LA MAYORÍA DE LOS EQUIPOS, EN CRISIS ECONÓMICA
¿Cómo es posible que un piloto de la categoría de Kimi Raikkonen no haya cobrado todavía su sueldo esta temporada? En un mundo como la Fórmula 1 parece imposible. ¿No?
La triste realidad es que Kimi no es el único piloto de la actual parrilla que acumula retrasos, hay otros que dejaron la categoría en temporadas recientes y sus equipos todavía les adeudan pagos por su trabajo. Pero claro, no todos tienen el peso específico de Raikkonen en la Fórmula 1, ni un contrato garantizado para los siguientes dos años con un equipo solvente. Por tanto, se tienen que callar.
Lo fácil sería responsabilizar a los gestores de Lotus y de otros equipos que pagan tarde. Sin embargo, desde mi punto de vista, tanto equipos como pilotos y organizadores son meras víctimas del modelo actual de la Fórmula 1. Un modelo roto e insostenible que hace aguas por los cuatro costados.
Lotus f1 formula one driver raikkonen of finland walks through turnstiles before the third practice session of the abu dhabi f1 grand prix at the yas marina circuit on yas island
Si bien es cierto que "correr en Fórmula 1 cuesta tanto como te puedas gastar", en genial afirmación de Colin Chapman, la afirmación sigue vigente en el presente, algo que los equipos y estamentos federativos no han sabido controlar. Pero no es menos cierto que este Circo genera ingentes cantidades de dinero, de las cuales sólo una pequeña parte llegan a los payasos que ‘divierten’ al público.
CVC, de 1000 a 6000 millones
Y es que el principal beneficiado de las importantes sumas que genera la Fórmula 1 es CVC Partners, un fondo de capital riesgo que controla actualmente el 35% de Formula One Group. Hasta el año pasado CVC tenia un 63%, pero han reducido su paquete, dando entrada a otros inversores institucionales (Waddel&Reed, Blackrock y Norges bank).
CVC Partners tiene como objetivo generar el mayor retorno posible para su inversión en la menor cantidad de tiempo. No le interesa el largo plazo de la Fórmula 1, pues su objetivo es el rendimiento económico. Invirtieron mil millones de dólares en 2006 y, se espera, completen su salida de la Fórmula 1 con unos rendimientos netos de seis mil milones. Impresionante, ¿no?
Recuerden que, a día de hoy, el todopoderoso Bernie Ecclestone tiene sólo un pequeño paquete minoritario de la FOM, y su férreo control sobre la sociedad viene de un acuerdo tacito con CVC: “Vosotros os forráis y yo sigo mandando”. Por tanto, los destinos de CVC y Bernie Ecclestone están muy unidos.
Ecclestone quiere a CVC
Entonces, CVC quiere marcharse, pero sospecho que Ecclestone ha torpedeado dicha salida ante la incógnita del papel que unos nuevos accionistas depararían a quien ha dominado la Fórmula 1 con mano de hierro durante décadas. Porque Ecclestone ha creado el Gran Circo que conocemos, y es el encargado de negociar equipo a equipo un acuerdo sobre su presencia en la Fórmula 1.
No sería de extrañar que a CVC le entrasen sudores fríos ante el desbarajuste en el que se puede convertirse la Fórmula 1 el día que no esté Ecclestone. CVC ha intentado sacar sus acciones a Bolsa dos veces y en ambas ocasiones se han visto obligados a abortar la operacion achacándolo a las “condiciones de los mercados financieros”. Pero la realidad es que la F1, en su estado actual, no es presentable para una potencial salida al mercado.
¿Y qué tiene que ver lo anterior con la crisis económica de muchos equipos hoy, y de que pilotos como Raikkonen no cobren su totalidad del salario? Me atrevo a afirmar que siete de los once equipos actuales de la Fórmula 1 tienen, en el mejor de los casos, un modelo de negocio insostenible. En el peor, bastantes están ya en fase terminal. Y lo más grave está aún por venir.
Un motor que desacelera a los equipos
Para empezar, en 2014, entra en vigor la nueva normativa de motores, capricho de la FIA, que va a empujar a más de la mitad de la parrilla al borde del abismo. ¿Qué se puede esperar, entonces, a partir del año que viene sin medidas concretas de ahorro y con unos motores que van a suponer un coste adicional de más de diez milones de dólares por equipo y temporada?
Para arreglar tal desaguisado, sería necesario que CVC y sus socios financieros repartan entre los equipos una parte mas grande del pastel de los derechos comerciales. Lo que, obviamente, irrita a quienes controlan dicho pastel. "¿Qué es esto de repartir más beneficio con los 'payasos del circo'?", se plantean.
Bernie Ecclestone sabe que, con el actual modelo, cuantos más equipos haya en Fórmula 1 más bocas hay que alimentar. Él, mejor que nadie, sabe que el único modelo de equipo sostenible es aquel de un fabricante de automóviles o compañía dispuestos a invertir de forma continua en el equipo, conscientes de que el retorno indirecto recae en otras áreas de su negocio (sea éste vender coches de calle o latas de bebida carbonatada). Y a día de hoy sólo cuatro equipos cumplen este requisito.
Los parias y los cuatro privilegiados
Primera sesión de entrenamientos libres
Por ello, estos cuatro equipos van a disfrutar de un status muy distinto al de los demás, que se convertirán de la noche a la mañana en auténticos parias, con menos voz y voto que los de la casta privilegiada. Y, por supuesto, con una parte más pequeña del pastel. Y es que el plan trazado por Ecclestone, auténticamente maquiavélico, obligará tarde o temprano a estos equipos a convertirse en clientes de los cuatro grandes porque se verán obligados a comprar y correr con los chasis que desarrollen y fabriquen Red Bull, Ferrari, Mercedes y McLaren.
Lo que significa que si en el futuro el resto de los equipos no tienen que desarrollar sus propios chasis, tampoco necesitarán cientos de ingenieros, ni túneles de viento, ni sofisticados simuladores. Y, por tanto, ya no necesitarán tanto dinero. Que es en definitiva lo que Bernie Ecclestone busca: repartir la tarta al mínimo.
Es este el rumbo, ya lo verán, que la Fórmula 1 ha tomado para los próximos años. Y los 'payasos' tendrán que conformarse con seguir haciendo reir, pero sin subida de sueldo y con el ritmo que les marca el director del Circo.
elconfidencial.com
¿Cómo es posible que un piloto de la categoría de Kimi Raikkonen no haya cobrado todavía su sueldo esta temporada? En un mundo como la Fórmula 1 parece imposible. ¿No?
La triste realidad es que Kimi no es el único piloto de la actual parrilla que acumula retrasos, hay otros que dejaron la categoría en temporadas recientes y sus equipos todavía les adeudan pagos por su trabajo. Pero claro, no todos tienen el peso específico de Raikkonen en la Fórmula 1, ni un contrato garantizado para los siguientes dos años con un equipo solvente. Por tanto, se tienen que callar.
Lo fácil sería responsabilizar a los gestores de Lotus y de otros equipos que pagan tarde. Sin embargo, desde mi punto de vista, tanto equipos como pilotos y organizadores son meras víctimas del modelo actual de la Fórmula 1. Un modelo roto e insostenible que hace aguas por los cuatro costados.
Lotus f1 formula one driver raikkonen of finland walks through turnstiles before the third practice session of the abu dhabi f1 grand prix at the yas marina circuit on yas island
Si bien es cierto que "correr en Fórmula 1 cuesta tanto como te puedas gastar", en genial afirmación de Colin Chapman, la afirmación sigue vigente en el presente, algo que los equipos y estamentos federativos no han sabido controlar. Pero no es menos cierto que este Circo genera ingentes cantidades de dinero, de las cuales sólo una pequeña parte llegan a los payasos que ‘divierten’ al público.
CVC, de 1000 a 6000 millones
Y es que el principal beneficiado de las importantes sumas que genera la Fórmula 1 es CVC Partners, un fondo de capital riesgo que controla actualmente el 35% de Formula One Group. Hasta el año pasado CVC tenia un 63%, pero han reducido su paquete, dando entrada a otros inversores institucionales (Waddel&Reed, Blackrock y Norges bank).
CVC Partners tiene como objetivo generar el mayor retorno posible para su inversión en la menor cantidad de tiempo. No le interesa el largo plazo de la Fórmula 1, pues su objetivo es el rendimiento económico. Invirtieron mil millones de dólares en 2006 y, se espera, completen su salida de la Fórmula 1 con unos rendimientos netos de seis mil milones. Impresionante, ¿no?
Recuerden que, a día de hoy, el todopoderoso Bernie Ecclestone tiene sólo un pequeño paquete minoritario de la FOM, y su férreo control sobre la sociedad viene de un acuerdo tacito con CVC: “Vosotros os forráis y yo sigo mandando”. Por tanto, los destinos de CVC y Bernie Ecclestone están muy unidos.
Ecclestone quiere a CVC
Entonces, CVC quiere marcharse, pero sospecho que Ecclestone ha torpedeado dicha salida ante la incógnita del papel que unos nuevos accionistas depararían a quien ha dominado la Fórmula 1 con mano de hierro durante décadas. Porque Ecclestone ha creado el Gran Circo que conocemos, y es el encargado de negociar equipo a equipo un acuerdo sobre su presencia en la Fórmula 1.
No sería de extrañar que a CVC le entrasen sudores fríos ante el desbarajuste en el que se puede convertirse la Fórmula 1 el día que no esté Ecclestone. CVC ha intentado sacar sus acciones a Bolsa dos veces y en ambas ocasiones se han visto obligados a abortar la operacion achacándolo a las “condiciones de los mercados financieros”. Pero la realidad es que la F1, en su estado actual, no es presentable para una potencial salida al mercado.
¿Y qué tiene que ver lo anterior con la crisis económica de muchos equipos hoy, y de que pilotos como Raikkonen no cobren su totalidad del salario? Me atrevo a afirmar que siete de los once equipos actuales de la Fórmula 1 tienen, en el mejor de los casos, un modelo de negocio insostenible. En el peor, bastantes están ya en fase terminal. Y lo más grave está aún por venir.
Un motor que desacelera a los equipos
Para empezar, en 2014, entra en vigor la nueva normativa de motores, capricho de la FIA, que va a empujar a más de la mitad de la parrilla al borde del abismo. ¿Qué se puede esperar, entonces, a partir del año que viene sin medidas concretas de ahorro y con unos motores que van a suponer un coste adicional de más de diez milones de dólares por equipo y temporada?
Para arreglar tal desaguisado, sería necesario que CVC y sus socios financieros repartan entre los equipos una parte mas grande del pastel de los derechos comerciales. Lo que, obviamente, irrita a quienes controlan dicho pastel. "¿Qué es esto de repartir más beneficio con los 'payasos del circo'?", se plantean.
Bernie Ecclestone sabe que, con el actual modelo, cuantos más equipos haya en Fórmula 1 más bocas hay que alimentar. Él, mejor que nadie, sabe que el único modelo de equipo sostenible es aquel de un fabricante de automóviles o compañía dispuestos a invertir de forma continua en el equipo, conscientes de que el retorno indirecto recae en otras áreas de su negocio (sea éste vender coches de calle o latas de bebida carbonatada). Y a día de hoy sólo cuatro equipos cumplen este requisito.
Los parias y los cuatro privilegiados
Primera sesión de entrenamientos libres
Por ello, estos cuatro equipos van a disfrutar de un status muy distinto al de los demás, que se convertirán de la noche a la mañana en auténticos parias, con menos voz y voto que los de la casta privilegiada. Y, por supuesto, con una parte más pequeña del pastel. Y es que el plan trazado por Ecclestone, auténticamente maquiavélico, obligará tarde o temprano a estos equipos a convertirse en clientes de los cuatro grandes porque se verán obligados a comprar y correr con los chasis que desarrollen y fabriquen Red Bull, Ferrari, Mercedes y McLaren.
Lo que significa que si en el futuro el resto de los equipos no tienen que desarrollar sus propios chasis, tampoco necesitarán cientos de ingenieros, ni túneles de viento, ni sofisticados simuladores. Y, por tanto, ya no necesitarán tanto dinero. Que es en definitiva lo que Bernie Ecclestone busca: repartir la tarta al mínimo.
Es este el rumbo, ya lo verán, que la Fórmula 1 ha tomado para los próximos años. Y los 'payasos' tendrán que conformarse con seguir haciendo reir, pero sin subida de sueldo y con el ritmo que les marca el director del Circo.
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No se construirá una nueva era con las armas,sino con las manos que las llevan