29-03-2011, 17:31
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 29-03-2011, 17:33 por ALONSO_THE MACHINE.)
Alonso sabe que su coche, el 150º Italia, necesita cambios y en el equipo italiano se centran en desgastar menos los Pirelli traseros, además de recortar distancias con los Red Bull y los McLaren en la calificación
Con una copa de champán, sonriendo y dando las gracias a todo aquel que se cruzaba, la mujer que se ocupa de la carrera de Vitaly Petrov, Oksana Kossatschenko, era la más feliz de la noche australiana tras el gran premio. La extraña pareja, como una reedición moderna de Ivan Drago y Brigitte Nielsen en la película Rocky IV, eran, en Melbourne, todo lo contrario de lo que suelen ser. Unas cuantas casetas más allá, el imperio azul, los nuevos reyes de la Fórmula 1, celebraban el éxito de Vettel mientras Webber se iba con el ánimo destemplado. En el centro, silencios rojos.
En Ferrari aprietan los dientes, saben que han sido derrotados en la batalla inicial, pero intentan ser positivos. Domenicali dijo que ya piensan en mejoras para Malaisia y que deben analizar los datos, pero que, en principio, desgastan más de lo debido los neumáticos traseros y se van a centrar en solucionar ese problema, además de lo lentos que fueron respecto a Red Bull y McLaren en la calificación.
Domenicali sigue siendo el entrenador, pero en la escudería en la que ahora manda, y mucho, Pat Fry, se empeñan en ser críticos pero positivos. Y se agarran al hecho de que los coches más veloces en la carrera fueron los suyos. En Sepang esperan que sea distinto, el calor extremo unido a las mejoras que puedan incorporar deben ayudarles a acercarse a un Vettel que se está mimetizando con la palabra favorito. Muchos apuntan a una nueva era en la F-1 dominada por el joven alemán y su coche energético...
Fuente: http://www.as.com/motor/formula-1/
Con una copa de champán, sonriendo y dando las gracias a todo aquel que se cruzaba, la mujer que se ocupa de la carrera de Vitaly Petrov, Oksana Kossatschenko, era la más feliz de la noche australiana tras el gran premio. La extraña pareja, como una reedición moderna de Ivan Drago y Brigitte Nielsen en la película Rocky IV, eran, en Melbourne, todo lo contrario de lo que suelen ser. Unas cuantas casetas más allá, el imperio azul, los nuevos reyes de la Fórmula 1, celebraban el éxito de Vettel mientras Webber se iba con el ánimo destemplado. En el centro, silencios rojos.
En Ferrari aprietan los dientes, saben que han sido derrotados en la batalla inicial, pero intentan ser positivos. Domenicali dijo que ya piensan en mejoras para Malaisia y que deben analizar los datos, pero que, en principio, desgastan más de lo debido los neumáticos traseros y se van a centrar en solucionar ese problema, además de lo lentos que fueron respecto a Red Bull y McLaren en la calificación.
Domenicali sigue siendo el entrenador, pero en la escudería en la que ahora manda, y mucho, Pat Fry, se empeñan en ser críticos pero positivos. Y se agarran al hecho de que los coches más veloces en la carrera fueron los suyos. En Sepang esperan que sea distinto, el calor extremo unido a las mejoras que puedan incorporar deben ayudarles a acercarse a un Vettel que se está mimetizando con la palabra favorito. Muchos apuntan a una nueva era en la F-1 dominada por el joven alemán y su coche energético...
Fuente: http://www.as.com/motor/formula-1/