26-01-2012, 10:06
Los Pirelli serán más agresivos y no tan perjudiciales para Ferrari como en 2011 l La marca busca igualar el rendimiento de cada compuesto.
Telones arriba en la Fórmula 1. Regresan los buenos propósitos de cada enero. «Tenemos un coche ganador, este año será competitivo», repiten vehementes desde las fábricas gracias al altavoz de los departamentos de comunicación. A la corriente optimista se suma Pirelli, en solitario por segunda temporada al frente de los neumáticos y responsables de haber dado un vuelco el curso pasado a todo el ritual de los cambios de gomas. Convirtieron algunos domingos en lotería pura y su nombre estuvo en la boca de todo el paddock. Se decidieron muchos podios por tener unas ruedas con más o menos desgaste y también ayudaron (además del kers y el Drs) a encumbrar al de 2011 como el Mundial con más adelantamientos de la historia (1.120).
Son neumáticos diferentes, de perfiles más agresivos y con algunos cambios importantes. Los duros no lo serán tanto y eso es bueno para Ferrari, castigado en cada carrera del último ejercicio cuando debía afrontar el relevo de duras. Otro objetivo es evitar la enorme diferencia de rendimiento que había entre el compuesto. Nadie dudaba de cuál usar. «Ahora queremos que haya opciones, que se abra el abanico de estrategias», avanza Paul Hembery, director deportivo de la marca. Si entre el duro y el blando había una media de 1,5 segundos por vuelta, la idea es que la distancia se reduzca a seis décimas. Una desventaja menos para la Scuderia y Fernando Alonso, si es que su nuevo coche sigue la línea anterior con las ruedas.
Se viste de largo Pirelli estos días en Abu Dabi, un circuito de las mil y una noches, iluminado las 24 horas, bajo la vigilancia del colorista hotel Viceroy, repleto de la crème del golf Mundial para el torneo de este fin de semana. Lucían las ruedas y generaban cierto entusiasmo hasta que apareció la estrella invitada. Por sorpresa, salió al escenario la modelo Inés Sastre y los focos ya sólo la apuntaron a ella.
Apenas habló, solamente sonrió. La bella madrina de los neumáticos de la Fórmula 1, protagonista en su día del calendario Pirelli, posó con el orgulloso presidente de la marca, Marco Tronchetti. «Los equipos nos han pedido que consigamos el mismo producto que ayudó a tener carreras imprevisibles el año pasado y es lo que hemos hecho», aseguró. En la casa italiana han cambiado todos los compuestos, excepto el superblando. «Buscamos un rendimiento estable, combinado con la degradación progresiva que ya vimos la temporada pasada», explicó el presidente, junto a Paul Hembery y el director de desarrollo, Maurizio Boiocchi.
La pista de Yas Marina se ve distinta sin público, con sólo un puñado de yates despistados y sin el brillo de los domingos de Fórmula 1. Pero ayer fue un escenario perfecto para lanzar la idea de los nuevos neumáticos. Los nuevos compuestos de agua son los que más han cambiado. Por dentro y también por fuera. Ya no se llaman P-Zero, sino Cinturato, un homenaje a la primera presencia de la marca en la F1, de la mano de Juan Manuel Fangio, en 1951. Los intermedios llevan una marca verde, muy vistosa y los «full wet», para lluvia extrema, saltan a la vista por su azul.
Las ruedas de seco conservan los colores. Del superblando hacia arriba serán rojo, amarillo, blanco y plateado, este último para el duro, el que peor se distinguirá con los coches en marcha.
Y muchas novedades para los equipos, que podrán seguir en tiempo real la temperatura y otros parámetros de cada neumático gracias a una novedosa aplicación informática que generará una especie de pasaporte de las ruedas.
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