27-07-2014, 17:25
El español termina segundo en Hungaroring por detrás de Ricciardo y aguantando a los Mercedes de Hamilton y Rosberg
A tres vueltas de un auténtico milagro. A Fernando Alonso le faltaron neumáticos y coche para ganar en Hungría, pero el español echó el resto y puso todo lo que estaba a su alcance para acabar segundo en una carrera extraordinaria y absolutamente loca. El español volvió a destapar el tarro de las esencias en Hungría, el circuito que le vio ganar por primera vez hace ahora once añosm y a punto estuvo de repetir una gesta semejante. Daniel Ricciardo no se lo permitió. El australiano consiguió in extremis su segunda victoria de la temporada tras adelantar al español en el último suspiro, a menos de diez kilómetros de la meta.
[Narración: así hemos contado el GP de Hungría]
Es el segundo triunfo del año para Ricciardo, el único hombre capaz de acabar con el dominio de Mercedes, que al menos por unas horas se ha visto cuestionado. Lewis Hamilton, saliendo desde el pit lane, realizó otra carrera genial para cerrar el podio. Rosberg, líder en el primer tramo de carrera, se vio perjudicado por una mala estrategia y las locuras de la pista, y acabó fuera del cajón.
[Resultados del GP de Hungría]
Alonso clamaba por una carrera loca que le sacara de la atonía habitual del Ferrari. Por fin ocurrió en Hungría. A media hora del arranque comenzó a diluviar sobre la pista. Fue solo un chaparrón, pero suficiente para que todos comenzaran con neumáticos intermedios y se echaran a temblar. Alonso adelantó a Ricciardo en la salida lo que, tal y como predijo en la previa, le colocaba en el grupo de candidatos al podio. Con la pista húmeda se sucedieron los accidentes. Primero el Caterham de Ericcson, luego el Lotus de Grosjean; un poco más tarde el Force India de Checo Pérez... El coche de seguridad se cargaba de trabajo y abortaba la galopada en solitario de Rosberg, que había mantenido la primera posición partiendo desde la pole.
Diferentes estrategias
En medio del caos, se adoptaron tantas estrategias diferentes como pilotos había en la pista,. Las mejores resultaron las de Ricciardo y Alonso. El australiano aprovechó el primer safety car para poner neumáticos lisos antes que nadie y meterse en la pelea por el triunfo. El español hizo su apuesta definitiva con el segundo coche de seguridad por hacer justo lo contrario. Aguantó en pista con sus viejos neumáticos mientras el resto de favoritos entraban de nuevo en los garajes. «Nos hemos arriesgado, siempre buscando la victoria. Una combinación de circunstancias ha provocado que haya sido una carrera difícil de gestionar. Hemos aprovechado nuestras oportunidades y nos arriesgamos lo suficiente para poder llegar al podio», decía el español nada más bajarse del coche.
En las últimas vueltas vio cómo se le echaban encima Ricciardo y los Mercedes. Aguantó cuanto pudo, pero a falta de tres vueltas el australiano le pasó como un ciclón tras hacer lo propio con Hamilton. El chico de Tewin, en cambio, estuvo más pendiente de contener a Rosberg que de atacar a Alonso, por lo que el asturiano pudo mantener la segunda plaza. Después de tantos sinsabores, éste cruzaba la meta por delante de los dos Mercedes, algo increíble de imaginar apenas unas horas antes. «Estoy muy orgulloso con el equipo y el trabajo que han hecho», exclamaba Alonso, aún pensando en la grandeza de lo que acababa de hacer.
Alonso recupera con este segundo puesto la cuarta plaza en el Mundial, adelantando al Williams de Bottas, aunque obviamente cediendo terreno ante Daniel Ricciardo.
abc.es[/quote]
A tres vueltas de un auténtico milagro. A Fernando Alonso le faltaron neumáticos y coche para ganar en Hungría, pero el español echó el resto y puso todo lo que estaba a su alcance para acabar segundo en una carrera extraordinaria y absolutamente loca. El español volvió a destapar el tarro de las esencias en Hungría, el circuito que le vio ganar por primera vez hace ahora once añosm y a punto estuvo de repetir una gesta semejante. Daniel Ricciardo no se lo permitió. El australiano consiguió in extremis su segunda victoria de la temporada tras adelantar al español en el último suspiro, a menos de diez kilómetros de la meta.
[Narración: así hemos contado el GP de Hungría]
Es el segundo triunfo del año para Ricciardo, el único hombre capaz de acabar con el dominio de Mercedes, que al menos por unas horas se ha visto cuestionado. Lewis Hamilton, saliendo desde el pit lane, realizó otra carrera genial para cerrar el podio. Rosberg, líder en el primer tramo de carrera, se vio perjudicado por una mala estrategia y las locuras de la pista, y acabó fuera del cajón.
[Resultados del GP de Hungría]
Alonso clamaba por una carrera loca que le sacara de la atonía habitual del Ferrari. Por fin ocurrió en Hungría. A media hora del arranque comenzó a diluviar sobre la pista. Fue solo un chaparrón, pero suficiente para que todos comenzaran con neumáticos intermedios y se echaran a temblar. Alonso adelantó a Ricciardo en la salida lo que, tal y como predijo en la previa, le colocaba en el grupo de candidatos al podio. Con la pista húmeda se sucedieron los accidentes. Primero el Caterham de Ericcson, luego el Lotus de Grosjean; un poco más tarde el Force India de Checo Pérez... El coche de seguridad se cargaba de trabajo y abortaba la galopada en solitario de Rosberg, que había mantenido la primera posición partiendo desde la pole.
Diferentes estrategias
En medio del caos, se adoptaron tantas estrategias diferentes como pilotos había en la pista,. Las mejores resultaron las de Ricciardo y Alonso. El australiano aprovechó el primer safety car para poner neumáticos lisos antes que nadie y meterse en la pelea por el triunfo. El español hizo su apuesta definitiva con el segundo coche de seguridad por hacer justo lo contrario. Aguantó en pista con sus viejos neumáticos mientras el resto de favoritos entraban de nuevo en los garajes. «Nos hemos arriesgado, siempre buscando la victoria. Una combinación de circunstancias ha provocado que haya sido una carrera difícil de gestionar. Hemos aprovechado nuestras oportunidades y nos arriesgamos lo suficiente para poder llegar al podio», decía el español nada más bajarse del coche.
En las últimas vueltas vio cómo se le echaban encima Ricciardo y los Mercedes. Aguantó cuanto pudo, pero a falta de tres vueltas el australiano le pasó como un ciclón tras hacer lo propio con Hamilton. El chico de Tewin, en cambio, estuvo más pendiente de contener a Rosberg que de atacar a Alonso, por lo que el asturiano pudo mantener la segunda plaza. Después de tantos sinsabores, éste cruzaba la meta por delante de los dos Mercedes, algo increíble de imaginar apenas unas horas antes. «Estoy muy orgulloso con el equipo y el trabajo que han hecho», exclamaba Alonso, aún pensando en la grandeza de lo que acababa de hacer.
Alonso recupera con este segundo puesto la cuarta plaza en el Mundial, adelantando al Williams de Bottas, aunque obviamente cediendo terreno ante Daniel Ricciardo.
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No se construirá una nueva era con las armas,sino con las manos que las llevan