25-07-2011, 17:34
Vettel mira la calculadora
JOAN VILLADELPRAT 25/07/2011
Vota Resultado 38 votos . .La carrera de ayer en el mítico circuito de Nürburgring puede llevar a engaño. La gran actuación de Lewis Hamilton y su victoria final lleva a pensar que los ingenieros de la escudería británica habían hecho un gran trabajo en el coche. Y es verdad, porque en McLaren nunca se para y siempre se está trabajando en la evolución permanente del coche. Pero, en el fondo, el triunfo del excampeón mundial es más un producto de su forma de conducir y de su incuestionable calidad que de las prestaciones de su monoplaza actual.
Hamilton en estado puro
McLaren ha mejorado, pero el mérito de la victoria en Nürburgring es más de Hamilton que del equipo
Por una vez, las condiciones de la pista y la nueva composición endurecida de los neumáticos tuvieron como consecuencia que el pilotaje agresivo de Hamilton calentara rápidamente las gomas y le permitiera sacar el máximo rendimiento a su coche. En Alemania, todo giró alrededor del británico de forma positiva para ayudarle a conseguir la victoria. Sin embargo, no me imagino que en la carrera de Hungría, dentro de una semana, volvamos a ver a McLaren liderando la carrera o en la primera línea de la parrilla de salida.
Que McLaren ha mejorado es algo indudable. Pero en cosas pequeñas: los deflectores del habitáculo, modificaciones en los alerones delantero y trasero y en las suspensiones, y el regreso a la normalidad en el tema de los difusores soplados -creo que fueron los más perjudicados por aquella medida-. Pero sus mejoras no le igualaban a los dos primeros equipos: Red Bull y Ferrari. Y no creo que las cosas hayan cambiado de forma tan sustancial como puede llevar a pensar la victoria de Hamilton.
McLaren está por detrás de Red Bull y de Ferrari. Y así se verá en las próximas carreras, cuando el calor vuelva a aparecer y las carreras se desenvuelvan en condiciones más extremas. Pero allí también se demostrará que Red Bull sigue yendo un paso por delante de todos los demás. Porque, desde mi punto de vista, Ferrari se ha acercado mucho, pero aún no ha alcanzado el mismo nivel.
Eso es algo que queda patente en las clasificaciones. En Alemania, Webber le sacó cuatro décimas a Alonso. Y el asturiano reconoce que los sábados sufren todavía para alcanzar a los Red Bull. En carrera van casi a la par. Pero cuando las condiciones les favorezcan, Red Bull volverá a estar delante de los Ferrari.
Sin embargo, hay un aspecto que sí puede perjudicar a Vettel. Tanto el equipo como él están especulando demasiado. Sebastian está excesivamente pendiente de la calculadora y se niega a tomar riesgos, auspiciado por los responsables de Red Bull, que quieren asegurarse el segundo título consecutivo para el campeón vigente.
Ayer, Vettel no tuvo suerte en nada. No arriesgó en la salida y eso le costó la pérdida de una posición. Después, realizó un trompo *****, al acelerar cuando estaba pisando la línea blanca que delimita la pista. Y, a continuación, tuvo problemas con los frenos traseros. El equipo le pidió calma y él acabó resignándose a su suerte y luchando con Felipe Massa por la cuarta posición, sin mostrarle ni una sola vez el morro. Le superó, pero no en la pista sino en el taller, porque el equipo equivocó la estrategia al llamarle demasiado tarde para cambiar neumáticos.
Hungría será otra historia. Allí habrá calor y el circuito exige mucho a los frenos y mucha carga aerodinámica. Adelantar es difícil. Allí Ferrari y Red Bull serán muy competitivos. Y McLaren, no tanto.
JOAN VILLADELPRAT 25/07/2011
Vota Resultado 38 votos . .La carrera de ayer en el mítico circuito de Nürburgring puede llevar a engaño. La gran actuación de Lewis Hamilton y su victoria final lleva a pensar que los ingenieros de la escudería británica habían hecho un gran trabajo en el coche. Y es verdad, porque en McLaren nunca se para y siempre se está trabajando en la evolución permanente del coche. Pero, en el fondo, el triunfo del excampeón mundial es más un producto de su forma de conducir y de su incuestionable calidad que de las prestaciones de su monoplaza actual.
Hamilton en estado puro
McLaren ha mejorado, pero el mérito de la victoria en Nürburgring es más de Hamilton que del equipo
Por una vez, las condiciones de la pista y la nueva composición endurecida de los neumáticos tuvieron como consecuencia que el pilotaje agresivo de Hamilton calentara rápidamente las gomas y le permitiera sacar el máximo rendimiento a su coche. En Alemania, todo giró alrededor del británico de forma positiva para ayudarle a conseguir la victoria. Sin embargo, no me imagino que en la carrera de Hungría, dentro de una semana, volvamos a ver a McLaren liderando la carrera o en la primera línea de la parrilla de salida.
Que McLaren ha mejorado es algo indudable. Pero en cosas pequeñas: los deflectores del habitáculo, modificaciones en los alerones delantero y trasero y en las suspensiones, y el regreso a la normalidad en el tema de los difusores soplados -creo que fueron los más perjudicados por aquella medida-. Pero sus mejoras no le igualaban a los dos primeros equipos: Red Bull y Ferrari. Y no creo que las cosas hayan cambiado de forma tan sustancial como puede llevar a pensar la victoria de Hamilton.
McLaren está por detrás de Red Bull y de Ferrari. Y así se verá en las próximas carreras, cuando el calor vuelva a aparecer y las carreras se desenvuelvan en condiciones más extremas. Pero allí también se demostrará que Red Bull sigue yendo un paso por delante de todos los demás. Porque, desde mi punto de vista, Ferrari se ha acercado mucho, pero aún no ha alcanzado el mismo nivel.
Eso es algo que queda patente en las clasificaciones. En Alemania, Webber le sacó cuatro décimas a Alonso. Y el asturiano reconoce que los sábados sufren todavía para alcanzar a los Red Bull. En carrera van casi a la par. Pero cuando las condiciones les favorezcan, Red Bull volverá a estar delante de los Ferrari.
Sin embargo, hay un aspecto que sí puede perjudicar a Vettel. Tanto el equipo como él están especulando demasiado. Sebastian está excesivamente pendiente de la calculadora y se niega a tomar riesgos, auspiciado por los responsables de Red Bull, que quieren asegurarse el segundo título consecutivo para el campeón vigente.
Ayer, Vettel no tuvo suerte en nada. No arriesgó en la salida y eso le costó la pérdida de una posición. Después, realizó un trompo *****, al acelerar cuando estaba pisando la línea blanca que delimita la pista. Y, a continuación, tuvo problemas con los frenos traseros. El equipo le pidió calma y él acabó resignándose a su suerte y luchando con Felipe Massa por la cuarta posición, sin mostrarle ni una sola vez el morro. Le superó, pero no en la pista sino en el taller, porque el equipo equivocó la estrategia al llamarle demasiado tarde para cambiar neumáticos.
Hungría será otra historia. Allí habrá calor y el circuito exige mucho a los frenos y mucha carga aerodinámica. Adelantar es difícil. Allí Ferrari y Red Bull serán muy competitivos. Y McLaren, no tanto.