EL ASTURIANO TIENE EL LISTÓN MUY ALTO
![[Imagen: c7610cf7205269f47cb31264bb357261.jpg?mtime=1406572163]](http://www.ecestaticos.com/imagestatic/clipping/c76/10c/f72/c7610cf7205269f47cb31264bb357261.jpg?mtime=1406572163)
"Ha sido la mejor victoria de mi carrera. Lo he disfrutado como nunca. Además, coincide con la Eurocopa, un momento en el que, si cabe, nos sentimos un poco más españoles. Gracias. Es una mezcla de emociones indescriptible. No sé qué decir... Muchas gracias a todos". Este era Fernando Alonso tras el GP de Europa de 2012, todavía con los nervios a flor de piel y poco después de bajarse del monoplaza que había parado durante la vuelta de honor para saborear un momento único: se arrodilló junto a la bandera de su país frente a una grada llena de compatriotas. En esa carrera sobre el trazado urbano de Valencia, Alonso salió undécimo y ganó, sin embargo, esa complejidad no fue el único motivo por el cual afirmó que había sido su "mejor victoria" ya que su nivel de euforia no habría sido el mismo si ese resultado se hubiera dado en otro país. Con este recuerdo resulta evidente que su actuación de Hungría no haya revuelto tanto sus tripas como aquella junto a la playa de la Malvarrosa. Es más, tampoco pareció estar a la altura de sus carreras top.
Difícil comparar cualquier resultado con el de Valencia, donde al cruzar la línea de meta en primer lugar lanzó un grito infinito. Había ganado una prueba en la que -un día antes y tras la clasificación- él mismo había reconocido que sería "imposible" subirse al podio. Este domingo, tras un emotivo speech por radio de su ingeniero Andrea Stella ("súper, súper, súper. No tengo palabras para esta carrera. Increíble lo que has hecho. No sabes lo orgulloso que estamos todos nosotros"), Alonso explicó –en un tono normal- que "Hamilton y Ricciardo tenían las ruedas mucho más nuevas", como el motivo de no haber podido lograr la victoria. Las reacciones a ambos lados de la radio dejaban para el espectador un sabor de victoria épica para Stella, y el de un ‘simple’ botín de puntos mayor del que se presuponía para el asturiano –"extremadamente satisfecho"-.
Media docena entre los muros del circuito de Valencia
Ante la Prensa, poco después de bajarse del F14-T, la de Hungaroring ni siquiera consideraba que hubiera sido "una de las mejores" de su carrera, quizás apelando a que habían sido demasiados factores externos y problemas de otros los que provocaron su sorprendente podio, "no hemos hecho 70 vueltas perfectas", añadió Alonso para restar ‘importancia histórica’ a estos 18 puntos. Sin embargo, en su prueba de Valencia también se dieron dos significativos condicionantes ajenos a su pilotaje para que se diera ese resultado final: un error en el cambio de gomas de McLaren con Hamilton y el abandono de Vettel. Eso sí, en pista, el asturiano adelantó a tres coches en la salida y a otra media docena entre los muros del circuito urbano, incluyendo una sorprendente a Grosjean tras la marcha del coche de seguridad para colocarse segundo. En este sentido, en Hungría, en la salida ganó un puesto y en pista destacaron más sus acciones defensivas que ofensivas, pero ‘defendiendo la portería’ también se ganan partidos… y también se levanta al público de sus asientos, aunque en este caso eran húngaros, no españoles.
¿Entraría Hungaroring, al menos, entre las mejores carreras para el asturiano si hubiera finalizado primero? Tiene poco que envidiar a grandes victorias (machadas) que ha protagonizado fuera de España: Malasia de 2012, con una buena salida, gran estrategia en boxes y bajo un diluvio que posibilitó la victoria con el quinto coche de la parrilla, tras los McLaren (ocuparon la primera fila de la parrilla), Red Bull, Lotus y Mercedes; Silverstone 2011, también con el agua como uno de los factores determinantes en una victoria que debía ser para Red Bull, dueño y señor de 2011 (en esa carrera estaba prohibido el famoso escape soplado); Singapur 2010, mantuvo en su cogote a Vettel –cruzó la meta a dos décimas del asturiano- durante 61 vueltas (todas) en una ‘interminable’ carrera nocturna de dos horas; GP de Europa 2007, en Nurburgring, Alonso también se ayudó del agua para lograr una victoria que tuvo su punto álgido en el adelantamiento por el exterior a Massa y en cuya primera curva del gp hasta ocho monoplazas se salieron de la pista; San Marino 2005, también con un pilotaje defensivo –como en Hungría este domingo- logró mantener durante las últimas cuatro vueltas a un Schumacher que llegaba remontando desde el decimotercer puesto, hasta que se topó con el asturiano. Todas ellas fueron hazañas al volante… aunque sin llegar al clímax de la del puerto de Valencia, sólo a la altura de las de Barcelona 2006 y 2013.
Un deseo claro antes de empezar cada temporada
El jueves previo a la histórica carrera en la costa levantina, Alonso aseguró a la Prensa que, si pudiera, elegiría ganar siempre en su país. Quizás si ese segundo puesto de Hungría se hubiese logrado en España, los sentimientos y emociones experimentados le hubieran conducido a tener una percepción más similar a la de Stella y su "increíble lo que has hecho".
De cualquier manera, el propio piloto sabe valorar mejor que nadie cuándo alcanzar una determinada posición ha supuesto un esfuerzo y derroche de talento como para ser considerada como una de sus mejores actuaciones. Si Alonso asegura que este segundo puesto de Hungría no está ni entre sus mejores carreras demuestra que tiene el listón muy alto… y que los que están fuera del monoplaza no tienen siempre una idea certera de lo que le ha costado al que va dentro realizar un determinado puesto.
elconfidencial.com
"Ha sido la mejor victoria de mi carrera. Lo he disfrutado como nunca. Además, coincide con la Eurocopa, un momento en el que, si cabe, nos sentimos un poco más españoles. Gracias. Es una mezcla de emociones indescriptible. No sé qué decir... Muchas gracias a todos". Este era Fernando Alonso tras el GP de Europa de 2012, todavía con los nervios a flor de piel y poco después de bajarse del monoplaza que había parado durante la vuelta de honor para saborear un momento único: se arrodilló junto a la bandera de su país frente a una grada llena de compatriotas. En esa carrera sobre el trazado urbano de Valencia, Alonso salió undécimo y ganó, sin embargo, esa complejidad no fue el único motivo por el cual afirmó que había sido su "mejor victoria" ya que su nivel de euforia no habría sido el mismo si ese resultado se hubiera dado en otro país. Con este recuerdo resulta evidente que su actuación de Hungría no haya revuelto tanto sus tripas como aquella junto a la playa de la Malvarrosa. Es más, tampoco pareció estar a la altura de sus carreras top.
Difícil comparar cualquier resultado con el de Valencia, donde al cruzar la línea de meta en primer lugar lanzó un grito infinito. Había ganado una prueba en la que -un día antes y tras la clasificación- él mismo había reconocido que sería "imposible" subirse al podio. Este domingo, tras un emotivo speech por radio de su ingeniero Andrea Stella ("súper, súper, súper. No tengo palabras para esta carrera. Increíble lo que has hecho. No sabes lo orgulloso que estamos todos nosotros"), Alonso explicó –en un tono normal- que "Hamilton y Ricciardo tenían las ruedas mucho más nuevas", como el motivo de no haber podido lograr la victoria. Las reacciones a ambos lados de la radio dejaban para el espectador un sabor de victoria épica para Stella, y el de un ‘simple’ botín de puntos mayor del que se presuponía para el asturiano –"extremadamente satisfecho"-.
Media docena entre los muros del circuito de Valencia
Ante la Prensa, poco después de bajarse del F14-T, la de Hungaroring ni siquiera consideraba que hubiera sido "una de las mejores" de su carrera, quizás apelando a que habían sido demasiados factores externos y problemas de otros los que provocaron su sorprendente podio, "no hemos hecho 70 vueltas perfectas", añadió Alonso para restar ‘importancia histórica’ a estos 18 puntos. Sin embargo, en su prueba de Valencia también se dieron dos significativos condicionantes ajenos a su pilotaje para que se diera ese resultado final: un error en el cambio de gomas de McLaren con Hamilton y el abandono de Vettel. Eso sí, en pista, el asturiano adelantó a tres coches en la salida y a otra media docena entre los muros del circuito urbano, incluyendo una sorprendente a Grosjean tras la marcha del coche de seguridad para colocarse segundo. En este sentido, en Hungría, en la salida ganó un puesto y en pista destacaron más sus acciones defensivas que ofensivas, pero ‘defendiendo la portería’ también se ganan partidos… y también se levanta al público de sus asientos, aunque en este caso eran húngaros, no españoles.
¿Entraría Hungaroring, al menos, entre las mejores carreras para el asturiano si hubiera finalizado primero? Tiene poco que envidiar a grandes victorias (machadas) que ha protagonizado fuera de España: Malasia de 2012, con una buena salida, gran estrategia en boxes y bajo un diluvio que posibilitó la victoria con el quinto coche de la parrilla, tras los McLaren (ocuparon la primera fila de la parrilla), Red Bull, Lotus y Mercedes; Silverstone 2011, también con el agua como uno de los factores determinantes en una victoria que debía ser para Red Bull, dueño y señor de 2011 (en esa carrera estaba prohibido el famoso escape soplado); Singapur 2010, mantuvo en su cogote a Vettel –cruzó la meta a dos décimas del asturiano- durante 61 vueltas (todas) en una ‘interminable’ carrera nocturna de dos horas; GP de Europa 2007, en Nurburgring, Alonso también se ayudó del agua para lograr una victoria que tuvo su punto álgido en el adelantamiento por el exterior a Massa y en cuya primera curva del gp hasta ocho monoplazas se salieron de la pista; San Marino 2005, también con un pilotaje defensivo –como en Hungría este domingo- logró mantener durante las últimas cuatro vueltas a un Schumacher que llegaba remontando desde el decimotercer puesto, hasta que se topó con el asturiano. Todas ellas fueron hazañas al volante… aunque sin llegar al clímax de la del puerto de Valencia, sólo a la altura de las de Barcelona 2006 y 2013.
Un deseo claro antes de empezar cada temporada
El jueves previo a la histórica carrera en la costa levantina, Alonso aseguró a la Prensa que, si pudiera, elegiría ganar siempre en su país. Quizás si ese segundo puesto de Hungría se hubiese logrado en España, los sentimientos y emociones experimentados le hubieran conducido a tener una percepción más similar a la de Stella y su "increíble lo que has hecho".
De cualquier manera, el propio piloto sabe valorar mejor que nadie cuándo alcanzar una determinada posición ha supuesto un esfuerzo y derroche de talento como para ser considerada como una de sus mejores actuaciones. Si Alonso asegura que este segundo puesto de Hungría no está ni entre sus mejores carreras demuestra que tiene el listón muy alto… y que los que están fuera del monoplaza no tienen siempre una idea certera de lo que le ha costado al que va dentro realizar un determinado puesto.
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No se construirá una nueva era con las armas,sino con las manos que las llevan
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