Algo grande se cuece cuando Fernando Alonso madruga y los rivales buscan sitio
El piloto español iguala los mejores comienzos de temporada de toda su carrera en la F1. Justo los años 2005 y 2006 en los que acabó como campeón del mundo.
Fernando Alonso identificó una de las pocas flaquezas de Lewis Hamilton como piloto hace un tiempo. En una entrevista, el piloto español se sorprendió cuando vio que los rivales del británico no se percataban de que había que aprovechar sus despistados inicios de temporada. No era una opinión, eran hechos fácilmente comprobables. Hamilton tarda siempre unas carreras en carburar la máquina, pero una vez que lo hace es imparable. En contraposición, el asturiano siempre ha pescado en río revuelto en los comienzos de temporada. Este año, con un coche competitivo, no ha fallado y ha obtenido casi el 100% de los mejores resultados posibles.
Buen presagio, sin duda. Es habitual desde siempre que equipos y pilotos tarden en encontrar su sitio en los inicios de temporada. Hay pilotos que necesitan más tiempo que otros para adaptarse a las particularidades de sus coches, igual que hay equipos que les cuesta más que a otros extraer todo el potencial de sus nuevos monoplazas. Históricamente, esta era una de las razones principales por las que las escuderías utilizaban para las primeras carreras de la temporada el material viejo del año anterior.
Y estrenaban sus nuevos coches con la llegada a Europa a partir del cuarto o quinto gran premio. Pero era una época en la que no había simuladores y todo se hacía a través del método prueba/error en los entrenamientos privados, hoy no permitidos.
Un momento de forma difícil de conseguir
La tecnología actual permite a pilotos y equipos afrontar con solvencia la preparación de las primeras carreras de la temporada. Sin embargo, la fastidiosa última décima o la capacidad de ejecutar carreras perfectas continúa como un terreno vedado para la inteligencia artificial. Es un sexto sentido al alcance de muy pocos y a la vista está que Fernando Alonso, en su tercera temporada después de su regreso, ahora mismo lo tiene.
En 2005 y 2006, los años donde el asturiano ganó el campeonato de mundo, cimentó la decisiva ventaja que le dio el título en un comienzo de temporada fulgurante. De no haber encadenado en ambas ocasiones podios y victorias, habría sido muy difícil aguantar el pulso a Michael Schumacher y Kimi Raikkonen, respectivamente. Fernando no había tenido un comienzo de temporada tan efectivo como el actual desde aquellos años. Existe una diferencia sustancial en la actualidad respecto al pasado y es que ahora solo ha conseguido podios, mientras que en esos años o en otras temporadas exitosas se podían contar también victorias. Frente al dominio abrumador de Red Bull, el mejor resultado posible es ser el número uno del resto de pilotos. Y Alonso lo ha logrado en cuatro de cinco carreras.
El sistema de puntuación es muy diferente al de sus años gloriosos, por eso quizá parezca que los 75 puntos actuales, respecto a los 119 de Verstappen o los 105 de Pérez, son una diferencia insalvable para aspirar al título mundial. Pero no es ni mucho menos así. Basta un par de resultados delante de sus rivales, o algún abandono, para que haya un vuelco en la tabla clasificatoria.
Es difícil que esto ocurra. La cancelación del Gran Premio de Imola, como consecuencia de las lluvias, dejará al público sin saber si Aston Martin ha evolucionado su coche hasta el Gran Premio de Montmeló. Ahí se sabrá si es una amenaza real o Red Bull también ha hecho sus deberes para mantener su actual superioridad. Mónaco, por su naturaleza tan particular, no va a ser indicativo de nada, para bien o para mal, de lo que allí puede ofrecer al asturiano su coche. Pero en Barcelona todas las cartas estarán boca arriba. Es con probabilidad la pista que mejor indica la competitividad real de cada coche.
Ganando tiempo extra
Que haya una carrera menos en estos momentos de la temporada es tiempo ganado para que los rivales de Red Bull les cacen y no aumenten su ventaja. En realidad, esto es pura teoría, porque está por ver si realmente los actuales campeones del mundo y líderes del mundial no tienen todavía ases guardados en su manga.
No obstante, pocos dudan que con este arranque fulgurante de temporada, Fernando confirma lo que viene diciendo desde hace un tiempo: que él se encuentra en su mejor momento de forma deportiva a pesar de haber superado los 40 años.
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