06-10-2010, 09:46
Alonso ha sacado al líder 36 puntos en cinco GGPP
El español de Ferrari estaba a 47 de Lewis Hamilton (el primero de la general por entonces) tras Silverstone y ahora es segundo a 11 de Mark Webber (el actual líder), cuando aún faltan cuatro carreras por disputarse.
Fuente: AS
Silverstone, Inglaterra, 11 de julio. Fernando Alonso comparece ante los periodistas con media sonrisa repleta de ironía. Había sido 14º tras saltarse una chicane y ser sancionado por la FIA tras una lucha con Kubica en plena remontada hacia posiciones delanteras. Los gestos eran serios, el cielo negro sobre las opciones de ganar el título en su primer año con Ferrari parecían una utopía, un sueño de locos. "Estoy convencido, voy a ganar el campeonato", dijo entonces el español.
Sí, vale, está bien tener confianza en sí mismo y todo eso, pero aquello pareció excesivo hasta a los más amigos del optimismo. Cinco grandes premios, tres victorias, un segundo puesto y un abandono después, el asturiano es segundo en el Mundial a once puntos del líder, Webber, y aún quedan cuatro pruebas por disputarse.
La remontada de Fernando se ha hecho real en estas cinco carreras en las que salvo en Spa, ha sacado lo mejor de su repertorio. En el circuito belga llegó a la carrera lastrado por un fallo en común del piloto y su equipo en la clasificación al salir a pista con un setup muy arriesgado para lluvia, clasificó muy atrás, en las primeras curvas Barrichello se le echó encima, tuvo que cambiar ruedas y después en un exceso de agresividad tocó un piano y perdió el control de su F10. A partir de ahí, Alonso ha rozado la perfección. Antes de llegar al trazado de los bosques belgas, en Hungría, logró la hazaña de terminar segundo cuando aquel día los Red Bull eran segundo y medio más veloces que su monoplaza rojo. En Italia sí tenía el coche más rápido, pero estaba metido en un lago de pirañas. Pudo con la presión y ganó gracias a un ritmo demoledor, a la pericia de sus mecánicos en el cambio de ruedas y a un espectacular control de su coche con ruedas frías al salir de boxes con Button respirando en su nuca.
En Singapur todos esperaban el retorno de los Red Bull. Y volvieron. El coche de Vettel y Webber era el más rápido en el trazado urbano, pero la noche es de Alonso. En tres ediciones ha logrado dos victorias y un podio. Demostró su calidad como piloto y su capacidad, aquella que le hizo célebre en Renault, de ir más allá de los límites del coche. Pole, vuelta rápida, líder de principio a fin victoria. Y segundo en la general del Mundial.
La luz en estos cinco grandes premios de Alonso ha coincidido con la mala racha de Hamilton. El inglés, líder tras la carrera de su país con 47 puntos sobre Alonso está ahora a 9 del ovetense que le ha recortado 56 puntos en cinco carreras y a 20 del liderato de Webber. Eso sí, ni mucho menos descartado. Pero más allá de su victoria en Spa donde pilotó con la clase que se espera de él, ha cometido varios errores graves de exceso de nerviosismo y presión que le han provocado dos abandonos seguidos. Quedan cuatro carreras, todo puede pasar, pero un español puede lograr su tercer título en la F-1. Ya lo decía él
El español de Ferrari estaba a 47 de Lewis Hamilton (el primero de la general por entonces) tras Silverstone y ahora es segundo a 11 de Mark Webber (el actual líder), cuando aún faltan cuatro carreras por disputarse.
Fuente: AS
Silverstone, Inglaterra, 11 de julio. Fernando Alonso comparece ante los periodistas con media sonrisa repleta de ironía. Había sido 14º tras saltarse una chicane y ser sancionado por la FIA tras una lucha con Kubica en plena remontada hacia posiciones delanteras. Los gestos eran serios, el cielo negro sobre las opciones de ganar el título en su primer año con Ferrari parecían una utopía, un sueño de locos. "Estoy convencido, voy a ganar el campeonato", dijo entonces el español.
Sí, vale, está bien tener confianza en sí mismo y todo eso, pero aquello pareció excesivo hasta a los más amigos del optimismo. Cinco grandes premios, tres victorias, un segundo puesto y un abandono después, el asturiano es segundo en el Mundial a once puntos del líder, Webber, y aún quedan cuatro pruebas por disputarse.
La remontada de Fernando se ha hecho real en estas cinco carreras en las que salvo en Spa, ha sacado lo mejor de su repertorio. En el circuito belga llegó a la carrera lastrado por un fallo en común del piloto y su equipo en la clasificación al salir a pista con un setup muy arriesgado para lluvia, clasificó muy atrás, en las primeras curvas Barrichello se le echó encima, tuvo que cambiar ruedas y después en un exceso de agresividad tocó un piano y perdió el control de su F10. A partir de ahí, Alonso ha rozado la perfección. Antes de llegar al trazado de los bosques belgas, en Hungría, logró la hazaña de terminar segundo cuando aquel día los Red Bull eran segundo y medio más veloces que su monoplaza rojo. En Italia sí tenía el coche más rápido, pero estaba metido en un lago de pirañas. Pudo con la presión y ganó gracias a un ritmo demoledor, a la pericia de sus mecánicos en el cambio de ruedas y a un espectacular control de su coche con ruedas frías al salir de boxes con Button respirando en su nuca.
En Singapur todos esperaban el retorno de los Red Bull. Y volvieron. El coche de Vettel y Webber era el más rápido en el trazado urbano, pero la noche es de Alonso. En tres ediciones ha logrado dos victorias y un podio. Demostró su calidad como piloto y su capacidad, aquella que le hizo célebre en Renault, de ir más allá de los límites del coche. Pole, vuelta rápida, líder de principio a fin victoria. Y segundo en la general del Mundial.
La luz en estos cinco grandes premios de Alonso ha coincidido con la mala racha de Hamilton. El inglés, líder tras la carrera de su país con 47 puntos sobre Alonso está ahora a 9 del ovetense que le ha recortado 56 puntos en cinco carreras y a 20 del liderato de Webber. Eso sí, ni mucho menos descartado. Pero más allá de su victoria en Spa donde pilotó con la clase que se espera de él, ha cometido varios errores graves de exceso de nerviosismo y presión que le han provocado dos abandonos seguidos. Quedan cuatro carreras, todo puede pasar, pero un español puede lograr su tercer título en la F-1. Ya lo decía él