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CRISIS
#91
Propongo la mayor medida de ahorro que conozco y que es POSIBLE hacer en este pais.

http://www.lavanguardia.com/politica/201...ticos.html

El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas admite que no está cuantificado oficialmente el número total de cargos políticos que existen en España.
La única cifra que se puede apuntar con certeza es la de los cargos electos salidos de las urnas:
Las últimas elecciones generales otorgaron su escaño a 350 diputados y 208 senadores en el Parlamento español. Y en las municipales fueron elegidos 68.578 concejales en los 8.116 ayuntamientos. También hay 1.268 diputados autonómicos en las 17 comunidades y Ceuta y Melilla, y 54 diputados en el Parlamento Europeo. Además, hay 1.040 diputados provinciales, 157 consejeros insulares y 13 consejeros del Valle de Arán. Suman 71.668 cargos electos.

Ahora bien, estos no son los únicos cargos políticos. La ley 5/2006, de 10 de abril, especifica los altos cargos de la administración general del Estado. Y su enumeración es larga. Empezando por los miembros del Gobierno, secretarios de Estado, subsecretarios, secretarios generales, delegados del Gobierno, jefes de misión diplomática o directores generales. Además, el director general de RTVE; presidentes, directores generales y ejecutivos del sector público estatal y la Seguridad Social; presidente y vocales del Tribunal de Defensa de la Competencia, CNMV, CMT, CNE, CSN y cualquier órgano regulador; presidente y directores generales del ICO; miembros de los gabinetes de la Presidencia del Gobierno y vicepresidencias; directores de gabinete de ministros; o presidentes, directores y gerentes de fundaciones estatales. Una estructura con traslación al resto de administraciones públicas, y a la que hay que sumar a partidos políticos, asesores y cargos de confianza.

"Es verdad que existen en España demasiados cargos políticos", admite el presidente del Congreso, Jesús Posada



Pues bien.. 71.668 politicos elegidos...
71.668 corderitos que siguen las indicaciones de voto de su partido..

Pues ya que son los partidos los que deciden la disciplina de voto:
Una conexion de internet con cada sede de cada partido electo... y voto electronico.

Eliminamos de golpe 71.668 politicos, sus sueldos, sus dietas, sus prevendas, sus viajes, sus choferes, asesores, comisiones..
Eliminamos 71.668 cabezas que solo hacen pensar en como gastar más..
Eliminamos 71.668 bultos que solo hacen lo que dicta el presidente del partido.
Eliminamos traductores en congreso y senado.. secretarios.. ujieres..
Todo sobra.
Una simple conexión a internet. y que el presidente de cada partido haga la votación.
En realidad es como lo hacen.. pues entonces.. puesto que esos 71.668 politicos solo hacen lo que les dicta su partido.. que sea su partido el que vote.
Se les reparte el % de voto obtenido en las elecciones.. y listo.

Si empiezo a sumar sueldos, dietas, gastos de viaje..
Añado sueldos de asesores, secretarios, choferes, traductores para los diputados de lenguas co-oficiales..

Suma.. suma.. suma..

Y apuesto a cualquiera que haga el calculo.. que ahorramos mucho más que la ayuda a Bankia.
Mi propuesta es permanente en el tiempo: El ahorro de eliminar 71.668 politicos de golpe.. hay que multiplicarlo por los años que estemos sin ellos..

UNA MILLONADA DE EUROS.
¿Tres campeonatos?
El problema es que entonces querré conseguir otro, y otro y otro... La ambición es imparable, infinita.

Fernando Alonso
Responder
#92
prima de riesgo a las 14:00 642p
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#93
(24-07-2012, 13:59)El abuelo escribió: Propongo la mayor medida de ahorro que conozco y que es POSIBLE hacer en este pais.

http://www.lavanguardia.com/politica/201...ticos.html

El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas admite que no está cuantificado oficialmente el número total de cargos políticos que existen en España.
La única cifra que se puede apuntar con certeza es la de los cargos electos salidos de las urnas:
Las últimas elecciones generales otorgaron su escaño a 350 diputados y 208 senadores en el Parlamento español. Y en las municipales fueron elegidos 68.578 concejales en los 8.116 ayuntamientos. También hay 1.268 diputados autonómicos en las 17 comunidades y Ceuta y Melilla, y 54 diputados en el Parlamento Europeo. Además, hay 1.040 diputados provinciales, 157 consejeros insulares y 13 consejeros del Valle de Arán. Suman 71.668 cargos electos.

Ahora bien, estos no son los únicos cargos políticos. La ley 5/2006, de 10 de abril, especifica los altos cargos de la administración general del Estado. Y su enumeración es larga. Empezando por los miembros del Gobierno, secretarios de Estado, subsecretarios, secretarios generales, delegados del Gobierno, jefes de misión diplomática o directores generales. Además, el director general de RTVE; presidentes, directores generales y ejecutivos del sector público estatal y la Seguridad Social; presidente y vocales del Tribunal de Defensa de la Competencia, CNMV, CMT, CNE, CSN y cualquier órgano regulador; presidente y directores generales del ICO; miembros de los gabinetes de la Presidencia del Gobierno y vicepresidencias; directores de gabinete de ministros; o presidentes, directores y gerentes de fundaciones estatales. Una estructura con traslación al resto de administraciones públicas, y a la que hay que sumar a partidos políticos, asesores y cargos de confianza.

"Es verdad que existen en España demasiados cargos políticos", admite el presidente del Congreso, Jesús Posada



Pues bien.. 71.668 politicos elegidos...
71.668 corderitos que siguen las indicaciones de voto de su partido..

Pues ya que son los partidos los que deciden la disciplina de voto:
Una conexion de internet con cada sede de cada partido electo... y voto electronico.

Eliminamos de golpe 71.668 politicos, sus sueldos, sus dietas, sus prevendas, sus viajes, sus choferes, asesores, comisiones..
Eliminamos 71.668 cabezas que solo hacen pensar en como gastar más..
Eliminamos 71.668 bultos que solo hacen lo que dicta el presidente del partido.
Eliminamos traductores en congreso y senado.. secretarios.. ujieres..
Todo sobra.
Una simple conexión a internet. y que el presidente de cada partido haga la votación.
En realidad es como lo hacen.. pues entonces.. puesto que esos 71.668 politicos solo hacen lo que les dicta su partido.. que sea su partido el que vote.
Se les reparte el % de voto obtenido en las elecciones.. y listo.

Si empiezo a sumar sueldos, dietas, gastos de viaje..
Añado sueldos de asesores, secretarios, choferes, traductores para los diputados de lenguas co-oficiales..

Suma.. suma.. suma..

Y apuesto a cualquiera que haga el calculo.. que ahorramos mucho más que la ayuda a Bankia.
Mi propuesta es permanente en el tiempo: El ahorro de eliminar 71.668 politicos de golpe.. hay que multiplicarlo por los años que estemos sin ellos..

UNA MILLONADA DE EUROS.

y como los eliminamos?? xk riefle en mano es la opcion mas rapida
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#94
Pues aunque me lluevan hondonadas de ostias yo creo que lo mejor sería volver a la "pela"... moneda propia que puedes devaluar si te hace falta sin tener que lamer el culo a nadie, pero no solo eso nos ayudaría a poder salir con mayor celeridad de la crisis... hay que ponerse las pilas... !!!

Leeros esto, por favor:


Se ha descrito correctamente que en estos momentos la economía española está en un proceso de devaluación interna, que se distingue de las devaluaciones típicas o externas porque ha de realizarse sin poder ajustar a la baja el valor de la moneda, ya que como ocurre ahora en España, se carece de una propia. Creo que es interesante profundizar en esta distinción entre ambos tipos de devaluación para comprender mejor lo que implica la pertenencia de España al euro y lo que está pasando en esta etapa en el país como consecuencia de ello.

Si un país tiene una moneda propia, puede devaluarla respecto a las de los demás. Este cambio es normal dentro de los procesos de adaptación del tipo de cambio a las circunstancias cambiantes de cada país. Después de la Segunda Guerra Mundial, el llamado sistema de Bretton Woods estableció precisamente unas reglas para que las devaluaciones fueran justificadas y no se convirtieran en mecanismos para lograr ventajas competitivas desleales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) se fundó, en 1944, precisamente para supervisar esta mecánica.

Todas las devaluaciones, tanto las que realiza un país que tiene moneda propia como las que ejecutan países que no la tienen, comparten como causa decisiva la pérdida de competitividad del país afectado. Esta puede deberse a malas políticas económicas, que es la causa habitual, o a algún fenómeno sobrevenido (catástrofes naturales o guerras por ejemplo). Otra característica que comparten todas las devaluaciones es que acaban siendo los mercados los que empujan hacia ellas, bien presionando la moneda a la baja bien atacando la solvencia del país, como ocurre actualmente en la zona euro.

Hay dos características destacables de las devaluaciones externas, es decir, las de un país con moneda propia. Suelen ser rápidas en su ejecución, aunque se fragüen lentamente, y la carga del ajuste se comparte con el resto del mundo, especialmente con los mayores socios comerciales del país, a través de los flujos comerciales. Cuando se devalúa la moneda, se exporta más y se importa menos, con el consiguiente impacto positivo sobre el propio comercio y negativo sobre el de los socios comerciales. El que se comparta la carga del ajuste con los demás hace que las devaluaciones de la propia moneda sean relativamente poco traumáticas si se preparan y ejecutan bien.

CINCO DEVALUACIONES

Desde el Plan de Estabilización de 1959 hasta la adopción del euro en 1999, España se vio forzada a devaluar la peseta en cinco ocasiones (1967, 1976, 1982, 1992 y 1993). Considerando las dos últimas como una sola, ya que fueron propiciadas por el mismo fenómeno de crisis dentro del sistema monetario europeo (SME), llegamos a la conclusión de que España ha necesitado, en promedio, una devaluación de la peseta cada diez años para recuperar la competitividad perdida.

Todas estas han sido devaluaciones tradicionales y han hecho el mismo recorrido. Los mercados fueron incrementando su desconfianza hacia la peseta hasta que se quebró la resistencia y se tuvo que devaluar. En general, cabe decir en honor a la verdad que estas devaluaciones fueron históricamente muy eficaces en reactivar la economía a corto plazo, con medidas fiscales y monetarias de acompañamiento generalmente bastante bien planteadas. Pero el problema a medio y largo plazo siempre ha acabado siendo el mismo: la competitividad recuperada con la devaluación de la peseta se ha vuelto a perder por falta de reformas que agilizaran y modernizaran la economía.

Esta historia explica que España acogiera el euro con entusiasmo, especialmente por parte de su clase política. En realidad, las devaluaciones de la peseta habían tenido un éxito efímero y el país había dejado de creer en ellas. Se consideró que el euro era un valor seguro que alejaba el espectro de más devaluaciones y que conseguiría finalmente la disciplina económica que nunca se había logrado a través de ellas.

Estas expectativas no se han visto cumplidas. Una vez más, se ha topado con los mismos problemas: la pérdida de competitividad de la economía, agravada por las crisis de la construcción y la financiera, yel embate de los mercados. Lo que normalmente era un ataque a la moneda española, la peseta, se ha transformado en algo más grave: un ataque a la solvencia económica del país. La primera línea de defensa, que siempre es la moneda propia, no existe y por esto el ataque es ahora más profundo, como estamos comprobando en toda la periferia de Europa.

Ante la imposibilidad de devaluar una inexistente moneda propia, a España y demás países afectados nos les queda otra opción que recuperar la competitividad perdida y la confianza de los mercados internamente (de ahí el nombre de devaluación interna) a través de un plan de ajuste. La reducción de costes respecto a terceros países que se consigue con una devaluación de la moneda, debe lograrse, a falta de esta, con una fuerte compresión interna de costes que pasa por una inevitable fase de recesión o, en el mejor de los casos, de estancamiento de la economía.

PROCESOS COSTOSOS

Las devaluaciones internas, como la que está atravesando España, son procesos costosos, de fuerte impacto social y largos. Son costosos porque no se puede compartir la carga con los demás como en la devaluación de la propia moneda. Es más, la actual crisis del euro demuestra que la ayuda financiera de los socios, cuando es necesaria, se consigue en condiciones verdaderamente leoninas. El impacto social es muy duro porque, ante la inflexibilidad de los salarios, el coste más importante para las empresas, el peso del ajuste acaba traduciéndose en una enorme expulsión de mano de obra hacia el paro. Y la devaluación interna toma mucho tiempo porque la austeridad que requiere se traduce en negociaciones y enfrentamientos interminables.

España ha participado en todos los sistemas cambiarios de la posguerra: el de paridades de Bretton Woods, el de flotación, el mecanismo de cambios del SME y, desde 1999, como integrante del euro. En todos los casos, hemos tropezado con la misma piedra: la pérdida progresiva de competitividad respecto al resto del mundo y la necesidad de recuperarla a través de una devaluación, cuyos efectos se han vuelto a desvanecer al cabo de unos años.

Esta piedra en la que tropieza una y otra vez la economía española es su incapacidad, como he señalado en varios artículos anteriores, de reformarse y homologarse con las economías avanzadas. El euro debería habernos convencido de una vez por todas de que no hay remedios mágicos. Haberlo creído nos está costando muy caro.

Joaquim Muns. Catedrático de OEI en la UB.
@salvarub
Responder
#95
(24-07-2012, 14:18)Diosfenix escribió:
(24-07-2012, 13:59)El abuelo escribió: Propongo la mayor medida de ahorro que conozco y que es POSIBLE hacer en este pais.

http://www.lavanguardia.com/politica/201...ticos.html

El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas admite que no está cuantificado oficialmente el número total de cargos políticos que existen en España.
La única cifra que se puede apuntar con certeza es la de los cargos electos salidos de las urnas:
Las últimas elecciones generales otorgaron su escaño a 350 diputados y 208 senadores en el Parlamento español. Y en las municipales fueron elegidos 68.578 concejales en los 8.116 ayuntamientos. También hay 1.268 diputados autonómicos en las 17 comunidades y Ceuta y Melilla, y 54 diputados en el Parlamento Europeo. Además, hay 1.040 diputados provinciales, 157 consejeros insulares y 13 consejeros del Valle de Arán. Suman 71.668 cargos electos.

Ahora bien, estos no son los únicos cargos políticos. La ley 5/2006, de 10 de abril, especifica los altos cargos de la administración general del Estado. Y su enumeración es larga. Empezando por los miembros del Gobierno, secretarios de Estado, subsecretarios, secretarios generales, delegados del Gobierno, jefes de misión diplomática o directores generales. Además, el director general de RTVE; presidentes, directores generales y ejecutivos del sector público estatal y la Seguridad Social; presidente y vocales del Tribunal de Defensa de la Competencia, CNMV, CMT, CNE, CSN y cualquier órgano regulador; presidente y directores generales del ICO; miembros de los gabinetes de la Presidencia del Gobierno y vicepresidencias; directores de gabinete de ministros; o presidentes, directores y gerentes de fundaciones estatales. Una estructura con traslación al resto de administraciones públicas, y a la que hay que sumar a partidos políticos, asesores y cargos de confianza.

"Es verdad que existen en España demasiados cargos políticos", admite el presidente del Congreso, Jesús Posada



Pues bien.. 71.668 politicos elegidos...
71.668 corderitos que siguen las indicaciones de voto de su partido..

Pues ya que son los partidos los que deciden la disciplina de voto:
Una conexion de internet con cada sede de cada partido electo... y voto electronico.

Eliminamos de golpe 71.668 politicos, sus sueldos, sus dietas, sus prevendas, sus viajes, sus choferes, asesores, comisiones..
Eliminamos 71.668 cabezas que solo hacen pensar en como gastar más..
Eliminamos 71.668 bultos que solo hacen lo que dicta el presidente del partido.
Eliminamos traductores en congreso y senado.. secretarios.. ujieres..
Todo sobra.
Una simple conexión a internet. y que el presidente de cada partido haga la votación.
En realidad es como lo hacen.. pues entonces.. puesto que esos 71.668 politicos solo hacen lo que les dicta su partido.. que sea su partido el que vote.
Se les reparte el % de voto obtenido en las elecciones.. y listo.

Si empiezo a sumar sueldos, dietas, gastos de viaje..
Añado sueldos de asesores, secretarios, choferes, traductores para los diputados de lenguas co-oficiales..

Suma.. suma.. suma..

Y apuesto a cualquiera que haga el calculo.. que ahorramos mucho más que la ayuda a Bankia.
Mi propuesta es permanente en el tiempo: El ahorro de eliminar 71.668 politicos de golpe.. hay que multiplicarlo por los años que estemos sin ellos..

UNA MILLONADA DE EUROS.

y como los eliminamos?? xk riefle en mano es la opcion mas rapida

Partiendo de la base de que estoy de acuerdo que ha existido y existe mala gestión, que hay duplicidad de cargos y funciones y que hay cosas mal hechas, cuidado con los argumentos que usamos y las medidas que pedimos, porque a veces pueden estar muy lejos de lo que consideramos nuestra ideologia (en otros puede que sea esa la ideologia en particular) pero resulta dificil de ver.

De un tiempo a esta parte para mi resulta cada vez mas claro que existe una propaganda, entendiendo por propaganda el sentido mas literal y estricto (e invito a recordar quienes y con que fin crearon la propaganda), de desprestigio total de la clase politica de este pais. Y esto me preocupa. NO todos los politicos son malos, chorizos, vagos, ladrones y no se interesan por sus votantes. Podria mencionar a gente cercana a mi que es politica, de los de verdad, que se preocupa por sus votantes y que lo primero que hizo antes de entrar en politica años atras, fue llamar a un notaria para hacer constar todos sus vienes antes de entrar en politica, asi nadie podria decir que se enriquecio a costa de... y no es el unico... No todos se enriquecen. Cuidado con las generalizaciones...

No todos los funcionarios son vagos, ni los sindicalistas unos reaccionarios, ni todas las mujeres putas, ni los hombres unos cabrones, ni los españoles unos cerdos, ni los judios unos ladrones, ni los negros... completad o seguid como querais...

Este pais es joven en la democracia de la que disfruta y ciertos argumentos allanan el camino para que surjan "salvadores de la patria", gente que se erige a si misma, por la fuerza o por la dialectica (o por ambas) como los salvadores del pais. Que usan esa herramienta de propaganda en precisamente estos momentos en los que vivimos para enfurecernos y llevarnos a terrenos en los que quizas cuando un dia nos hallemos nos demos cuenta que jamas quisimos estar...

A mi me gusta la democracia en la que vivo, poder votar a politicos para que me gobiernen y que gestionen el pais...

Que se puede hacer mejor? Seguro! Que el sistema necesita mejoras? Siempre! Pero... ojo con la propaganda y la alienación...

Edito por si no queda claro: No digo que los integrantes de este foro hagan propaganda, solo pretendo avisar de que desde hace un tiempo para mi es claro que hay ciertas corrientes, ciertos movimientos en redes sociales, con ciertas ideas que invitan... a cosas que a mi particularmente digamos que... me preocupan... rozan ideas peligrosas... y a veces es muy facil dejarse llevar. Y mas en los tiempos que vivimos...
Responder
#96
(24-07-2012, 14:32)chiqueu escribió: Pues aunque me lluevan hondonadas de ostias yo creo que lo mejor sería volver a la "pela"... moneda propia que puedes devaluar si te hace falta sin tener que lamer el culo a nadie, pero no solo eso nos ayudaría a poder salir con mayor celeridad de la crisis... hay que ponerse las pilas... !!!

Leeros esto, por favor:


Se ha descrito correctamente que en estos momentos la economía española está en un proceso de devaluación interna, que se distingue de las devaluaciones típicas o externas porque ha de realizarse sin poder ajustar a la baja el valor de la moneda, ya que como ocurre ahora en España, se carece de una propia. Creo que es interesante profundizar en esta distinción entre ambos tipos de devaluación para comprender mejor lo que implica la pertenencia de España al euro y lo que está pasando en esta etapa en el país como consecuencia de ello.

Si un país tiene una moneda propia, puede devaluarla respecto a las de los demás. Este cambio es normal dentro de los procesos de adaptación del tipo de cambio a las circunstancias cambiantes de cada país. Después de la Segunda Guerra Mundial, el llamado sistema de Bretton Woods estableció precisamente unas reglas para que las devaluaciones fueran justificadas y no se convirtieran en mecanismos para lograr ventajas competitivas desleales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) se fundó, en 1944, precisamente para supervisar esta mecánica.

Todas las devaluaciones, tanto las que realiza un país que tiene moneda propia como las que ejecutan países que no la tienen, comparten como causa decisiva la pérdida de competitividad del país afectado. Esta puede deberse a malas políticas económicas, que es la causa habitual, o a algún fenómeno sobrevenido (catástrofes naturales o guerras por ejemplo). Otra característica que comparten todas las devaluaciones es que acaban siendo los mercados los que empujan hacia ellas, bien presionando la moneda a la baja bien atacando la solvencia del país, como ocurre actualmente en la zona euro.

Hay dos características destacables de las devaluaciones externas, es decir, las de un país con moneda propia. Suelen ser rápidas en su ejecución, aunque se fragüen lentamente, y la carga del ajuste se comparte con el resto del mundo, especialmente con los mayores socios comerciales del país, a través de los flujos comerciales. Cuando se devalúa la moneda, se exporta más y se importa menos, con el consiguiente impacto positivo sobre el propio comercio y negativo sobre el de los socios comerciales. El que se comparta la carga del ajuste con los demás hace que las devaluaciones de la propia moneda sean relativamente poco traumáticas si se preparan y ejecutan bien.

CINCO DEVALUACIONES

Desde el Plan de Estabilización de 1959 hasta la adopción del euro en 1999, España se vio forzada a devaluar la peseta en cinco ocasiones (1967, 1976, 1982, 1992 y 1993). Considerando las dos últimas como una sola, ya que fueron propiciadas por el mismo fenómeno de crisis dentro del sistema monetario europeo (SME), llegamos a la conclusión de que España ha necesitado, en promedio, una devaluación de la peseta cada diez años para recuperar la competitividad perdida.

Todas estas han sido devaluaciones tradicionales y han hecho el mismo recorrido. Los mercados fueron incrementando su desconfianza hacia la peseta hasta que se quebró la resistencia y se tuvo que devaluar. En general, cabe decir en honor a la verdad que estas devaluaciones fueron históricamente muy eficaces en reactivar la economía a corto plazo, con medidas fiscales y monetarias de acompañamiento generalmente bastante bien planteadas. Pero el problema a medio y largo plazo siempre ha acabado siendo el mismo: la competitividad recuperada con la devaluación de la peseta se ha vuelto a perder por falta de reformas que agilizaran y modernizaran la economía.

Esta historia explica que España acogiera el euro con entusiasmo, especialmente por parte de su clase política. En realidad, las devaluaciones de la peseta habían tenido un éxito efímero y el país había dejado de creer en ellas. Se consideró que el euro era un valor seguro que alejaba el espectro de más devaluaciones y que conseguiría finalmente la disciplina económica que nunca se había logrado a través de ellas.

Estas expectativas no se han visto cumplidas. Una vez más, se ha topado con los mismos problemas: la pérdida de competitividad de la economía, agravada por las crisis de la construcción y la financiera, yel embate de los mercados. Lo que normalmente era un ataque a la moneda española, la peseta, se ha transformado en algo más grave: un ataque a la solvencia económica del país. La primera línea de defensa, que siempre es la moneda propia, no existe y por esto el ataque es ahora más profundo, como estamos comprobando en toda la periferia de Europa.

Ante la imposibilidad de devaluar una inexistente moneda propia, a España y demás países afectados nos les queda otra opción que recuperar la competitividad perdida y la confianza de los mercados internamente (de ahí el nombre de devaluación interna) a través de un plan de ajuste. La reducción de costes respecto a terceros países que se consigue con una devaluación de la moneda, debe lograrse, a falta de esta, con una fuerte compresión interna de costes que pasa por una inevitable fase de recesión o, en el mejor de los casos, de estancamiento de la economía.

PROCESOS COSTOSOS

Las devaluaciones internas, como la que está atravesando España, son procesos costosos, de fuerte impacto social y largos. Son costosos porque no se puede compartir la carga con los demás como en la devaluación de la propia moneda. Es más, la actual crisis del euro demuestra que la ayuda financiera de los socios, cuando es necesaria, se consigue en condiciones verdaderamente leoninas. El impacto social es muy duro porque, ante la inflexibilidad de los salarios, el coste más importante para las empresas, el peso del ajuste acaba traduciéndose en una enorme expulsión de mano de obra hacia el paro. Y la devaluación interna toma mucho tiempo porque la austeridad que requiere se traduce en negociaciones y enfrentamientos interminables.

España ha participado en todos los sistemas cambiarios de la posguerra: el de paridades de Bretton Woods, el de flotación, el mecanismo de cambios del SME y, desde 1999, como integrante del euro. En todos los casos, hemos tropezado con la misma piedra: la pérdida progresiva de competitividad respecto al resto del mundo y la necesidad de recuperarla a través de una devaluación, cuyos efectos se han vuelto a desvanecer al cabo de unos años.

Esta piedra en la que tropieza una y otra vez la economía española es su incapacidad, como he señalado en varios artículos anteriores, de reformarse y homologarse con las economías avanzadas. El euro debería habernos convencido de una vez por todas de que no hay remedios mágicos. Haberlo creído nos está costando muy caro.

Joaquim Muns. Catedrático de OEI en la UB.

http://elpais.com/elpais/2012/05/31/opin...53958.html ----> respuesta 1

http://www.eldiario.es/zonacritica/2012/...-decision/ ----> respuesta 2
Responder
#97
Es decir, que con la peseta, estas cosas no pasaban, habia trabajo para todo el mundo y a los jueces les ponian un tio de asustos internos al lado pa vigilarlo, pero claro, llegó la dictadura de guante blanco y los bikinis en la playa y claro, no estábamos preparados, que no, dice mi tio que me cuenta todas estas cosas que el español solo entiende de cintura y latigazos, que sinó, no aprende, que no se pueden quedar sueltos, que és una raza autodestrucitva, que en Europa nos tienen calaos, que sabrá.
Responder
#98
Estoy con Alfaster, aunque nos joda hemos demostrado que no hemos estado a la altura democrática que merecía la situación. Nos deben de meter en cintura, ya que la clase política nacional está atada de manos. Al menos desde fuera no les van a temblar las manos.
[Imagen: tiolavara.png]
Siempre con Fernando, año tras año.
Un imbécil que lee mucho no reduce un ápice su imbecilidad. Si acaso, se convierte en un imbécil leído.
Responder
#99
(24-07-2012, 14:49)bitbp escribió:
(24-07-2012, 14:32)chiqueu escribió: Pues aunque me lluevan hondonadas de ostias yo creo que lo mejor sería volver a la "pela"... moneda propia que puedes devaluar si te hace falta sin tener que lamer el culo a nadie, pero no solo eso nos ayudaría a poder salir con mayor celeridad de la crisis... hay que ponerse las pilas... !!!

Leeros esto, por favor:


Se ha descrito correctamente que en estos momentos la economía española está en un proceso de devaluación interna, que se distingue de las devaluaciones típicas o externas porque ha de realizarse sin poder ajustar a la baja el valor de la moneda, ya que como ocurre ahora en España, se carece de una propia. Creo que es interesante profundizar en esta distinción entre ambos tipos de devaluación para comprender mejor lo que implica la pertenencia de España al euro y lo que está pasando en esta etapa en el país como consecuencia de ello.

Si un país tiene una moneda propia, puede devaluarla respecto a las de los demás. Este cambio es normal dentro de los procesos de adaptación del tipo de cambio a las circunstancias cambiantes de cada país. Después de la Segunda Guerra Mundial, el llamado sistema de Bretton Woods estableció precisamente unas reglas para que las devaluaciones fueran justificadas y no se convirtieran en mecanismos para lograr ventajas competitivas desleales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) se fundó, en 1944, precisamente para supervisar esta mecánica.

Todas las devaluaciones, tanto las que realiza un país que tiene moneda propia como las que ejecutan países que no la tienen, comparten como causa decisiva la pérdida de competitividad del país afectado. Esta puede deberse a malas políticas económicas, que es la causa habitual, o a algún fenómeno sobrevenido (catástrofes naturales o guerras por ejemplo). Otra característica que comparten todas las devaluaciones es que acaban siendo los mercados los que empujan hacia ellas, bien presionando la moneda a la baja bien atacando la solvencia del país, como ocurre actualmente en la zona euro.

Hay dos características destacables de las devaluaciones externas, es decir, las de un país con moneda propia. Suelen ser rápidas en su ejecución, aunque se fragüen lentamente, y la carga del ajuste se comparte con el resto del mundo, especialmente con los mayores socios comerciales del país, a través de los flujos comerciales. Cuando se devalúa la moneda, se exporta más y se importa menos, con el consiguiente impacto positivo sobre el propio comercio y negativo sobre el de los socios comerciales. El que se comparta la carga del ajuste con los demás hace que las devaluaciones de la propia moneda sean relativamente poco traumáticas si se preparan y ejecutan bien.

CINCO DEVALUACIONES

Desde el Plan de Estabilización de 1959 hasta la adopción del euro en 1999, España se vio forzada a devaluar la peseta en cinco ocasiones (1967, 1976, 1982, 1992 y 1993). Considerando las dos últimas como una sola, ya que fueron propiciadas por el mismo fenómeno de crisis dentro del sistema monetario europeo (SME), llegamos a la conclusión de que España ha necesitado, en promedio, una devaluación de la peseta cada diez años para recuperar la competitividad perdida.

Todas estas han sido devaluaciones tradicionales y han hecho el mismo recorrido. Los mercados fueron incrementando su desconfianza hacia la peseta hasta que se quebró la resistencia y se tuvo que devaluar. En general, cabe decir en honor a la verdad que estas devaluaciones fueron históricamente muy eficaces en reactivar la economía a corto plazo, con medidas fiscales y monetarias de acompañamiento generalmente bastante bien planteadas. Pero el problema a medio y largo plazo siempre ha acabado siendo el mismo: la competitividad recuperada con la devaluación de la peseta se ha vuelto a perder por falta de reformas que agilizaran y modernizaran la economía.

Esta historia explica que España acogiera el euro con entusiasmo, especialmente por parte de su clase política. En realidad, las devaluaciones de la peseta habían tenido un éxito efímero y el país había dejado de creer en ellas. Se consideró que el euro era un valor seguro que alejaba el espectro de más devaluaciones y que conseguiría finalmente la disciplina económica que nunca se había logrado a través de ellas.

Estas expectativas no se han visto cumplidas. Una vez más, se ha topado con los mismos problemas: la pérdida de competitividad de la economía, agravada por las crisis de la construcción y la financiera, yel embate de los mercados. Lo que normalmente era un ataque a la moneda española, la peseta, se ha transformado en algo más grave: un ataque a la solvencia económica del país. La primera línea de defensa, que siempre es la moneda propia, no existe y por esto el ataque es ahora más profundo, como estamos comprobando en toda la periferia de Europa.

Ante la imposibilidad de devaluar una inexistente moneda propia, a España y demás países afectados nos les queda otra opción que recuperar la competitividad perdida y la confianza de los mercados internamente (de ahí el nombre de devaluación interna) a través de un plan de ajuste. La reducción de costes respecto a terceros países que se consigue con una devaluación de la moneda, debe lograrse, a falta de esta, con una fuerte compresión interna de costes que pasa por una inevitable fase de recesión o, en el mejor de los casos, de estancamiento de la economía.

PROCESOS COSTOSOS

Las devaluaciones internas, como la que está atravesando España, son procesos costosos, de fuerte impacto social y largos. Son costosos porque no se puede compartir la carga con los demás como en la devaluación de la propia moneda. Es más, la actual crisis del euro demuestra que la ayuda financiera de los socios, cuando es necesaria, se consigue en condiciones verdaderamente leoninas. El impacto social es muy duro porque, ante la inflexibilidad de los salarios, el coste más importante para las empresas, el peso del ajuste acaba traduciéndose en una enorme expulsión de mano de obra hacia el paro. Y la devaluación interna toma mucho tiempo porque la austeridad que requiere se traduce en negociaciones y enfrentamientos interminables.

España ha participado en todos los sistemas cambiarios de la posguerra: el de paridades de Bretton Woods, el de flotación, el mecanismo de cambios del SME y, desde 1999, como integrante del euro. En todos los casos, hemos tropezado con la misma piedra: la pérdida progresiva de competitividad respecto al resto del mundo y la necesidad de recuperarla a través de una devaluación, cuyos efectos se han vuelto a desvanecer al cabo de unos años.

Esta piedra en la que tropieza una y otra vez la economía española es su incapacidad, como he señalado en varios artículos anteriores, de reformarse y homologarse con las economías avanzadas. El euro debería habernos convencido de una vez por todas de que no hay remedios mágicos. Haberlo creído nos está costando muy caro.

Joaquim Muns. Catedrático de OEI en la UB.

http://elpais.com/elpais/2012/05/31/opin...53958.html ----> respuesta 1

http://www.eldiario.es/zonacritica/2012/...-decision/ ----> respuesta 2

Me lo voy a leer con atención...
@salvarub
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(24-07-2012, 15:01)German Sanchez escribió: Estoy con Alfaster, aunque nos joda hemos demostrado que no hemos estado a la altura democrática que merecía la situación. Nos deben de meter en cintura, ya que la clase política nacional está atada de manos. Al menos desde fuera no les van a temblar las manos.

Para comprender el presente debes recordar el pasado y a lo largo de la Historia de este país siempre se han repetido los mismos patrones, en vez de aprovechar este pasado crecimiento económico para poder dejar las bases de un futuro a generaciones venideras como hacen otras razas más avanzadas, el sistema político y Judicial lo han corrompido y han esquilmado nuevamente el pais.

Ocurrió con el oro de Moscú, en la Guerra de la Independencia, al principio,............ donde está el oro de América, las conquistas de Ultramar, tenian que invadirnos los Vikingos, por lo menos tenian la cultura cervecera y unas hembras de infarto, míralos ahora, de los paises más avanzados del mundo.
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