23-01-2012, 10:11
Si hay un monoplaza que cambió la manera de diseñar un F1 y que inició grandes cambios en el deporte, ese es el Lotus 78, coche revolucionario que comenzó el efecto suelo.
Hasta que apareció el Lotus 78 para conseguir agarre los equipos se centraban en las partes mecánicas. A partir de entonces todos comenzaron a analizar la aerodinámica más a fondo, y hasta hoy.
Colin Chapman y su aerodinamista Peter Wright no pretendían descubrir el efecto suelo cuando diseñaban el 78. Estudiaban la forma de colocar los radiadores en los pontones de manera que produjeran la menor resistencia aerodinámica y realizando pruebas encontraron valores de apoyo aerodinámico extraordinarios.
La idea era simple, como muchas de las mejores ideas. Se trataba de aplicar al deporte el principio de Bernoulli, según el cual si se incrementa la velocidad de un fluido como el aire, su presión desciende. Es decir, acelerando el flujo de aire que pasa bajo el coche, disminuye su presión, “absorviendo” el monoplaza contra el suelo. Al fin y al cabo el coche entero se convierte en un gran alerón, un ala de avión invertida.
Así que el equipo de Chapman realizó un fondo con una forma especial como la que vemos en los actuales difusores, colocó en los costados de los pontones faldones para sellar esa zona de baja presión, y los resultados mostraron la importancia de la aerodinámica en la F1 a todos, de repente. Además el efecto suelo tiene la gran ventaja de ser una solución que a diferencia de los alerones produce poca resistencia aerodinámica, por lo que la mayor velocidad de paso por curva no se veía comprometida por menor velocidad en recta.
El coche no era nada del otro mundo, pero con niveles de apoyo aerodinámico que triplicaban los de sus competidores, se convirtió en el coche más rápido sin discusión. No logró el título de 1977 (se lo llevó Niki Lauda con Ferrari) a pesar de que Mario Andretti logró más victorias que el campeón, porque tuvo no menos de cinco roturas de motor. Su sucesor, el Lotus 79, se mostró prácticamente invencible durante la temporada 1978.
http://www.formulaf1.es/16542/lotus-78-e...-historia/
Hasta que apareció el Lotus 78 para conseguir agarre los equipos se centraban en las partes mecánicas. A partir de entonces todos comenzaron a analizar la aerodinámica más a fondo, y hasta hoy.
Colin Chapman y su aerodinamista Peter Wright no pretendían descubrir el efecto suelo cuando diseñaban el 78. Estudiaban la forma de colocar los radiadores en los pontones de manera que produjeran la menor resistencia aerodinámica y realizando pruebas encontraron valores de apoyo aerodinámico extraordinarios.
La idea era simple, como muchas de las mejores ideas. Se trataba de aplicar al deporte el principio de Bernoulli, según el cual si se incrementa la velocidad de un fluido como el aire, su presión desciende. Es decir, acelerando el flujo de aire que pasa bajo el coche, disminuye su presión, “absorviendo” el monoplaza contra el suelo. Al fin y al cabo el coche entero se convierte en un gran alerón, un ala de avión invertida.
Así que el equipo de Chapman realizó un fondo con una forma especial como la que vemos en los actuales difusores, colocó en los costados de los pontones faldones para sellar esa zona de baja presión, y los resultados mostraron la importancia de la aerodinámica en la F1 a todos, de repente. Además el efecto suelo tiene la gran ventaja de ser una solución que a diferencia de los alerones produce poca resistencia aerodinámica, por lo que la mayor velocidad de paso por curva no se veía comprometida por menor velocidad en recta.
El coche no era nada del otro mundo, pero con niveles de apoyo aerodinámico que triplicaban los de sus competidores, se convirtió en el coche más rápido sin discusión. No logró el título de 1977 (se lo llevó Niki Lauda con Ferrari) a pesar de que Mario Andretti logró más victorias que el campeón, porque tuvo no menos de cinco roturas de motor. Su sucesor, el Lotus 79, se mostró prácticamente invencible durante la temporada 1978.
http://www.formulaf1.es/16542/lotus-78-e...-historia/