08-01-2013, 23:48
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 08-01-2013, 23:49 por Melife1.)
LUNES, 7 DE ENERO DE 2013
Lo que diga Pedro
Jose Tellaetxe (Orroe)
La lucha por los primeros puestos del campeonato de constructores tiene un trasfondo crematísitico nada desdeñable, tanto es así, que de cada posición obtenida en la tabla dependen los pecunios que cobrará cada escudería del cofre del tesoro de Bernie.
En aplicación de aquello del tanto tienes, tanto vales, la lógica más aplastante se impone al visualizar el escenario propuesto, ya que los equipos más grandes siempre dispondrán de mejores armas porque tienen más dinero, y obviamente, con él, contarán con mayores posibilidades para volver a llenar sus bolsillos bajo el amparo de un sistema que en apariencia favorece la lucha entre iguales, pero que a la postre, resulta tremendamente perverso.
Pior h o por b, soy de la opinión de que todos los integrantes de la parrilla contribuyen en mayor o menor medida al conjunto del espectáculo deportivo que ofrece la F1, y que ya existe suficiente premio en aparecer más minutos en televisión o en espacios más grandes en los periódicos o prensa especializada, o en contenidos que se desperdigan por Internet a la de tres, etcétera, dado que la presencia mediática, la visibilidad que dicen, siempre ha sido un valor de cambio con el cual convencer a los patrocinadores para que aflojen la pasta, pues estos también contribuyen al sostenimiento de los equipos, no lo olvidemos.
No me distraigo que me veo metiendo a Rodrigo Rato y su nuevo trabajo en cualquier frase. En fin, quería decir con todo esto que llevo escrito, que el sistema de marras me parece lo suficientemente cabroncete como para sospechar sin temor a errar que pretende perpetuar un estado de cosas ya apalabrado entre los grandes y el mandamás del asunto (sí, ya sé que no descubro nada nuevo, pero no me negaréis que queda la mar de literario), y que del cuarto puesto de la tabla para abajo, lo que hay es una serie de zanahorias de diferentes tamaños por las que pelearán los diferentes equipos llamados menores con uñas y dientes, para pasar septiembre de cada temporada sin tener que sufrir el agua al cuello.
Y el tema tiene su aquél, porque precisamente es en la zona media y baja de la parrilla donde mayor espectáculo se produce, donde mayor cantidad de adelantamientos se originan, y en definitiva donde hay siempre más salsilla aunque las realizaciones televisivas de los Grandes Premios la utilicen para soslayar el muermo que acontece año tras año, carrera tras carrera, campeonato tras campeonato, en los primeros puestos, salvo en contadas ocasiones.
Por fortuna sé que Bernie no me lee, pero ya que voy lanzado, me gustaría apuntar la idea de que tal vez un sistema más igualitario, con un reparto menos desigual, con las mismas zanahorias al alcance de las manos de todos, vamos, el espectáculo podría incluso mejorar.
En todo caso, y como siempre, yo, lo que diga Pedro.
http://elinfiernoverde.blogspot.com.es/2...pedro.html
Lo que diga Pedro
Jose Tellaetxe (Orroe)
La lucha por los primeros puestos del campeonato de constructores tiene un trasfondo crematísitico nada desdeñable, tanto es así, que de cada posición obtenida en la tabla dependen los pecunios que cobrará cada escudería del cofre del tesoro de Bernie.
En aplicación de aquello del tanto tienes, tanto vales, la lógica más aplastante se impone al visualizar el escenario propuesto, ya que los equipos más grandes siempre dispondrán de mejores armas porque tienen más dinero, y obviamente, con él, contarán con mayores posibilidades para volver a llenar sus bolsillos bajo el amparo de un sistema que en apariencia favorece la lucha entre iguales, pero que a la postre, resulta tremendamente perverso.
Pior h o por b, soy de la opinión de que todos los integrantes de la parrilla contribuyen en mayor o menor medida al conjunto del espectáculo deportivo que ofrece la F1, y que ya existe suficiente premio en aparecer más minutos en televisión o en espacios más grandes en los periódicos o prensa especializada, o en contenidos que se desperdigan por Internet a la de tres, etcétera, dado que la presencia mediática, la visibilidad que dicen, siempre ha sido un valor de cambio con el cual convencer a los patrocinadores para que aflojen la pasta, pues estos también contribuyen al sostenimiento de los equipos, no lo olvidemos.
No me distraigo que me veo metiendo a Rodrigo Rato y su nuevo trabajo en cualquier frase. En fin, quería decir con todo esto que llevo escrito, que el sistema de marras me parece lo suficientemente cabroncete como para sospechar sin temor a errar que pretende perpetuar un estado de cosas ya apalabrado entre los grandes y el mandamás del asunto (sí, ya sé que no descubro nada nuevo, pero no me negaréis que queda la mar de literario), y que del cuarto puesto de la tabla para abajo, lo que hay es una serie de zanahorias de diferentes tamaños por las que pelearán los diferentes equipos llamados menores con uñas y dientes, para pasar septiembre de cada temporada sin tener que sufrir el agua al cuello.
Y el tema tiene su aquél, porque precisamente es en la zona media y baja de la parrilla donde mayor espectáculo se produce, donde mayor cantidad de adelantamientos se originan, y en definitiva donde hay siempre más salsilla aunque las realizaciones televisivas de los Grandes Premios la utilicen para soslayar el muermo que acontece año tras año, carrera tras carrera, campeonato tras campeonato, en los primeros puestos, salvo en contadas ocasiones.
Por fortuna sé que Bernie no me lee, pero ya que voy lanzado, me gustaría apuntar la idea de que tal vez un sistema más igualitario, con un reparto menos desigual, con las mismas zanahorias al alcance de las manos de todos, vamos, el espectáculo podría incluso mejorar.
En todo caso, y como siempre, yo, lo que diga Pedro.
http://elinfiernoverde.blogspot.com.es/2...pedro.html
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