los más prestigiosos periodistas británicos, muy crítico en el pasado con el propio Alonso, pero también sincero en su admiración del presente. Y la traemos antes en inglés porque la compartimos plenamente y, hay que reconocerlo, también suena magníficamente. “Is the warrior in Alonso that I admire most of all”. O lo que es lo mismo, “es el guerrero en hay en Alonso lo que admiro por encima de todo…”. Amén.
Fuente: El Confidencial
Siempre con Fernando, año tras año.
Un imbécil que lee mucho no reduce un ápice su imbecilidad. Si acaso, se convierte en un imbécil leído.