50 PUNTOS POR GANAR EN ABU DABI
![[Imagen: 18bb2310bb15bc25be224d3d9eaba414.jpg?mtime=1386785375]](http://www.ecestaticos.com/imagestatic/clipping/18b/b23/10b/18bb2310bb15bc25be224d3d9eaba414.jpg?mtime=1386785375)
“Valoro las tradiciones de la Fórmula 1 y no entiendo esta nueva regla. Imaginad que el último partido de la Bundesliga tuviera el doble de puntos. Es absurdo y castiga a aquellos que han trabajado duro durante el año. Los pilotos, expertos y aficionados están horrorizados”. Sebastian Vettel, como otras muchas voces, han cuestionado abiertamente una de decisiones tomadas por la Federación Internacional de Automovilismo estos últimos días: doblar la puntuación en la última carrera de 2014 en Abu Dhabi.
¿Será la nueva norma tan negativa como muchos anticipan? ¿Desvirtúa la equidad deportiva? ¿Rompe el espíritu de la competición y de la Fórmula 1 como apuntaba Sebastian Vettel?
¿Por qué un abandono ha de penalizar el doble en la última carrera?
Una de las críticas más escuchadas discute la concesión arbitraria que supone supravalorar una carrera. ¿Es más meritorio ganar en Abu Dhabi que en Suzuka? También se cuestiona conceder mayor valor decisorio a una victoria a final de año, sin margen de respuesta, a otra lograda a mitad de temporada.
Un piloto que liderara el campeonato con cincuenta puntos sobre su rival más inmediato -el equivalente a dos triunfos-, y que contara con mayor número de victorias al llegar a Marina Bay, se vería también doblemente penalizado si la fiabilidad le traiciona porque, si la victoria puntúa doble, también lo haría un abandono frente a rivales por el título. Pero, en general, se cuestiona el factor de artificialidad y arbitrariedad frente al mérito y la igualdad. Puede que no falte razón en ninguna de las críticas anteriores, pero como en toda novedad, hoy todavía no se visualizan sus ventajas.
Raikkonen, Alonso y Hamilton en el GP de China (Efe).Raikkonen, Alonso y Hamilton en el GP de China (Efe).
Un campeonato abierto, con la posibilidad de muchos candidatos
No es casual que una norma inédita en la historia de la Fórmula 1 se haya implementado tras una temporada demoledora para el interés mediático y deportivo como en 2013. Organizadores con carreras en el último tercio de la temporada, así como canales televisivos con determinadas expectativas de audiencia, habrán mostrado reticencias ante su vulnerabilidad dependiendo de la situación deportiva. Frente al comprensible 'purismo' de los aficionados, el pragmatismo de sus protagonistas. En este caso, ciertamente las ventajas son para estos últimos, para qué vamos a engañarnos. La Fórmula 1, por mucho que Vettel se acoja a las tradiciones, no es un mundo romántico.
Sin embargo, la doble puntuación abre más posibilidades a un título abierto hasta la última cita . Aficionados y medios de comunicación agradecerán el mayor potencial de un gran clímax final, y no campeonatos sentenciados con excesiva anticipación. Además, las amplias combinaciones de resultados y puntos que permite podrían abrir el abanico de candidatos al título en Marina Bay, con la perspectiva de desenlaces inesperados. Y si como se prevé, la fiabilidad fuera crucial en 2014, este factor aportaría más dramatismo en la cita decisiva. Dentro de un año, quienes hoy tanto se quejan de la doble puntuación posiblemente se relamerán ante la perspectiva de contar con varios pilotos con opciones al título.
Vettel adelantando a Ferrari y Lotus (Efe).Vettel adelantando a Ferrari y Lotus (Efe).
Senna ganó a Prost con menos puntos
Aquellos que se rasgan las vestiduras ante la doble puntuación deberían recordar que la Fórmula 1 está llena de medidas 'antinaturales' que, por otro lado, han existido con muy diferente naturaleza según las épocas. ¿No lo es ese DRS que desnaturaliza una de las virtudes del piloto, su talento, para adelantar? Hoy, se justifica como herramienta para neutralizar el hándicap aerodinámico. ¿No resulta anómalo un neumático especialmente diseñado para degradarse en un momento dado? Como se ha demostrado en otros momentos del pasado, la Fórmula 1 tampoco necesitaría paradas en boxes, por ejemplo, para completar una carrera.
Y, hablando de puntuación, ni hoy ni en su día nadie cuestionó el título de Ayrton Senna en 1988, cuando en el cómputo total de la temporada se descontaban resultados sobre el total obtenido. Aquel año, Alain Prost logró más puntos reales que el brasileño. En la memorable cita final de Suzuka nadie tuvo en cuenta que algunos de los grandes resultados de Prost aquel año no valieron para nada. Y fueron años con un sistema de puntuación semejante. ¿O era justo que sólo puntuaran seis monoplazas durante décadas?.
La última edición de la Nascar (Reuters).La última edición de la Nascar (Reuters).
Otros ejemplos fuera de la Fórmula 1
En la Nascar, el campeonato automovilístico número uno en Estados Unidos, los diez primeros clasificados a falta de otras tantas carreras pasan a luchar por el título en estas últimas pruebas, empezando de cero y participando en ellas junto al resto de la parrilla que ya no cuenta con opciones. En el certamen de rallies IRC de 2011, cuyas dos pruebas finales puntuaban doble, el campeón Andreas Mikkelsen logró el título tras un comienzo nefasto de temporada. A la última prueba de la temporada, en Chipre, cinco pilotos llegaban con opciones al título. Ganó quienes menos posibilidades tenía antes de la prueba, pero el sistema de puntuación permitió que tuviera opciones todo el año. En el Mundial de Resistencia, por ejemplo, puntúa doble la victoria en las 24 Horas de Le Mans.
Por discutida que pueda resultar, la Fórmula 1 ha abierto la puerta a experimentar y ajugar con las opciones para intentar mantener la incertidumbre hasta el final. ¿Qué estrategia seguiría Ferrari, por ejemplo, si Alonso y Raikkonen llegaran a Abu Dabi 2014 como candidatos? ¿Y si Mercedes también estuviera en la pelea con uno o dos de sus pilotos? ¿Y si a estos, además, también se sumara Vettel? Reconozcamos que con la nueva norma no se garantiza tan atractivo panorama, pero será más factible. Entonces, todo el mundo habrá olvidado si la victoria con puntuación doble se ajusta al “espíritu de la Fórmula 1”. Y quién sabe, quizás hasta el propio Vettel, necesitara acudir a la doble puntuación en 2014.
¿Por qué no haber aplicado la puntuación doble también en trazados como Mónaco, Spa o Suzuka? ¿O una a comienzos, a mitad y a final de temporada? Por si acaso, ahí queda la propuesta para el futuro. Eso sí, que una pista como la de Abu Dabi se lleve semejante privilegio sí que es de juzgado de guardia.
elconfidencial.com
“Valoro las tradiciones de la Fórmula 1 y no entiendo esta nueva regla. Imaginad que el último partido de la Bundesliga tuviera el doble de puntos. Es absurdo y castiga a aquellos que han trabajado duro durante el año. Los pilotos, expertos y aficionados están horrorizados”. Sebastian Vettel, como otras muchas voces, han cuestionado abiertamente una de decisiones tomadas por la Federación Internacional de Automovilismo estos últimos días: doblar la puntuación en la última carrera de 2014 en Abu Dhabi.
¿Será la nueva norma tan negativa como muchos anticipan? ¿Desvirtúa la equidad deportiva? ¿Rompe el espíritu de la competición y de la Fórmula 1 como apuntaba Sebastian Vettel?
¿Por qué un abandono ha de penalizar el doble en la última carrera?
Una de las críticas más escuchadas discute la concesión arbitraria que supone supravalorar una carrera. ¿Es más meritorio ganar en Abu Dhabi que en Suzuka? También se cuestiona conceder mayor valor decisorio a una victoria a final de año, sin margen de respuesta, a otra lograda a mitad de temporada.
Un piloto que liderara el campeonato con cincuenta puntos sobre su rival más inmediato -el equivalente a dos triunfos-, y que contara con mayor número de victorias al llegar a Marina Bay, se vería también doblemente penalizado si la fiabilidad le traiciona porque, si la victoria puntúa doble, también lo haría un abandono frente a rivales por el título. Pero, en general, se cuestiona el factor de artificialidad y arbitrariedad frente al mérito y la igualdad. Puede que no falte razón en ninguna de las críticas anteriores, pero como en toda novedad, hoy todavía no se visualizan sus ventajas.
Raikkonen, Alonso y Hamilton en el GP de China (Efe).Raikkonen, Alonso y Hamilton en el GP de China (Efe).
Un campeonato abierto, con la posibilidad de muchos candidatos
No es casual que una norma inédita en la historia de la Fórmula 1 se haya implementado tras una temporada demoledora para el interés mediático y deportivo como en 2013. Organizadores con carreras en el último tercio de la temporada, así como canales televisivos con determinadas expectativas de audiencia, habrán mostrado reticencias ante su vulnerabilidad dependiendo de la situación deportiva. Frente al comprensible 'purismo' de los aficionados, el pragmatismo de sus protagonistas. En este caso, ciertamente las ventajas son para estos últimos, para qué vamos a engañarnos. La Fórmula 1, por mucho que Vettel se acoja a las tradiciones, no es un mundo romántico.
Sin embargo, la doble puntuación abre más posibilidades a un título abierto hasta la última cita . Aficionados y medios de comunicación agradecerán el mayor potencial de un gran clímax final, y no campeonatos sentenciados con excesiva anticipación. Además, las amplias combinaciones de resultados y puntos que permite podrían abrir el abanico de candidatos al título en Marina Bay, con la perspectiva de desenlaces inesperados. Y si como se prevé, la fiabilidad fuera crucial en 2014, este factor aportaría más dramatismo en la cita decisiva. Dentro de un año, quienes hoy tanto se quejan de la doble puntuación posiblemente se relamerán ante la perspectiva de contar con varios pilotos con opciones al título.
Vettel adelantando a Ferrari y Lotus (Efe).Vettel adelantando a Ferrari y Lotus (Efe).
Senna ganó a Prost con menos puntos
Aquellos que se rasgan las vestiduras ante la doble puntuación deberían recordar que la Fórmula 1 está llena de medidas 'antinaturales' que, por otro lado, han existido con muy diferente naturaleza según las épocas. ¿No lo es ese DRS que desnaturaliza una de las virtudes del piloto, su talento, para adelantar? Hoy, se justifica como herramienta para neutralizar el hándicap aerodinámico. ¿No resulta anómalo un neumático especialmente diseñado para degradarse en un momento dado? Como se ha demostrado en otros momentos del pasado, la Fórmula 1 tampoco necesitaría paradas en boxes, por ejemplo, para completar una carrera.
Y, hablando de puntuación, ni hoy ni en su día nadie cuestionó el título de Ayrton Senna en 1988, cuando en el cómputo total de la temporada se descontaban resultados sobre el total obtenido. Aquel año, Alain Prost logró más puntos reales que el brasileño. En la memorable cita final de Suzuka nadie tuvo en cuenta que algunos de los grandes resultados de Prost aquel año no valieron para nada. Y fueron años con un sistema de puntuación semejante. ¿O era justo que sólo puntuaran seis monoplazas durante décadas?.
La última edición de la Nascar (Reuters).La última edición de la Nascar (Reuters).
Otros ejemplos fuera de la Fórmula 1
En la Nascar, el campeonato automovilístico número uno en Estados Unidos, los diez primeros clasificados a falta de otras tantas carreras pasan a luchar por el título en estas últimas pruebas, empezando de cero y participando en ellas junto al resto de la parrilla que ya no cuenta con opciones. En el certamen de rallies IRC de 2011, cuyas dos pruebas finales puntuaban doble, el campeón Andreas Mikkelsen logró el título tras un comienzo nefasto de temporada. A la última prueba de la temporada, en Chipre, cinco pilotos llegaban con opciones al título. Ganó quienes menos posibilidades tenía antes de la prueba, pero el sistema de puntuación permitió que tuviera opciones todo el año. En el Mundial de Resistencia, por ejemplo, puntúa doble la victoria en las 24 Horas de Le Mans.
Por discutida que pueda resultar, la Fórmula 1 ha abierto la puerta a experimentar y ajugar con las opciones para intentar mantener la incertidumbre hasta el final. ¿Qué estrategia seguiría Ferrari, por ejemplo, si Alonso y Raikkonen llegaran a Abu Dabi 2014 como candidatos? ¿Y si Mercedes también estuviera en la pelea con uno o dos de sus pilotos? ¿Y si a estos, además, también se sumara Vettel? Reconozcamos que con la nueva norma no se garantiza tan atractivo panorama, pero será más factible. Entonces, todo el mundo habrá olvidado si la victoria con puntuación doble se ajusta al “espíritu de la Fórmula 1”. Y quién sabe, quizás hasta el propio Vettel, necesitara acudir a la doble puntuación en 2014.
¿Por qué no haber aplicado la puntuación doble también en trazados como Mónaco, Spa o Suzuka? ¿O una a comienzos, a mitad y a final de temporada? Por si acaso, ahí queda la propuesta para el futuro. Eso sí, que una pista como la de Abu Dabi se lleve semejante privilegio sí que es de juzgado de guardia.
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No se construirá una nueva era con las armas,sino con las manos que las llevan
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