08-10-2013, 12:03
"Otra vez, como en 2011, con el otoño recién comenzado, Ferrari vuelve a verse viajando por el campeonato lista para felicitar de nuevo a Red Bull. Seis temporadas va a acumular sin ganar el Mundial de pilotos, con la inesperada corona de Kimi Raikkonen en 2007 como último baño en champán. Luego hubo amagos, sí (Massa en 2008, el título 'interruptus'), mucha mala suerte también (la pesadilla de Abu Dhabi 2010) y misiones imposibles casi realizadas (Interlagos 2012), pero siempre en el alambre, agarrados a las musas porque enfrente había un coche mucho mejor.
Las travesías por el desierto de la Scuderia están tan hiladas al escudo como el carmín del glamour o la leyenda ganadora. Es el equipo más famoso del mundo, la esencia de la Fórmula 1 y la marca de los sueños, pero un repaso a su historial refleja rachas terribles sin resultados. Por ejemplo, desde 1964 a 1975 o desde 1979 a 2000 sin ganar el campeonato de pilotos. O la actual... Después, cierto, estos periodos de llantos se han roto con etapas hegemónicas, suficientes para construir el mito victorioso.
En España, por ejemplo, la F1 entró en los salones hace una década con Michael Schumacher aburriendo en su bólido rojo (cinco títulos de golpe) como ahora hace Sebastian Vettel y todos, también Fernando Alonso, caímos rendidos al perfume del aparentemente invencible Cavallino. Ahora, un equipo joven, valiente, fresco y poderoso también económicamente ha arrastrado de nuevo al Sahara a Ferrari, sin visos cercanos de dar con agua, más allá de algun reflejo de oasis, falso como tal. ¿En 2014, con los coches reformados por las nuevas normas de la FIA? Podría ser... O no, porque si una escudería ha demostrado en los últimos tiempo adaptarse bien a los cambios esa es Red Bull, la canibal actual, no la oxidada Ferrari.
Al equipo de Maranello le cuesta dar con las ideas adecuadas para desarrollar el monoplaza. Sus gigantescas estructuras tardan en reaccionar, con atascos gravisimos en los últimos años como los problemas en el túnel del viento. Parece que la nueva galería está lista ya y podrán abandonar la que han tenido que utilizar estas temporadas, la de una escudería fuera del Mundial desde 2009 (Toyota).
En los despachos, Ferrari también ha perdido facultades. A pesar de sus intentos, el gran gurú de la actual F1, Adrian Newey, el diseñador que ha creado los temibles Red Bull, siempre ha dado calabazas a los hombres de rojo. Luca Cordero di Montezemolo, el presidente ferrarista, lo ha intentado de todas las formas en los últimos años siempre sin fortuna. Algo olfatea el ingeniero inglés en las naves de Maranello que no le gusta.
También de chaqueta, Ferrari tiene menos peso político, una merma gravísima también en esta F1, donde cualquier mínimo cambio de reglamento puede dar o quitar medio segundo en la pista. Esta temporada es el último ejemplo. Tras comenzar con un coche dominante (dos triunfos de Alonso y un segundo puesto en las primeras cinco carreras), la FIA aceptó modificar la composición de los neumáticos por presiones de Red Bull y Mercedes, los nuevos equipos influyentes del momento.
Las explosiones de ruedas en Silverstone fueron la excusa perfecta para aceptar otras gomas. La ventaja que tenía Ferrari, tras construir un monopaza competitivo en función a las Pirelli de principios de curso, desapareció. Perdida esa batalla, el coche rojo se hizo vulgar, con funciones tan frustrantes como al última en Corea, donde incluso un equipo modesto como Sauber ha lucido mejor rendimiento.
Esta decadencia ferrarista la sufre en primera persona Fernando Alonso, al que sólo le queda tesón al volante. A pesar de la pobreza de su montura, esta temporada lleva un punto más (195) que hace un año con los mismos grandes premios disputados, reflejo de la regularidad y compromiso del español. Su problema, que Sebastian Vettel suma 107 más. ¿Y cuál es el premio que ha recibido el asturiano a su numantina resistencia? El fichaje de Kimi Raikkonen como compañero para 2014. En intrigas de palacio, la Scuderia sí que es campeona".
http://twitter.com/JaimeELMUNDO
fuente: http://www.elmundo.es/blogs/deportes/aqu...rrari.html
Buena crónica de como está el panorama actual en la F1 y Ferrari.
Las travesías por el desierto de la Scuderia están tan hiladas al escudo como el carmín del glamour o la leyenda ganadora. Es el equipo más famoso del mundo, la esencia de la Fórmula 1 y la marca de los sueños, pero un repaso a su historial refleja rachas terribles sin resultados. Por ejemplo, desde 1964 a 1975 o desde 1979 a 2000 sin ganar el campeonato de pilotos. O la actual... Después, cierto, estos periodos de llantos se han roto con etapas hegemónicas, suficientes para construir el mito victorioso.
En España, por ejemplo, la F1 entró en los salones hace una década con Michael Schumacher aburriendo en su bólido rojo (cinco títulos de golpe) como ahora hace Sebastian Vettel y todos, también Fernando Alonso, caímos rendidos al perfume del aparentemente invencible Cavallino. Ahora, un equipo joven, valiente, fresco y poderoso también económicamente ha arrastrado de nuevo al Sahara a Ferrari, sin visos cercanos de dar con agua, más allá de algun reflejo de oasis, falso como tal. ¿En 2014, con los coches reformados por las nuevas normas de la FIA? Podría ser... O no, porque si una escudería ha demostrado en los últimos tiempo adaptarse bien a los cambios esa es Red Bull, la canibal actual, no la oxidada Ferrari.
Al equipo de Maranello le cuesta dar con las ideas adecuadas para desarrollar el monoplaza. Sus gigantescas estructuras tardan en reaccionar, con atascos gravisimos en los últimos años como los problemas en el túnel del viento. Parece que la nueva galería está lista ya y podrán abandonar la que han tenido que utilizar estas temporadas, la de una escudería fuera del Mundial desde 2009 (Toyota).
En los despachos, Ferrari también ha perdido facultades. A pesar de sus intentos, el gran gurú de la actual F1, Adrian Newey, el diseñador que ha creado los temibles Red Bull, siempre ha dado calabazas a los hombres de rojo. Luca Cordero di Montezemolo, el presidente ferrarista, lo ha intentado de todas las formas en los últimos años siempre sin fortuna. Algo olfatea el ingeniero inglés en las naves de Maranello que no le gusta.
También de chaqueta, Ferrari tiene menos peso político, una merma gravísima también en esta F1, donde cualquier mínimo cambio de reglamento puede dar o quitar medio segundo en la pista. Esta temporada es el último ejemplo. Tras comenzar con un coche dominante (dos triunfos de Alonso y un segundo puesto en las primeras cinco carreras), la FIA aceptó modificar la composición de los neumáticos por presiones de Red Bull y Mercedes, los nuevos equipos influyentes del momento.
Las explosiones de ruedas en Silverstone fueron la excusa perfecta para aceptar otras gomas. La ventaja que tenía Ferrari, tras construir un monopaza competitivo en función a las Pirelli de principios de curso, desapareció. Perdida esa batalla, el coche rojo se hizo vulgar, con funciones tan frustrantes como al última en Corea, donde incluso un equipo modesto como Sauber ha lucido mejor rendimiento.
Esta decadencia ferrarista la sufre en primera persona Fernando Alonso, al que sólo le queda tesón al volante. A pesar de la pobreza de su montura, esta temporada lleva un punto más (195) que hace un año con los mismos grandes premios disputados, reflejo de la regularidad y compromiso del español. Su problema, que Sebastian Vettel suma 107 más. ¿Y cuál es el premio que ha recibido el asturiano a su numantina resistencia? El fichaje de Kimi Raikkonen como compañero para 2014. En intrigas de palacio, la Scuderia sí que es campeona".
http://twitter.com/JaimeELMUNDO
fuente: http://www.elmundo.es/blogs/deportes/aqu...rrari.html
Buena crónica de como está el panorama actual en la F1 y Ferrari.