Corren tiempos difíciles para Bernie Ecclestone. El 'hombre fuerte' de la Fórmula 1 debe luchar para defender la obra de su vida, y los problemas le llegan desde varios y peligrosos frentes. El escándalo de corrupción en torno al banquero alemán Gerhard Gribkowsky es sólo uno de los puntos candentes en una batalla en la que hay en juego mucho dinero.
El 'imperio Ecclestone' está en peligro. Fiscales de Munich citaron al británico de 80 años en la investigación por un millonario caso de soborno. Además, está enfrentado a Jean Todt, el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y ya sabe que le esperan más que duras negociaciones con los equipos para un nuevo contrato base.
El asunto no termina ahí, porque crecen los rumores de que CVC -una de las compañías líderes del mundo de asesoría e inversión- en cuya bolsa de clientes, entre otros, está Ecclestone, podría vender el espectaculo de la Fórmula 1 al magnate australiano de los medios de comunicación, Rupert Murdoch.
"Ya tengo edad suficiente para una pensión, así que no necesito ningún trabajo", gruñó, testarudo, Ecclestone. Pese a estas declaraciones, parece bastante difícil que el británico abandone, sin más, la obra de su vida. "La Fórmula 1 es verdaderamente su vida. Ama los desafíos", opinó el triple campeón mundial Jackie Stewart.
Ex vendedor de autos usados, Ecclestone supo convertir la clase reina del motor en una máquina de hacer dinero y defenderse de todo ataque. Pero esta vez podría verse en un verdadero aprieto. Por una parte está el 'affaire' Gribkowsky, con sospechas de que en la venta de los derechos de la Fórmula 1, el grupo inversor CVC se habría embolsado 50 millones de dólares.
A principios de abril fue interrogado por investigadores de Munich en calidad de acusado en el caso. Ecclestone se mostró dispuesto a cooperar, quizás para aminorar una sanción amenazadora. Hasta ahora, negó con vehemencia haber efectuado pagos ilegales.
Pero hasta hace poco tiempo, Ecclestone definía como "desatino" los supuestos planes de los multimillonarios Murdoch y Carlos Slim de asumir el control de la F1. La empresa luxemburguesa CVC, que le abona un sueldo principesco en su calidad de gerente del 'gran circo', no esta dispuesta a ceder los lucrativos derechos. Y ni mucho menos a la televisión de pago de Murdoch, con lo que los Grandes Premios desaparecerían de la televisión libre.
En los medios de comunicación británicos se considera que el supuesto interés de Murdoch y el mejicano Slim va en serio. Además, Ecclestone se enzarza en pequeñas fintas por el poder con Todt, sucesor de su amigo Max Mosley, como presidente de la FIA. El francés es un "Max para pobres" y la FIA "un chiste", dijo a modo de burla el británico.
La réplica de Todt no se hizo esperar y, de modo indirecto, anunció la intención de reexaminar la operación concertada por Mosley para la venta de los derechos comerciales de la Fórmula 1 a Ecclestone. "La tecnología se ha transformado. La evolución tiene su precio. Tengo que constatar que la financiación de la FIA es correcta", dijo Todt.
Los equipos quieren una parte mayor del negocio en el futuro. Al fin y al cabo la CVC y Ecclestone generaron más de 1.000 millones de dólares en 2010 con la Fórmula 1. El jefe de la Asociaón de equipos, Martin Whitmarsh, de McLaren, criticó en el Gran Premio de China que no se advierta del potencial, aún inexplorado en la comercialización.
En diciembre de 2012 expira el Acuerdo Concorde, que establece la base sobre la que los equipos que participan en el campeonato y las comisiones a repartir entre éstos. La última vez que los equipos se sentaron a debatir sobre este tema, los más punteros amenazaron con crear una competición propia. Son, no hay dudas, tiempos difíciles para Bernie Ecclestone.
Fuente: El Mundo
El 'imperio Ecclestone' está en peligro. Fiscales de Munich citaron al británico de 80 años en la investigación por un millonario caso de soborno. Además, está enfrentado a Jean Todt, el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y ya sabe que le esperan más que duras negociaciones con los equipos para un nuevo contrato base.
El asunto no termina ahí, porque crecen los rumores de que CVC -una de las compañías líderes del mundo de asesoría e inversión- en cuya bolsa de clientes, entre otros, está Ecclestone, podría vender el espectaculo de la Fórmula 1 al magnate australiano de los medios de comunicación, Rupert Murdoch.
"Ya tengo edad suficiente para una pensión, así que no necesito ningún trabajo", gruñó, testarudo, Ecclestone. Pese a estas declaraciones, parece bastante difícil que el británico abandone, sin más, la obra de su vida. "La Fórmula 1 es verdaderamente su vida. Ama los desafíos", opinó el triple campeón mundial Jackie Stewart.
Ex vendedor de autos usados, Ecclestone supo convertir la clase reina del motor en una máquina de hacer dinero y defenderse de todo ataque. Pero esta vez podría verse en un verdadero aprieto. Por una parte está el 'affaire' Gribkowsky, con sospechas de que en la venta de los derechos de la Fórmula 1, el grupo inversor CVC se habría embolsado 50 millones de dólares.
A principios de abril fue interrogado por investigadores de Munich en calidad de acusado en el caso. Ecclestone se mostró dispuesto a cooperar, quizás para aminorar una sanción amenazadora. Hasta ahora, negó con vehemencia haber efectuado pagos ilegales.
Pero hasta hace poco tiempo, Ecclestone definía como "desatino" los supuestos planes de los multimillonarios Murdoch y Carlos Slim de asumir el control de la F1. La empresa luxemburguesa CVC, que le abona un sueldo principesco en su calidad de gerente del 'gran circo', no esta dispuesta a ceder los lucrativos derechos. Y ni mucho menos a la televisión de pago de Murdoch, con lo que los Grandes Premios desaparecerían de la televisión libre.
En los medios de comunicación británicos se considera que el supuesto interés de Murdoch y el mejicano Slim va en serio. Además, Ecclestone se enzarza en pequeñas fintas por el poder con Todt, sucesor de su amigo Max Mosley, como presidente de la FIA. El francés es un "Max para pobres" y la FIA "un chiste", dijo a modo de burla el británico.
La réplica de Todt no se hizo esperar y, de modo indirecto, anunció la intención de reexaminar la operación concertada por Mosley para la venta de los derechos comerciales de la Fórmula 1 a Ecclestone. "La tecnología se ha transformado. La evolución tiene su precio. Tengo que constatar que la financiación de la FIA es correcta", dijo Todt.
Los equipos quieren una parte mayor del negocio en el futuro. Al fin y al cabo la CVC y Ecclestone generaron más de 1.000 millones de dólares en 2010 con la Fórmula 1. El jefe de la Asociaón de equipos, Martin Whitmarsh, de McLaren, criticó en el Gran Premio de China que no se advierta del potencial, aún inexplorado en la comercialización.
En diciembre de 2012 expira el Acuerdo Concorde, que establece la base sobre la que los equipos que participan en el campeonato y las comisiones a repartir entre éstos. La última vez que los equipos se sentaron a debatir sobre este tema, los más punteros amenazaron con crear una competición propia. Son, no hay dudas, tiempos difíciles para Bernie Ecclestone.
Fuente: El Mundo
ALONSO: EL NÚMERO 1.