16-04-2013, 09:41
Entre la esperanza y la prudencia
Fuente: F1aldia.om
Lo decíamos en pretemporada: 2013 iba a ser el más favorable a Fernando Alonso y Ferrari de los cuatro en los que el español ha competido con la escudería italiana. Las sensaciones, tres carreras más tarde, se comienzan a confirmar ya que Alonso se ha situado a nueve puntos de la cabeza del campeonato a pesar del abandono en Sepang donde en un hipotético escenario ficticio hubiera podido terminar en el podio de no cometer un error en la salida
La mejor noticia posible para Ferrari ha sido su mejora de rendimiento a una vuelta, donde fallaba en la pasada temporada y donde se originaron los dos abandonos del asturiano en 2012. Es más que razonable culpar a Grosjean por lo ocurrido en Spa pero si sales cada domingo desde la tercera o la cuarta fila, en algún fin de semana terminas siendo víctima de la ruleta rusa. Una vez en esa posición y pasada la arrancada (virtud de Ferrari desde hace un par de años) y la primera curva, llega el terreno Alonso.
La constancia e inteligencia en carrera del bicampeón del mundo no tiene comparación en la actual parrilla y probablemente, tenga poquísimos precedentes en la larga historia de la Fórmula 1. Su victoria de este domingo en una carrera táctica fue fiel reflejo: el español aplicó su martillo cuando lo necesitaba, midió los riesgos al adelantar y conservó cuando la situación de carrera se lo permitió. Su icónica imagen alzando la bandera de Ferrari al llegar al parque cerrado fue el final de un domingo de ensueño para Alonso.
Pirelli, teorías de la conspiración y Baréin
Ganador aparte, la carrera deja varias temas por comentar: la variedad estratégica minimiza la importancia de la clasificación al permitir que los más rápidos avancen con claridad. De poco sirve hacer la pole si en pocas vueltas tendrás que hacer tu primera parada al igual que no calificar en Q3 para buscar empezar la carrera con el 'prime' puede darte minutos de televisión y la oportunidad de liderar un Gran Premio, pero no se traducirá en más puntos en meta si tu ritmo de carrera no merece esos puntos.
La carrera de los Williams (¡ay, Williams!) ejemplifica esa reflexión: ambos a tres paradas, con Maldonado empezando con blandos y Bottas empezando con duros, terminaron la carrera pegados. Sobre la situación de los neumáticos, sería lógico que Pirelli y la FIA reflexionaran sobre la posibilidad de hacer pública la elección de los compuestos de todos los Grandes Premios del año lo antes posible. Evitaría suspicacias ya que, llegados a cierto punto, cualquier decisión al respecto será leída por unos y otros como un intento de favorecer a un equipo u otro.
Hablando de conspiraciones, sólo una reflexión: quién piense que un equipo puede arriesgar la vida de un piloto y sobre todo, la de comisarios y espectadores, por el mero capricho de perjudicar a uno de sus pilotos, desconoce totalmente el mundo de las carreras. Hay precedentes (Alonso, Button, Alguersuari...) de monoplazas perdiendo ruedas mal fijadas. También los hay de fallos en el cálculo del combustible (Vettel y Hamilton, por ejemplo) así que no clamemos al cielo por lo ocurrido este fin de semana en Red Bull más allá de lo razonable, sobre todo porque hay múltiples opciones más sutiles para hundir el rendimiento de un piloto inapreciables para el espectador e incluso, para el propio piloto.
Llega Baréin, donde los precedentes de años anteriores volverán a ser papel mojado como se ha visto este fin de semana. Igual que Mercedes no destacó especialmente en China, Lotus y Red Bull no tendrían por qué volver a la lucha por la victoria en Sahkir, así que la batalla será tan abierta como en las tres carreras anteriores. La lucha por la democracia de los habitantes del archipielago volverá a los titulares sirviendo la Fórmula 1 como altavoz de sus protestas. Esa es la única lectura que, personalmente, me queda de la polémica visita del Gran Circo a Baréin lejos del discurso hipócrita y olvidadizo sobre ética y Fórmula 1. ¿O es que China es un paraíso donde se respetan los derechos humanos?
Fuente: F1aldia.om
Lo decíamos en pretemporada: 2013 iba a ser el más favorable a Fernando Alonso y Ferrari de los cuatro en los que el español ha competido con la escudería italiana. Las sensaciones, tres carreras más tarde, se comienzan a confirmar ya que Alonso se ha situado a nueve puntos de la cabeza del campeonato a pesar del abandono en Sepang donde en un hipotético escenario ficticio hubiera podido terminar en el podio de no cometer un error en la salida
La mejor noticia posible para Ferrari ha sido su mejora de rendimiento a una vuelta, donde fallaba en la pasada temporada y donde se originaron los dos abandonos del asturiano en 2012. Es más que razonable culpar a Grosjean por lo ocurrido en Spa pero si sales cada domingo desde la tercera o la cuarta fila, en algún fin de semana terminas siendo víctima de la ruleta rusa. Una vez en esa posición y pasada la arrancada (virtud de Ferrari desde hace un par de años) y la primera curva, llega el terreno Alonso.
La constancia e inteligencia en carrera del bicampeón del mundo no tiene comparación en la actual parrilla y probablemente, tenga poquísimos precedentes en la larga historia de la Fórmula 1. Su victoria de este domingo en una carrera táctica fue fiel reflejo: el español aplicó su martillo cuando lo necesitaba, midió los riesgos al adelantar y conservó cuando la situación de carrera se lo permitió. Su icónica imagen alzando la bandera de Ferrari al llegar al parque cerrado fue el final de un domingo de ensueño para Alonso.
Pirelli, teorías de la conspiración y Baréin
Ganador aparte, la carrera deja varias temas por comentar: la variedad estratégica minimiza la importancia de la clasificación al permitir que los más rápidos avancen con claridad. De poco sirve hacer la pole si en pocas vueltas tendrás que hacer tu primera parada al igual que no calificar en Q3 para buscar empezar la carrera con el 'prime' puede darte minutos de televisión y la oportunidad de liderar un Gran Premio, pero no se traducirá en más puntos en meta si tu ritmo de carrera no merece esos puntos.
La carrera de los Williams (¡ay, Williams!) ejemplifica esa reflexión: ambos a tres paradas, con Maldonado empezando con blandos y Bottas empezando con duros, terminaron la carrera pegados. Sobre la situación de los neumáticos, sería lógico que Pirelli y la FIA reflexionaran sobre la posibilidad de hacer pública la elección de los compuestos de todos los Grandes Premios del año lo antes posible. Evitaría suspicacias ya que, llegados a cierto punto, cualquier decisión al respecto será leída por unos y otros como un intento de favorecer a un equipo u otro.
Hablando de conspiraciones, sólo una reflexión: quién piense que un equipo puede arriesgar la vida de un piloto y sobre todo, la de comisarios y espectadores, por el mero capricho de perjudicar a uno de sus pilotos, desconoce totalmente el mundo de las carreras. Hay precedentes (Alonso, Button, Alguersuari...) de monoplazas perdiendo ruedas mal fijadas. También los hay de fallos en el cálculo del combustible (Vettel y Hamilton, por ejemplo) así que no clamemos al cielo por lo ocurrido este fin de semana en Red Bull más allá de lo razonable, sobre todo porque hay múltiples opciones más sutiles para hundir el rendimiento de un piloto inapreciables para el espectador e incluso, para el propio piloto.
Llega Baréin, donde los precedentes de años anteriores volverán a ser papel mojado como se ha visto este fin de semana. Igual que Mercedes no destacó especialmente en China, Lotus y Red Bull no tendrían por qué volver a la lucha por la victoria en Sahkir, así que la batalla será tan abierta como en las tres carreras anteriores. La lucha por la democracia de los habitantes del archipielago volverá a los titulares sirviendo la Fórmula 1 como altavoz de sus protestas. Esa es la única lectura que, personalmente, me queda de la polémica visita del Gran Circo a Baréin lejos del discurso hipócrita y olvidadizo sobre ética y Fórmula 1. ¿O es que China es un paraíso donde se respetan los derechos humanos?