04-03-2011, 17:52
CRONICA DE BOXES--Víctor Seara
Diez años de Alonso en F1
Este viernes 4 de marzo de 2011 se cumple una década del debut de Fernando Alonso en la F1, en Australia. La primera reflexión que me viene a la cabeza es la de siempre: “éramos tan pocos aquella vez en Melbourne…”. Y la verdad es que fue así.
El viaje de ida hacia su primera carrera de F1 fue diferente. La casualidad me hizo viajar en el mismo avión que Fernando desde Kuala Lumpur hacia Melbourne. Ya nos conocíamos deambulando por el paddock de la F3000 en el 2000. Rumbo a la primera de la F1 2001, me lo encontré caminando por la Terminal del aeropuerto, estirando las piernas. Iba solo, sin su manager de aquel entonces, Adrián Campos. Charlamos un rato. Otros tiempos y otro Fernando, aunque solo físicamente. Mentalmente, me daba la misma impresión que me dio en todos los años que vinieron después de aquel 2001. El tipo iba a ganar. Iba a Australia a ganar. Sabía que no podía hacerlo, pero iba a ello.
Durante el vuelo, se apareció por clase económica. Abrió la cortinilla y se metió en la parte trasera del avión. Yo estaba en medio del sueño. Me despierto, y lo veo delante de mí. Estaba hablando con Stefania Torelli, por ese entonces la jefa de prensa de Minardi. No recuerdo bien que problema tenía con la dirección del hotel. Creo que no sabía donde quedaba, y tenía que rellenar el formulario de Migraciones. Luego, ese Fernando diez años mas joven, que aún no había alcanzado los veinte años, se quedó un rato largo hablando con mecánicos y técnicos de Minardi que viajaban cerca de mi posición. Por ese entonces, el muchacho asturiano ya dominaba el italiano por ese entonces como ahora. Ya se estaba preparando para llegar, algún día, a otro equipo italiano.
La clasificación no fue mal en Melbourne. Dejaba a su compañero Tarso Marques a casi tres segundos de distancia, y su posición era la 19º. El problema no era ese, le hecho de salir detrás. Era su primera carrera, pero el drama era llegar a la meta, con un coche que había hecho escasos kilómetros de seguido en pista. El jefe Paul Sttodart se había hecho con las riendas de Minardi hacía poco tiempo y las peripecias que tuvo que hacer el equipo para estar en esa parrilla no fueron pocas. Pero allí estaban: Alonso, Minardi y un oscuro monoplaza que ya sabían que no iba a dejar huella en la Historia de la F1. Terminó 12º a tres vueltas. Eso solo ya fue un triunfo en si mismo.
De aquella parrilla de Melbourne 2001 quedan hoy seis pilotos en activo. Unos se fueron a la Nascar, otros al Mundial de Rallies, otros son probadores, algunos consultores de marcas, e incluso alguno de los que no estarán en Australia este año les gustaría estarlo. Muchos quisieran estar allí, en medio del ruido que provoca una parrilla de F1.
Alonso, por primera vez, lo hizo hace diez años. Un buen recuerdo. Una década más tarde
Diez años de Alonso en F1
Este viernes 4 de marzo de 2011 se cumple una década del debut de Fernando Alonso en la F1, en Australia. La primera reflexión que me viene a la cabeza es la de siempre: “éramos tan pocos aquella vez en Melbourne…”. Y la verdad es que fue así.
El viaje de ida hacia su primera carrera de F1 fue diferente. La casualidad me hizo viajar en el mismo avión que Fernando desde Kuala Lumpur hacia Melbourne. Ya nos conocíamos deambulando por el paddock de la F3000 en el 2000. Rumbo a la primera de la F1 2001, me lo encontré caminando por la Terminal del aeropuerto, estirando las piernas. Iba solo, sin su manager de aquel entonces, Adrián Campos. Charlamos un rato. Otros tiempos y otro Fernando, aunque solo físicamente. Mentalmente, me daba la misma impresión que me dio en todos los años que vinieron después de aquel 2001. El tipo iba a ganar. Iba a Australia a ganar. Sabía que no podía hacerlo, pero iba a ello.
Durante el vuelo, se apareció por clase económica. Abrió la cortinilla y se metió en la parte trasera del avión. Yo estaba en medio del sueño. Me despierto, y lo veo delante de mí. Estaba hablando con Stefania Torelli, por ese entonces la jefa de prensa de Minardi. No recuerdo bien que problema tenía con la dirección del hotel. Creo que no sabía donde quedaba, y tenía que rellenar el formulario de Migraciones. Luego, ese Fernando diez años mas joven, que aún no había alcanzado los veinte años, se quedó un rato largo hablando con mecánicos y técnicos de Minardi que viajaban cerca de mi posición. Por ese entonces, el muchacho asturiano ya dominaba el italiano por ese entonces como ahora. Ya se estaba preparando para llegar, algún día, a otro equipo italiano.
La clasificación no fue mal en Melbourne. Dejaba a su compañero Tarso Marques a casi tres segundos de distancia, y su posición era la 19º. El problema no era ese, le hecho de salir detrás. Era su primera carrera, pero el drama era llegar a la meta, con un coche que había hecho escasos kilómetros de seguido en pista. El jefe Paul Sttodart se había hecho con las riendas de Minardi hacía poco tiempo y las peripecias que tuvo que hacer el equipo para estar en esa parrilla no fueron pocas. Pero allí estaban: Alonso, Minardi y un oscuro monoplaza que ya sabían que no iba a dejar huella en la Historia de la F1. Terminó 12º a tres vueltas. Eso solo ya fue un triunfo en si mismo.
De aquella parrilla de Melbourne 2001 quedan hoy seis pilotos en activo. Unos se fueron a la Nascar, otros al Mundial de Rallies, otros son probadores, algunos consultores de marcas, e incluso alguno de los que no estarán en Australia este año les gustaría estarlo. Muchos quisieran estar allí, en medio del ruido que provoca una parrilla de F1.
Alonso, por primera vez, lo hizo hace diez años. Un buen recuerdo. Una década más tarde