29-05-2018, 08:57
En Mónaco las gomas permitían carrera a una parada si bajaba el ritmo de cabeza. Ninguno quería destrozar las gomas (hubo muchas virutas) y tener que parar dos veces y tampoco doblar a los últimos y meterse en problemas. Coches más anchos. Fue la tormenta perfecta para un truñaco.
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Siempre con Fernando, año tras año.
Un imbécil que lee mucho no reduce un ápice su imbecilidad. Si acaso, se convierte en un imbécil leído.