30-05-2011, 08:43
«Es demasiada distancia»
«En este momento no es posible recortar el hueco con Vettel»
07:58
Fernando Alonso, en el podio con el trofeo. max rossi / reuters
Montecarlo, Á. FAES
En el coqueto podio de Montecarlo Fernando Alonso fue el único de los tres pilotos que hizo una reverencia al Príncipe Alberto y a su futura esposa. A Carlota, la bellísima hija de la princesa Carolina, simplemente le estrechó la mano. Lejos del compadreo de Jenson Button, residente en el Principado, que repartió besos y chocó manos como en el baloncesto. Con el trofeo en la mano, el español ya lanzó una sonrisa; pero de su cabeza no podía sacar cómo el coche de seguridad le había birlado cualquier opción de victoria y de recortar la diferencia que le separa del líder del Mundial, Sebastian Vettel. Siguió con el asunto anoche durante la cena con Flavio Briatore. Su padrino de siempre en la F1 le aconseja y Alonso escucha. Ya le dio el italiano ayer uno de los últimos abrazos en la parrilla. También habló al oído de Stefano Domenicali, sin rencores a pesar de que Briatore dijo hace tiempo que Ferrari no tiene ya nada que hacer en el Mundial.
En el cuartel general de la Scuderia miran hacia el coche y le buscan a la situación lo que tiene de positivo por haber peleado mano a mano con un Red Bull. Hacen la cuenta, miran hacia las pistas que mejor les vienen y aguardan con paciencia a que en el equipo energético levanten el pie. Alonso no lo ve tan claro. «Necesito ganar tres carreras y que Vettel no puntúe. Es la única cuenta que puedo hacer, pero si en clasificación soy un segundo más lento? En este momento no es posible recortar el hueco. Es demasiada distancia».
Sigue Alonso pidiendo algo de margen. «Un par de carreras. Después de Canadá y Valencia ya veremos adónde podemos llegar. Pensar en las victorias es todavía demasiado optimista. Seamos realistas y pensemos en empezar a luchar por los próximos podios y luego veremos cómo se desarrolla el Campeonato».
De su análisis de la carrera se desprendía un punto de amargura por lo que pudo haber sido, pero también reconociendo que el primer coche de seguridad del día le había beneficiado. «Ahí tuvo mala suerte Button. Estaba para ganar la carrera, pero le vino mal y nosotros ganamos su posición. Entonces cambiaron las cosas y las opciones de ganar eran mías».
Confiaba el ovetense en la desintegración de las ruedas de Vettel, que debían aguantar 58 vueltas, pero apareció el coche de seguridad para robarle diez giros a la carrera y encumbrar al alemán. El asturiano llevaba ya varias vueltas sobre el Red Bull y le había enseñado el morro un par de veces al paso por la iglesia de Santa Devota. Sus planes eran aguardar a las dos últimas vueltas para lanzar toda la caballería contra el líder de la carrera. «No tenía nada que perder. No voy primero en el Mundial, así que iba a intentar ganar la carrera, y si chocábamos, pues chocábamos». En ningún momento dijo tener conseguida la victoria. «Nunca se sabe qué puede pasar, pero es posible que la haya perdido con la segunda bandera roja. Los neumáticos de Vettel venían bastante mal y estaba convencido de que iba a sufrir en las vueltas finales. Tenía un par de puntos en mente para intentarlo».
Sigue la carrera en Ferrari por recortar el insultante segundo que Red Bull les toma los sábados. A Alonso le esperan mañana en Maranello, más trabajo en la fábrica para seguir la persecución.
LNE
PD. Esta tarde a las 20:30 se jugará en Parma la tradicional "partita del cuore" en la q participan los pilotos de Ferrari, politicos y cantantes italianos; se retransmite a esa hora por la Rai1.
«En este momento no es posible recortar el hueco con Vettel»
07:58
Fernando Alonso, en el podio con el trofeo. max rossi / reuters
Montecarlo, Á. FAES
En el coqueto podio de Montecarlo Fernando Alonso fue el único de los tres pilotos que hizo una reverencia al Príncipe Alberto y a su futura esposa. A Carlota, la bellísima hija de la princesa Carolina, simplemente le estrechó la mano. Lejos del compadreo de Jenson Button, residente en el Principado, que repartió besos y chocó manos como en el baloncesto. Con el trofeo en la mano, el español ya lanzó una sonrisa; pero de su cabeza no podía sacar cómo el coche de seguridad le había birlado cualquier opción de victoria y de recortar la diferencia que le separa del líder del Mundial, Sebastian Vettel. Siguió con el asunto anoche durante la cena con Flavio Briatore. Su padrino de siempre en la F1 le aconseja y Alonso escucha. Ya le dio el italiano ayer uno de los últimos abrazos en la parrilla. También habló al oído de Stefano Domenicali, sin rencores a pesar de que Briatore dijo hace tiempo que Ferrari no tiene ya nada que hacer en el Mundial.
En el cuartel general de la Scuderia miran hacia el coche y le buscan a la situación lo que tiene de positivo por haber peleado mano a mano con un Red Bull. Hacen la cuenta, miran hacia las pistas que mejor les vienen y aguardan con paciencia a que en el equipo energético levanten el pie. Alonso no lo ve tan claro. «Necesito ganar tres carreras y que Vettel no puntúe. Es la única cuenta que puedo hacer, pero si en clasificación soy un segundo más lento? En este momento no es posible recortar el hueco. Es demasiada distancia».
Sigue Alonso pidiendo algo de margen. «Un par de carreras. Después de Canadá y Valencia ya veremos adónde podemos llegar. Pensar en las victorias es todavía demasiado optimista. Seamos realistas y pensemos en empezar a luchar por los próximos podios y luego veremos cómo se desarrolla el Campeonato».
De su análisis de la carrera se desprendía un punto de amargura por lo que pudo haber sido, pero también reconociendo que el primer coche de seguridad del día le había beneficiado. «Ahí tuvo mala suerte Button. Estaba para ganar la carrera, pero le vino mal y nosotros ganamos su posición. Entonces cambiaron las cosas y las opciones de ganar eran mías».
Confiaba el ovetense en la desintegración de las ruedas de Vettel, que debían aguantar 58 vueltas, pero apareció el coche de seguridad para robarle diez giros a la carrera y encumbrar al alemán. El asturiano llevaba ya varias vueltas sobre el Red Bull y le había enseñado el morro un par de veces al paso por la iglesia de Santa Devota. Sus planes eran aguardar a las dos últimas vueltas para lanzar toda la caballería contra el líder de la carrera. «No tenía nada que perder. No voy primero en el Mundial, así que iba a intentar ganar la carrera, y si chocábamos, pues chocábamos». En ningún momento dijo tener conseguida la victoria. «Nunca se sabe qué puede pasar, pero es posible que la haya perdido con la segunda bandera roja. Los neumáticos de Vettel venían bastante mal y estaba convencido de que iba a sufrir en las vueltas finales. Tenía un par de puntos en mente para intentarlo».
Sigue la carrera en Ferrari por recortar el insultante segundo que Red Bull les toma los sábados. A Alonso le esperan mañana en Maranello, más trabajo en la fábrica para seguir la persecución.
LNE
PD. Esta tarde a las 20:30 se jugará en Parma la tradicional "partita del cuore" en la q participan los pilotos de Ferrari, politicos y cantantes italianos; se retransmite a esa hora por la Rai1.
" creo que he pasado toda mi vida, los nueve últimos años de mi carrera en la Fórmula 1 preparándome para este momento, para estar listo. Al fin ha llegado." Fernando Alonso (30/09/09)