11-03-2015, 15:26
(11-03-2015, 15:14)LastSamurai escribió:Aviso que con la monarquia se formo hace poco un lio de la leche aquí, asi que por favor dejar el temita, en bien de todos(11-03-2015, 15:10)FerFer7 escribió:(11-03-2015, 15:02)LastSamurai escribió:(11-03-2015, 14:55)FerFer7 escribió: No se yo, pienso que llegar a ser alguien saliendo de una familia humilde es lo que mas envidia genera en este pais, cuando deberia ser un valor añadido. Claro, eso si no fueramos envidiosos.
Y por cierto, comparar a Rosa Lopez con la Esteban, que no ha hecho nada mas en la vida que poner a parir a su ex y padre de su hija, y encima llamarla engendro esta fuera de lugar. Precisamente ha llegado a ser alguien desde una familia humilde (igual que Alonso), por poseer una de las mejores voces de este pais, y ademas sin poseer el fisico escultural que se les supone deben tener las cantantes (nunca he entendido por que), y sin dar ningun tipo de escandalo amorosos ni exclusivas tipo salvame, etc., lo cual tiene su merito...
Llegar a algo desde una familia humilde genera simpatia y efecto de identificación, porque da a entender a la gente humilde -que es la mayoría- que sí se puede.
El humano genera lazos afectivos con sus iguales, dificilmente con sus opuestos.
Rosa es el ejemplo del pueblo apoyando a una igual. Lo mismo que la Esteban.
En españa vende la historia del desarrapao o el patito feo que llegan a algo en su vida. Porque es la historia de David y es el mensaje de que para el vulgo tambien hay esperanza.
Esto es mas viejo que sentarse en el culo, lo siento.
En toda esta historia de Alonso, la envidia no tiene nada que ver.
Segun eso, deberiamos adorar a la reina Letizia, y en lugar de eso la ponemos a caer de un burro. En realidad lo que hacemos es pensar, ¿Que hace ese/esa ahi, si no es nadie? ¿Por que el/ella si lo ha conseguido y no yo o mi hijo/a? Y lo que hacemos es intentar hacerles caer para que vuelvan a donde estaban. Si eso no es envidia, ya me diras.
La Leti es una ñoña insoportable e inestable. Su antipatía se la ha ganado ella a pulso. Hasta entonces era la maravillosa historia de la periodista rescatada por el principe en carroza de caballos blancos. La historia de la plebeya enamorada del Aristócrata, por la que todas las maris suspiraban leer hasta el ultimo detalle.
Y por cierto, Leticia no era humilde. Su familia era una buena familia de Asturias y ella llevaba muchos años ganando mucho dinero como presentadora.